Capitulo 45. Terminando el baile.

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¿Qué hice de mi vida? ¿Por qué tengo tantos problemas con los chicos?

Me estaba dirigiendo sola a la sala común, como un poco antes de subir, me encontré a Cedric, hablando con Harry, me quede extrañada viéndolos hablar en medio de las escaleras, y Cho estaba al final de estas, creo que esperando a Cedric.

—Contigo quería hablar —dije por lo bajo mirándola enfadada—. ¿Sabes lo que hiciste hace unos días, ¿verdad?

—¿Hice que? —subió un poco la voz.

—Invitar a Harry al baile, porque sabes que tiene un pequeño enamoramiento sobre ti y le haces quedar humillado, ¿Con tal de sacarme del camino y salir con Cedric?

—Hice lo que tenía que hacer.

—Escúchame, Changa decrepita, si crees que es tan fácil dejar en vergüenza a mis amigos, estas mal, y créeme, la próxima vez que estés por lastimar a mis amigos, yo haré todo en mi poder para que no se te ocurra hablar y si quiera verlos.

Pero en vez, de atemorizarla, Cho soltó una risita.

—¿Qué? —pregunte enfadada.

—¿Acaso te dio miedo que alguien te arrebatara a tu querido, Harry Potter? —pregunta superior.

—A que te refieres —dije—, Harry es mi amigo.

—Des, estos últimos años, hemos sido periodista, y en especial, te estuvimos investigando a ti —me explicaba—, y Laura Mullet, créeme, supo reconocer cuanto te gustaba tu amiguito Harry Potter.

La respiración se me fue.

—¿Cómo ella cree reconocer eso? —pregunte colocando las manos en mi cintura, y mirando que Harry y Cedric, estaban terminando de conversar—. Tan solo dile, que esta completamente equivocada.

Dandome la vuelta, Cedric ya estaba enfrente de nosotras.

—Hola Des —me saluda respirando hondo y sonriendo.

—Hola árbol —dije mirando a las escaleras.

—¿Te molesta ir sola? —preguntó Cedric a Cho.

—¿A dónde? —pregunta confusa.

—A tu torre, quiero hablar con Destiny —responde, este me mira con odio, y sonreí con superioridad, pero luego al mirar a Cedric, sentí temor por mi—, crei que vendrías con Potter.

—Yo igual eso creía una semana antes —le comente.

—Pero viniste con Mullet, que tampoco me agrada —dijo mirando por un poco encima de mi—, pero vi que andabas contenta, y eso es muy importante para mí.

Mire a Cedric con atención.

—Quiero decirte Des, que eres muy importante para mí, y aunque no tengamos una relación como yo quisiera... me conformo con estar para ti, siendo tu amigo —le mire asombrada, y casi perpleja—. Total, nunca te encuentras una Des que le valga bledo los chicos "guapos."

—Gracias, Cedric —dije con todo corazón—, en serio, y me encantaría ser tu amiga, como siempre lo hemos sido.

—Bueno —se acerca a darme un beso en la mejilla—, descansa, y, por cierto, no había nadie más hermosa que tu esta noche.

Llegué a la torre, y pude alcanzar a Harry.

—Hey, Harry, aguanta —pedí, este se gira y me mira un poco irritado.

—¿Acaso tu le dijiste a Cedric que me falta un baño? —pregunta enfadado.

—¿Qué? —pregunte desconcertada.

—Para que sepas, me baño todos los días, con agua y jabón.

—¿Quién soy yo para juzgar tus hábitos higiénicos? —le pregunte con una sonrisa—, yo me baño, cada vez que me acuerdo.

—Eso es mucha información —dice un poco asqueado, pero después reí y el también soltó una risa, creyendo que era broma, pero, em... es en serio—. ¿Te la pasaste bien?

—Si —respondí—, aunque nunca me salvo del drama, pero me divertí mucho, a excepción de que me lanzaste mucha mierda...

