Epílogo

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La fiscal miraba la foto de ella junto a Nicole y Valerie, era lo único que había en el departamento de la latina cuando logró abrirlo. Ellos se habían llevado todo y no habían dejado ni un rastro, como si ellos nunca hubiesen existido, aunque le gustaría que fuese así había pasado un año desde que Nicole se había ido y no podía dejar de pensar en ello.

—Traje el almuerzo. —Hayley entró con un cigarrillo en su boca, al llegar frente a la fiscal esta le miró mal haciendo que la chica lo apagara y lo lanzara por la ventana.

—¿En serio? —Hayley se encogió de hombros.

—Sigues viendo esa foto. —Megan rápidamente le dejó de lado. —Quizás deberías dejar el tema, no te hace bien. Tuviste un amor asesino.

—No trates de crear términos por lo que viví. —Hayley sonrió levemente.

—Pero es la verdad, estuviste con una asesina y aunque no te mató, te asesinó de otras formas. —Megan sólo rodó sus ojos. —¿No has avanzado en nada?

—No dejaron ni un rastro, es como si ellos nunca hubiesen existido. —Megan miró su pizarrón. —Lo único que sé es que ellos vivieron en Inglaterra. Pero no hay registros de aquello, la policía se está rindiendo con todo esto.

—Al menos Steven está en la cárcel. —Megan asintió y tomó el plato de comida que su amiga le llevó. —¿Quieres ir a buscarla?

—¿Qué?

—Yo puedo acompañarte, de todas formas, terminé con el estúpido de Erick así que también me iría bien una aventura. —La rubia le miró sorprendida.

Nicole esperaba fuera de la escuela a Valerie quien hablaba con sus amigos antes de correr al auto al verle. Al llegar le dió un rápido abrazo antes de subir al auto y Nicole le siguió.

—¿Hoy iremos con Grace? —La latina le asintió a la niña. —Genial. ¿Cuando se casarán?

—Valerie. —Nicole le miró algo asustada y la pequeña rió fuertemente.

—Era sólo una broma, pero a ella le gustas.

—No pienses en ello, ¿No deberías pensar en cosas de niñas de tu edad?

—¿Y qué sería eso?

—No lo sé, ya no recuerdo que pensaba a tu edad. —Nicole dijo sinceramente. —En fin, sólo no digas eso. Con Grace somos amigas.

—¿Cuándo encontrarás una nueva mamá para mí?

—¿Por qué quieres eso?

—Porque quiero que seas feliz. —Valerie le dijo con una sonrisa. —Siempre haces lo mejor para nosotros, pero nunca veo que hagas algo por ti.

—¿Has estado hablando con tu tío? —Valerie se encogió de hombros. —Yo soy feliz con la vida que llevábamos ahora, con eso me basta y me sobra.

—Si, pero prefería vivir en Madrid pues podíamos hablar español.

—Podemos hablar español aquí en Londres cuando quieras, Valeria. —Le molestó haciendo sonreír a la chica.

—No es justo, pues tu nombre es igual en inglés y español. —La latina se encogió de hombros. —Nicki, ¿Cuándo podré tener tu apellido?

—¿Qué?

Megan estaba en su sofá mirando algunas fotos en su celular, aún conservaba las fotos que tenía con Nicole. Sabía que esto no era bueno para ella, pero se encontraba en el medio de la frágil línea entre el amor y el odio. No podía sacarse a la latina de la cabeza, aún al recordar cómo las manos de la latina recorrían su cuerpo sentía que estás le quemaban.

—Hayley. —Megan habló apenas su amiga le contestó. —Nos vamos a Europa.

—¿En serio?

—No, estúpida sólo juego con algo así. Claro que es en serio, la encontraré antes de que la policía lo haga y le haré pagar por todo lo que ha hecho.

—Por todo lo que te hizo, querrás decir. Eres bastante vengativa, recuérdame nunca hacer algo en tu contra.

Nicole sentía unos suaves labios recorrer su cuello, abrió sus ojos encontrándose a Grace con una pequeña sonrisa mirándole. Nicole acarició su mejilla antes de besarle intensamente. Desde hace unas semanas ellas habían vuelto a la antigua relación que llevaban, aunque Nicole se encontraba algo en contra de volver a esto por el bien de Grace, la enfermera había encontrado la forma de convencerle.

—Gracias por ir a dejarme el almuerzo. —Murmuró volviendo a besar el cuello de la latina.

—A veces creo que lo haces intencionalmente.

—Puede ser. —Grace le sonrió antes de darle una mordida. —Te veías tan linda durmiendo.

—¿En serio?, pues debiste dejarme así un rato. —Murmuró Nicole.

—Si quieres puedo dejarte para que vuelvas a dormir. —Grace se separó levemente, pero Nicole tomó su rostro para volver a besarle.

—Oh, claro que no Grace. Si empiezas, debes terminarlo. —Las mujeres volvieron a conectar sus labios cuando la puerta fue abierta.

—¡Si! —Valerie saltó a la cama y ambas se miraron sorprendidas, Grace había olvidado cerrar la puerta. —Sabía que ustedes iban a terminar juntas.

—Cariño... —Grace se separó de Nicole agradeciendo de que aún no se estuviesen sacando la ropa.

—Pues quizás debí hacerte caso. —La latina le sonrió a la niña dejando a la enfermera confundida. —Me toca ser feliz y Grace lo hace, así que ahora estamos juntas.

—¿Lo están? —La niña preguntó mirándoles.

—¿Lo estamos? —Grace dijo confundida.

—Supongo, ¿No? —Grace asintió rápidamente, esto era lo que siempre había querido. —Vamos, iremos por pizza antes de que Shannon y Stephen lleguen a casa.

Megan preparaba su maleta rápidamente, no iba a perder ni un segundo más en dejar que Nicole siguiera libre. Le iba a buscar y encontrarle, aunque aquello fuera lo último que haga. Tomó la foto mirándola una vez más antes de guardarla en su bolsillo mordiendo su labio para retener algunas lágrimas.

—No sé a quién le miento, sólo quiero volverte a ver. —Megan empezó a llorar cayendo al piso. —Sólo quiero volver a sentir tu aroma y ver tus ojos. —Murmuró aunque sabía que nadie le escuchaba necesitaba soltarlo. —Este amor por ti me está matando.

Nicole estaba en su balcón mientras Grace dormía en su cama, necesitaba un respiro y solo miraba a la luna preguntándose cómo estaba la rubia.

—Supongo que nunca podré disculparme contigo. —Nicole murmuró. —Nunca fui lo suficientemente buena, debiste encerrarme cuando pudiste, rubia. —Nicole cerró sus ojos soltando una lágrima. —Adiós, Megan.

Killer Love Donde viven las historias. Descúbrelo ahora