Parte II: Capítulo 14

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—¿Y qué tal este? —Preguntó Francis mirando a la fiscal que estaba pendiente de los archivos del caso. —Cariño.

—Sí, me parece bien. —Respondió sin ganas.

—Parezco la novia en vez del novio. —Francis suspiró ganando la atención completa de Megan por primera vez en la noche.

—Eso es un comentario bastante machista, tú también puedes encargarte de los preparativos de la boda tanto como lo hago yo, ahora estoy en un caso importante y no tengo tiempo para estar perdiéndolo en eso. —Megan volvió a mirar los archivos.

—¿Está todo bien? —El joven doctor le miró y ella asintió. —Quizás deberías descansar un poco del trabajo.

—Me gustaría estar sola ahora. —Ella lo miró y Francis suspiró, ella de nuevo estaba apartándolo.

—Iré a comprar algo de comida, ¿Quieres algo en específico?

—Comeré afuera.

—Sé que a tu amiga no le caigo muy bien, pero ella también podría comer aquí. —Megan evitó comentarle que cenaría con Nicole García y solo se levantó para irse a su habitación para quitarse ese incomodo traje que usaba en el trabajo, se puso algo más informal.

Sus departamentos no estaban muy alejados así que no se tardó mucho en llegar y a las 6 PM en punto ella se encontraba tocando el timbre del departamento de su representada legal. Cuando esta le abrió la puerta se quedó sin habla, aun se sorprendía como con cosas tan simples ella se podía ver hermosa y sexy. Aquel día llevaba unos pantalones deportivos de algodón y un crop top negro que dejaba ver un poco de su abdomen ligeramente marcado. Cuando miró la cara de Nicole, notó como esta sin vergüenza alguna también le había mirado de arriba a abajo, cuando miró sus ojos debía admitir que se sintió algo intimidada por la latina.

—Hola, Megan.

—Hola, Nicole. —Ambas se sonrieron antes de que Nicole le dejara pasar, Megan notó como la latina aun usaba sus muletas, pero se veía mejor que la primera vez que le había visto. —¿Necesitas ayuda en algo?

—No te preocupes, puedo por mi propia cuenta. —Megan asintió, ella sabía que debían dejar a las victimas ser lo más independientes posibles para que lograran avanzar en su recuperación. —Puedes sentarte en el balcón, está todo preparado ahí, solo debo terminar de hervir el agua.

—Está bien. —Megan fue al balcón y aprovechó de mirar la gran vista que tenia de la ciudad, era un buen punto de la ciudad para ver casi todo el centro.

Megan siempre había querido un lugar así, le gustaba poder ver las noches en Nueva York o el atardecer entremedio de todo el lio que había en la alocada ciudad, pero a ella le gustaba. El problema era Francis, le estresaba Nueva York y quería estar en un lugar del centro donde también podían evitar escuchar todo lo que pasaba debajo de ellos y evitar las luces de la ciudad, además prefería un departamento donde llegara lo justo y necesario de luz solar así que su departamento está estratégicamente ubicado entre medio de dos evitando que la luz del amanecer llegara por su ventana y también el del atardecer.

—Pronto será el atardecer. —Nicole entró con una sonrisa dejando la tetera en la mesa, Megan pensó que ella debía ser muy hábil para lograr preparar todo esto sin problema alguno. —Es una vista privilegiada de Nueva York.

—Ya lo creo. —Ambas se sentaron en la mesa que estaba ahí, Nicole preparó el té para ambas y esperó que Megan lo probara expectante. —Vaya, en realidad es un buen té. —Nicole sonrió.

—Lo sé, cuando vives en Inglaterra un buen tiempo aprendes a encontrar el mejor té. —Megan rio levemente. —Tienes una risa muy linda. —Ambas miraron sus ojos y por primera vez sintió calidez en esta, usualmente no le decían aquello, ni siquiera Francis.

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