La niña parecía tener una batería interminable y Nicole seguía jugando con ella mientras la niña ignoraba a Megan, a la niña no le agradaba demasiado la fiscal y lo había dejado en claro. Nicole corría persiguiendo a la niña que corría por todas partes y a pesar de que a Valerie no le agradaba Megan, la fiscal miraba la rápida relación que habían formado ambas.
—Es hora de irte a la cama. —Nicole le tomó en sus brazos. —Mañana no irás a tu escuela. Iremos a comprar algunas cosas, ¿Bien? —Ella asintió con una sonrisa.
—Mamá siempre dijo que eras genial. —Nicole se quedó mirandole sorprendida y Megan le miró preocupada, ella se había quedado congelada. —¿Por qué te pusiste triste?
—No lo estoy, —Mintió. —es sólo que me acordé de tu madre. Ella también me decía lo asombrosa que eras. —La niña le miró con emoción. —Es hora de dormir, Val. —La niña asintió.
Luego de al menos tres cuentos que se había creado Nicole, la niña por fin se había dormido. Nicole se quedó observando a la pequeña un largo rato notando el parentesco que tenía con Beatrice. Más de una vez había visto a esa niña en la empresa de los Collins corriendo por todo el lugar mientras los de seguridad le perseguían, Beatrice siempre se reía de lo que hacía su hija mientras que Steve apenas le tomaba en cuenta.
—¿Todo bien? —Nicole asintió cayendo rendida al sillón junto a Megan.
—Sip. Esa niña tiene demasiada energía. —Suspiró.
—Me refería por el comentario acerca de Beatrice. —Nicole le miró notando la preocupación de Megan.
—Si, lo estoy. Me pilló por sorpresa, pero supongo que deberé acostumbrarme a esos tipos de comentarios de su parte. —Nicole se acomodó en su sofá y puso su cabeza sobre las piernas de Megan. —Gracias por acompañarme.
—No he hecho mucho.
—Nos hiciste la cena, estamos agradecidas. —Megan sonrió antes de empezar a acariciar el cabello de Nicole. —Gracias por quedarte, en serio necesitaba esto.
—¿El qué? —Megan preguntó sin entender bien a lo que Nicole se refería.
—Necesitaba esa seguridad que tengo a tu alrededor. —Cuando Nicole le miró, Megan se sintió perdido en esa mirada chocolate de la latina. Fue cuando decidió besarle. Cuando se separaron, Megan no pudo evitar soltar un bostezo. —Ven, te llevaré a la habitación. —Nicole se levantó y cuando miró a la fiscal que parecía nerviosa, sonrió. —Megan, dormiré en el sofá.
—No tienes que hacer eso por mí.
—Tranquila, no es un problema. —Nicole besó su mejilla antes de tomar su mano para guiarle a su habitación.
Nicole le había prestado un pijama y mientras la fiscal se iba al baño a cambiar de ropa, aprovechó su oportunidad para asegurarse de que todo estuviera al orden y Megan me encontrara algo que podría arruinar su plan. Cuando Megan salió, Nicole ya no se encontraba ahí y supuso que la otra mujer se había ido al sofá. Se acostó en la cama de la latina y sintió ese aroma que parecía ser natural en Nicole y fue en ese momento que se sintió como una adolescente enamorada.
Por la mañana, se escucharon fuertes golpes en la puerta. Megan se despertó extrañada y se acercó lentamente al pasillo, pero se detuvo al ver al detective en la puerta, rápidamente se escondió de su vista, no quería recibir preguntas de su parte.
—¿Puede darme un momento?, prometo no escapar. —Fue lo único que escuchó Megan antes de Nicole se acercara a ella. —Debo ir con la policía, no sé de qué se trata. Por favor, habla con Grace para que cuide a Valerie pues seguramente tú también deberás ir. —Megan se limitó a asentir, y es que no podía hacer nada en ese momento pues el detective no podía saber el tipo de relación que llevaban, Megan en serio quería ese caso.
