Pensaba que este libro seria el ultimo, pero me estoy animando un poco a hacer el quinto libro, como ultimo libro de la saga. Todo dependiendo de los lectores y votos que vea en los libros.
Respire hondo, cuando Harry y yo, nos ocultábamos debajo de su capa de invisibilidad, estaba un poco nerviosa, pero hey, no planeo desnudarme enfrente de él, tengo un bañado debajo del pijama, y espero que el también haya pensado en llevar uno.
Iriamos en la noche al baño de los prefectos, yo cargaba con el mapa, y Harry con el huevo, que era bastante pesado para alguien debilucha como yo, y tal vez, también para él. Asi que cuando estuvimos listos, Ron esperaba detrás del cuadro, para abrirnos.
—Buena suerte —susurró Ron—, y no hagan locuras —entró a la sala común, mientras salíamos, y yo miraba a Harry desconcertada.
—¿Locuras? —pregunte—. Es solo un baño.
Salimos.
En aquella ocasión resultaba difícil moverse bajo la capa, ya no era tan bajita como el curso pasado, y el tampoco, pero ambos teníamos las manos ocupadas como para moldear la capa a nuestro gusto. Pero los corredores estaban iluminados por la luz de la luna, vacíos y en silencio, y consultando el mapa de vez en cuando me aseguraba de no encontrarnos con nadie a quien quisieramos evitar, Flich por un ejemplo, otra sanción como la del primer curso... no gracias, no cien puntos menos.
Cuando llegamos a la estatua de Boris el Desconcertado —un mago con pinta de andar perdido, con los guantes colocados al revés, el derecho en la mano izquierda y viceversa—, un cierto aire a Luna Lovegood, localice la puerta, me acerque a ella y, tal como le había indicado Cedric, susurre la contraseña:
—«Frescura de pino.»
La puerta chirrió al abrirse. Nos deslizamos por ella, Harry echó el cerrojo, nos quitamos a la capa de invisibilidad, cuando no habían moros a la costó.
Nunca me había llamado la atención ser prefecta, muchas responsabilidades, pero disponer de un baño asi, para mi, cuando yo quiera... vaya si vale la pena, y con eso que es imposible bañarse comoda en los baños del dormitorio de chicas, esto representaba total libertad, comodida y sobre todo, privacidad.
Estaba suavemente iluminado por una espléndida araña llena de velas, y todo era de mármol blanco, incluyendo lo que parecía una piscina vacía de forma rectangular, en el centro de la habitación. Por los bordes de la piscina había unos cien grifos de oro, cada uno de los cuales tenía en la llave una joya de diferente color. Había asimismo un trampolín, y de las ventanas colgaban largas cortinas de lino blanco. En un rincón vio un montón de toallas blancas muy mullidas, y en la pared un único cuadro con marco dorado que representaba una sirena rubia profundamente dormida sobre una roca; el largo pelo, que le caía sobre el rostro, se agitaba cada vez que resoplaba.
Avance mirando a mi alrededor. Nuestros pasos hacían eco en los muros. Tengo unas enormes ganas de abrir todos los grifos, me acerque a unos grifos, y los abri con mis poderes, cada uno de ellos.
Me paseaba por los grifos, para quitarme la ropa que tenia encima, y pude leer que el agua llevaba incorporados diferentes tipos de gel de baño, y con que mi tia Constance es experta en eso... perdón, mi mamá.
La idea de que Constance sea mi madre, todavía me cuesta creer.
Pero con los insufribles veranos que pase con ella, viéndola crear geles por montones, debería saber de ellos. Por uno de los grifos manaban burbujas de color rosa y azul del tamaño de quaffles; otro vertía una espuma blanca como el hielo y tan espesa que pensé que podría soportar su peso si hacia la prueba; de un tercero salía un vapor de color púrpura muy perfumado que flotaba por la superficie del agua. Había uno cuyo chorro rebotaba por la superficie del agua formando grandes arcos. Luego, cuando la profunda piscina estuvo llena de agua, espuma y burbujas, cerré los grifos, y me quité el pantalón, luego la blusa, y cuando me soltaba el cabello, y volteaba a ver a Harry.
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Destiny y El Torneo de Los Tres Magos [DEH#4]
FanfictionDestiny Wright es una chica de catorce años de edad, bastante peculiar y única, ya que supuestamente, pertenece a una raza casi extinta llamada Ruddians; y después de dejar a un lado todos los problemas que le deparaban durante sus primeros tres año...