A pesar del sinfín de deberes que tenia para Navidad, no lo hacia, estaba bastante de caída como para hacer algo, y estar con Harry, dolia aun mas, en ningún momento yo iba a pensar que es una trampa de Cho, para mi, para que yo me quedara sin pareja, y dio resultado, ahora no queda persona alguna con la cual pueda ir al baile.
Me pase la primera semana en un conflicto emocional, ya que como Harry y yo, no se nos apetecia hacer trabajos, disfrutamos la semana. La torre de Gryffindor seguía casi tan llena como durante el trimestre, y parecía más pequeña, porque sus ocupantes armaban mucho más jaleo aquellos días. Fred y George habían cosechado un gran éxito con sus galletas de canarios, y durante los dos primeros días de vacaciones la gente iba dejando plumas por todas partes. No tuvo que pasar mucho tiempo, sin embargo, para que los de Gryffindor aprendieran a tratar con muchísima cautela cualquier cosa de comer que les ofrecieran los demás, por si había una galleta de canarios oculta, y George me confesó que estaban desarrollando el besa-sapo, el crece-pelo y algunas de las bromas que realice en ellos, y otro nuevo invento, el cual todavía no me habían dicho.
En aquel momento nevaba copiosamente en el castillo y sus alrededores. El carruaje de Beauxbatons, de color azul claro, parecía una calabaza enorme, helada y cubierta de escarcha, junto a la cabaña de Hagrid, que a su lado era como una casita de chocolate con azúcar glasé por encima, en tanto que el barco de Durmstrang tenía las portillas heladas y los mástiles cubiertos de escarcha. Abajo, en las cocinas, los elfos domésticos se superaban a sí mismos con guisos calientes y sabrosos, y postres muy ricos. La única que encontraba algo de lo cual quejarse era Fleur Delacour.
—Toda esta comida de «Hogwag» es demasiado pesada —la oí decir una noche en que salíamos tras ella del Gran Comedor (Ron se ocultaba detrás de Harry, para que Fleur no lo viera)—. ¡No voy a «podeg lusig» la túnica!
—¡Ah, qué tragedia! —se burló Hermione cuando Fleur salía al vestíbulo—. Vaya ínfulas, ¿eh?
—Destiny —me llaman, me gire, y era Fleur.
—Espero que te haya escuchado —le balbucee a Hermione—, hola, Flema.
—No me digas así.
—¿Pog que no? —pregunte imitando su acento, pero ella volteo los ojos.
—¿Con quién igas al baile? —pregunta interesada, mire a Harry, que se encontraba con Ron, resguardándose de ella.
—No planeo ig, me moguigué de abuguición y odio bailag.
—¡Puedes hablag bien!
—Etoy hablando bien —reí con un dedo en mis labios—. Nos vemos, Fleur.
—¿Con quién va a ir al baile? —preguntó Ron interesado.
—No le pregunte —respondí encogiéndome de hombros.
—¿Con quién vas a ir al baile, Hermione?
Ron le hacía aquella pregunta en los momentos más inesperados para ver si, al pillarla por sorpresa, conseguía que le contestara. Sin embargo, Hermione no hacía más que mirarlo con el entrecejo fruncido y responder:
—No te lo digo. Te reirías de mí.
—¿Bromeas, Weasley? —dijo Draco tras ellos—. ¡No me dirás que ha conseguido pareja para el baile! ¿La sangre sucia de los dientes largos?
Harry y Ron se dieron la vuelta bruscamente, pero Hermione saludó a alguien detrás de Draco:
—¡Hola, profesor Moody!
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Destiny y El Torneo de Los Tres Magos [DEH#4]
FanfictionDestiny Wright es una chica de catorce años de edad, bastante peculiar y única, ya que supuestamente, pertenece a una raza casi extinta llamada Ruddians; y después de dejar a un lado todos los problemas que le deparaban durante sus primeros tres año...