Cuando Nicole se fue, ella tomó su teléfono y notó que no había ninguna llamada, al parecer el detective Quinn estaba realizando investigaciones sin que ella se enterara. Cuando se puso su vestido para poder ir a arreglar el asunto y saber que estaba pasando, vio en la puerta se encontraba Valerie frotándose sus ojos.
—¿Y Nicole? —Preguntó.
—Ella ha tenido que irse un momento para arreglar unos asuntos, pero no te preocupes. Buscaremos a Grace, ¿Por qué no te cambias de ropa? —La niña asintió, mientras Megan se encargó de preparar algo de comer pero por tiempo solo hizo cereal con leche. —Espero te guste.
—¿Qué es esto? —La niña miraba extrañada el plato.
—Cereal con leche.
—¿Cereal con leche? —La niña tomó la cuchara revolviendo la mezcla.
—¿Qué sueles comer como desayuno?
—Avena, frutas o tostadas. —Megan miró a la niña recordando su propia infancia viéndose reflejada en la niña por un momento.
Cuando ambas estaban afuera de la puerta de Grace, esta no respondió. Megan supuso que la chica seguía ocupada en su trabajo y miró a la niña.
—Uhm, supongo que tendremos que estar todo el día juntas. —La niña sólo hizo una mueca. —Iremos de compras.
—Bien.
Megan llamó a su asistente para que fuera a la comisaría a investigar qué diablos estaba pasando y por qué se habían llevado a Nicole. Luego de eso llevo a la niña al centro de la ciudad para hacer las compras que se suponía que haría Nicole junto a Valerie.
—No sé qué quiere que le diga. —Nicole miró al detective Quinn.
—Quiero que me explique como usted pudo detener a casi tres hombres en ese callejón, pero no pudo hacerlo en el departamento de Beatrice Collins. —Nicole suspiró fingiendo cansancio, ella sabía que algún día preguntarían eso.
—Como lo he repetido en mis declaraciones, ellos eran 5 y venían armados, el miedo me consumió en ese momento porque pensé que podríamos salir muertas de ahí y Beatrice me dijo que simplemente nos dejáramos capturar, no era la primera vez que algo así le pasaba. El otro día fue diferente, sabía que ellos no querían sólo atraparnos, querían matarnos para que la testigo fundamental del caso y la fiscal a cargo desaparecieran. —Ella miró al detective que parecía estar pensando en ello. —No iba a dejar que ningún hombre se crea capaz de hacerme daño, mucho menos si involucraba a alguien más. —Sabía que aquello sonaría convincente porque en su registro aparecía el caso de su custodia cuando era joven, él sabía que Nicole había sufrido agresiones de parte de su padrastro.
—Muchas gracias, señorita García. Se puede ir. —El detective se levantó para irse pero la voz de Nicole le detuvo.
—¿Debería hablar de esto con la señorita Robbins?
—Ya se lo haré saber, no se preocupe.
—Para la próxima puede llamarme, —Nicole se levantó. —hubiéramos evitado todo el drama de la policía. —Y antes de irse sólo se dio una mirada con el detective. Luego de salir de la comisaría llamó a Megan para saber en donde estaban.
Cuando Nicole llegó a la juguetería una involuntaria sonrisa salió de sus labios al ver a Valerie sentada en el carro de la juguetería hablando de algo con Megan. Aquello no duró mucho pues se recordó una vez más que debía seguir con su trabajo y esta vez teniendo más cuidado, ahora tenía una responsabilidad más y aún debía contárselo a su hermano.
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Killer Love
Teen FictionNicole García creció en las calles del Bronx teniendo una niñez llena de violencia y maltrato, cuando cumple 12 años decide dejar su casa para escapar de aquel infierno entrando a otro. Cuando por fin piensa encontrar ayuda con una joven mujer que d...