Capitulo 34. Charlie Dragons

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Llegué al dormitorio, y lo primero que hice fue tirarme en la cama, mirando al techo, esperando por una respuesta al comportamiento de Eliot, pero es sencillo, él ya me había explicado sus sentimientos por mí, y Viktor también, los anda demostrando, pero yo, estoy... como muy confusa, son muchos sentimientos, mucho que pensar y analizar.

Cosa que me dará jaqueca, que no me dará vida, ¿Qué debo de hacer?

Eran por ahí de las once y media, cuando Hermione entraba al dormitorio, y me veía desconcertada, yo me levante y la mire.

—¿Ahora que te paso? —me preguntó tomando su pijama, yo la mire sin comprender—. Oh vamos, tuviste una cita con Viktor Krum, Des, con quien toda chica quiere salir.

—Ah si —respondí sentándome por debajo.

—¿Y? —pregunta cuando me tiraba a la cama—. Des, ¿Cómo estuvo?

—Grandiosa —solte no muy animada—, estuvo bastante bien, nada como las citas que alguna vez haya tenido, todo fue tranquilo, divertido, conversamos y luego, luego, Eliot pasó.

—¿Eliot Mullet? —preguntó sorprendida.

—Sí, y... se comenzaron a pelear, porque Viktor y yo nos besamos, pues Viktor se defendió y... ¡Oh demonios! ¡No sé si dieron golpes serios! ¡O si Viktor podrá participar!

—Des...

—Sabes ire a verlos —le interrumpí colocándome mi abrigo nuevamente—. No me esperes despierta.

—¡Des!

Pero no le hice caso, cuando salía del dormitorio, miré a los alrededores, del pasillo de dormitorios, y salí hasta la sala común. Sólo unas pocas personas quedaban en ella. Los hermanos Creevey se habían hecho con un montón de insignias de «Apoya a CEDRIC DIGGORY», e intentaban encantarlas para que dijeran «Apoya a HARRY POTTER», pero hasta aquel momento lo único que habían conseguido era que se quedaran atascadas en POTTER APESTA. Abrí y escuche a la Señora Gorda decirme algo. Pero la ignore.

Me desconcerté cuando lo vi. Ahí caminando hacia su torre, con paso firme y molesto, respire hondo, y cruzándome de brazos, iba caminando.

—Es horrible, como la gente se mete en los asuntos de otros —dije por lo alto, asegurándome, por el rabillo del ojo, que Eliot lo escuchara—. Deberías aprender a dejar de hacerlo, Eliot.

Escuche como soltaba una risa, un cuanto sombria, y se veía muy diferente, al Eliot que me agradaba.

—Des, Des, Des —dijo dándose vuelta y acercándose a mi, mientras yo seguía de espaldas, dándole la espalda—, me metó, porque tu no entiendes, no entiendes que Krum, te lastimara, y no va a estar aquí, para reparar los platos rotos.

—¿Y tu si? —me doy la vuela enfadada, dándome cuenta que Eliot estaba muy cerca, y muy alto.

—Claro que si —responde seguro.

—Por favor, Eliot —replique enfadada—, ya no vamos a volver tanto tiempo juntos como lo hicimos estos dos años, yo dejare de jugar quidditch para las ligas profesionales, ¿entiendes? Nos dejaremos de ver, y todo cambiara.

—¿Crees que me enamore de ti en un mes? —pregunta bufoso—. Me gustas, Des, y tu no lo entiendes... no entiendes, que las cosas que se sienten no cambiara, porque no nos veremos un par de semanas o meses. ¿Por qué no lo entiendes?

—¿El qué? ¿Tus sentimientos? —preguntaba irritada—. Sí, no los entiendo, porque enamorarse es una pérdida de tiempo, y más de mí, Eliot. Estas perdiendo tu tiempo.

Destiny y El Torneo de Los Tres Magos [DEH#4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora