Destiny y El Torneo de Los Tres Magos [DEH#4]

Capitulo 29. Rita Skeeter.

Hermione acabo con la señora Pomfrey, con un extraño hechizo de reducción, y por lo que veía estaba diferente, bastante, si, a la usual Hermione, ella me miraba como si hubiese hecho una travesura.

—Te ves diferente —le dije sin quitarle la mirada.

—No esperabas que me quedara con los dientes de castor —explica con una sonrisa.

—No, claro que no, pero... tus dientes, están más pequeños que antes.

—Bueno, deje que los pusiera en una constitución normal —dijo Hermione sonriendo con vergüenza, Hermione es bonita, pero yo que... mi cabello está casi todo el tiempo espantado, y fuera de su lugar, mi nariz es más grande que la del promedio, ahora que pasara conmigo.

—Wright —me llaman, me volteo y era la profesora McGonagall—, la sesión de fotos, necesito que vayas, para ver que todo esté en orden, y supervisar a Rita, que no se sobrepase con los muchachos.

—De acuerdo —digo mirando a Hermione.

—Nos vemos luego —dijo ella marchándose por el lado opuesto, y yo me dirigí a donde había puesto el set de fotografía.

Era la pequeña aula, y no pude evitar sonrojarme cuando pensé en Eliot que me había acompañado. Tome mi varita, y lentamente me la pase retirando los pupitres al fondo, junte dos pupitres delante de la pizarra, y los cubrí de terciopelo. Detrás de los pupitres coloque cinco sillas.

—Vaya, está bien —me doy la vuelta, y encuentro que era Ludo Bagman—. Si es Wright. ¿Serás la anfitriona del torneo?

—Tan solo ayudo en el proceso, a organizar y eso —explique sin darle mucha importancia.

—Yo creo que andarías bien a mi lado siendo anfitriona del torneo —comentó—, nuestra estrella invitada.

—Bagman —llego aquella señora rubia, tenía peinado el cabello en unos rizos muy elaborados y curiosamente rígidos que ofrecían un extraño contraste con su rostro de fuertes mandíbulas; llevaba unas gafas adornadas con piedras preciosas, y los gruesos dedos — que agarraban un bolso de piel de cocodrilo— terminaban en unas uñas de varios centímetros de longitud, pintadas de carmesí.

Me entrevisto en la rueda de prensa, junto un hombre barrigudo, que llevaba una cámara negra

—Señorita Wright, usted me debe una entrevista.

—No le debo nada, sino lo pregunto en el momento, no es mi culpa —respondí cruzándome de brazos.

—Vaya, tiene actitud, me agrada —señaló Bagman, riendo—. Serás comentarista conmigo, hablare con Dumbledore sobre eso.

Se pusieron a platicar, mientras los campeones llegaban, primero llego Fleur Delacour, la cual me miro con cierta cara de... si asco, y yo la mire con la misma.

—Soy una veela queguida, no puedo decigte como ser atractiva como yo —solté un bufido cuando hablo, y voltea los ojos—, así que deja de migagme.

—Oh que presumida —dije cruzándome de brazos.

—Me debeguías hablag con más guespeto, niñita —la quería jalar de su preciado cabello rubio.

—Escúchame, Flema, aquí conmigo te tienes que ganar el respeto —le comentaba acercándome a ella a pasos lentos—, y no te lo estas ganando.

—¿Cómo me has dicho?

—Flema —e hice el sonido de sacar una.

—No me digas asi... piojosa.

—¿Quieres? Te comparto —reí mientras ambas dejábamos de discutir, porque alguien cruzaba por la puerta, y era nada mas, que Cedric, este me mira sorprendido, y yo regrese a Fleur. Que parecio ignorar un poco a Cedric.