—Lo siento —se disculpa rápidamente—, dijiste que no querías venir.

—Te dije que me hubiera encantado ir contigo, pero me cambiaste por Cho Chang, y mira te gusta lo entiendo, pero ya te habías comprometido conmigo, no es bueno romper un compromiso de la nada.

—Lo siento, pero si no fuera, porque lleve a la aburrida de Parvati, no me hubiera enterado de Karakov y Snape.

—¿Qué ocurrió? —pregunte interesada.

—Snape parecía bastante seguro, creyendo que algo no se le debería tomar mucho en cuenta, y... bueno, Karakov, estaba más nervioso, que no podía negar lo sucesos, y era más claro que los últimos meses, pero Snape se tiene que quedar en Hogwarts —me explicó Harry.

—¿Mas claro? —pregunte confusa—, ¿más claro que?

—¿Y por que quedarse en Hogwarts? —pregunta Harry.

—No, bueno, me llamaría más escuchar lo que Karakov dijo, ¿tendrá relación con lo que paso en los mundiales? ¿Y tu nombre en la copa?

—Pero ya habíamos dicho que Karakov no tenía idea de ello, estaba enfadado, cuando mi nombre salió como uno de los campeones —me explico Harry.

—Deberá saber lo que ocurre, tendrá una idea —le comenté acariciando mi barbilla—, debemos saber de que se trata la segunda prueba.

—¿Por qué?

—Tengo que prepararte a cualquier costa, de que vivas, y lo que yo creo que vaya pasar, pase.

—¿Qué va a pasar?

—He visto que el regresa —pensé lo que Tiny, me dijo en el sueño—. El que hizo grandes cosas, terribles, pero grandes, Harry...

—¿Te refieres a Voldemort? —me recorre un pequeño escalofrió—. Eso no es posible, Des, él está muerto, murió gracias a mí, y la muerte de mis padres.

—No lo sé, Harry —respondí, cuando llegamos al cuadro—. Luces de colores.

Entramos en la sala común y ví a Hermione y Ron envueltos en una violenta disputa. Se gritaban a tres metros de distancia, los dos rojos como tomates.

—Bueno, pues si no te gusta, ya sabes cuál es la solución, ¿no? —gritó Hermione; el pelo se le estaba desprendiendo de mi creación en su cabello, y tenía la cara tensa de ira.

—¿Ah, sí? —le respondió Ron—, ¿cuál es?

—¡La próxima vez que haya un baile, pídeme que sea tu pareja antes que ningún otro, y no como último recurso!

Ron movió la boca sin articular ningún sonido, como una carpa fuera del agua, mientras Hermione se daba media vuelta y subía como un rayo la escalera que llevaba al dormitorio. Ron se volvió hacia nosotros, y ambos retrocedimos unos pasos.

—Bueno —balbuceó, atónito—, bueno... ahí está la prueba... Hasta ella se da cuenta de que no tiene razón.

Harry no le contestó.

—No, Hermione tiene razón —comente mirándolo—, siempre la tendrá, porque tiene más neuronas que tú y Harry juntos, y... no es por ser presuntuosa, pero en toda la generación, Hermione y yo, somos lo mejor de lo mejor —les dedique una sonrisa.

Subí a mi dormitorio, y cuando encontré a Hermione, intentando quitarse el moño, me acerque a ella, y la ayude.

—Son tan idiotas —dijo haciendo a sus fosas nasales abrir más que nunca.

—Si, son hombres, y apenas tienen catorce —le explicaba—, no saben cómo expresar sus sentimientos, y como tu contienes los tuyos.

—¿A que te refieres? —pregunta, cuando le baje el cierre, y ella me ayudaba con el mío.

—Tan solo digo que Romione —respondí con una sonrisa, y Hermione me mira incrédula, cuando me quitaba el vestido y lo pateaba en el baúl.  

Destiny y El Torneo de Los Tres Magos [DEH#4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora