Parte III: Capítulo 23

3.8K 329 17
                                    

Megan salía de su oficina viendo a la patrulla que siempre estaba cerca de ella desde el secuestro, fue a su auto soltando un audible suspiro antes de conducir en dirección a la casa de su padre.

Su padre le había convencido para ir a cenar esa noche pues había invitado a sus abuelos a la cena, usualmente su padre no hacía ese tipo de cosas pues apenas tenía tiempo para preocuparse de eso, sus reuniones familiares resultaban ser en las fiestas de las empresas, aunque con su madre desde hace bastante que no se veían la mujer la llamaba cada noche desde la noticia. Megan empezaba a cansarse de toda esa atención sobre ella, aquello sólo causaba más estrés en ella y era lo menos que necesitaba en ese momento, sólo debía enfocarse en el caso.

Cuando bajó del auto las ama de llaves le saludaron felices de verla, en su mayoría trabajaban en la casa de su padre desde que era una niña y toda esa gente se había vuelto parte de una segunda familia, ellos habían sido las personas que no le habían hecho sentir tan sola.

Megan sacudió su cabeza tratando de desviar todos los pensamientos del pasado mientras iba al comedor en donde le esperaban. Cuando pasó por la puerta se detuvo de golpe al ver a una latina haciendo reír a su padre y sus abuelos.

—Megan, por fin llegas. —Su padre le habló, pero la mirada de la fiscal permaneció en Nicole quien le sonreía. —Se me había olvidado decirte que había invitado a Nicole, espero no sea un problema.

-—No. —Dijo aclarándose la garganta. —No me significa un problema. —Su abuelo le señaló la silla que estaba a un lado de Nicole.

—Cariño, siéntate. No creo que quieras cenar de pie. —Megan obedeció, pero hubiera deseado esa opción o sentarse en otra parte, pero eso sólo dejaría en evidencia que ella apenas podía estar cerca de la latina sobretodo cuando llevaba un vestido tan lindo. —Nicole nos contaba acerca de uno de sus viajes.

—¿Uno de sus viajes? —Nicole asintió.

—Gracias a mi madre tuve la oportunidad de viajar por un montón de lugares. —Aclaró.

—¿Cómo está Shannon? —Preguntó Edward.

—Ahora está en Alemania, la verdad es que ella se ha retirado de los negocios y se está gastando todo su dinero viviendo todo lo que no pudo por su trabajo y cuidarnos a nosotros. —Nicole se encogió de hombros. —Usualmente sólo hablamos cuando ella nos llama, no queremos interrumpir sus viajes pues ella se merece descansar. —Megan le miró con una sonrisa embobada y Nicole le miró por el rabillo del ojo, pero no dijo nada para molestar a la fiscal sólo empezó a comer lo que le habían servido.

—Me alegra que mi nieta conociera a una persona como tú, se nota que eres una buena chica. —La abuela de Megan la halagó haciendo que Nicole bajará la mirada, aquello de alguna forma le incómodo.

—¿Y Valerie? —Megan preguntó.

—Con mi hermano, ambos tienen un gran vínculo y Stephen se ha quedado a ayudarme a cuidarla, quiero que tenga una vida normal y es difícil cuando su padre no deja de hacer estupideces.

—¿Valerie Collins? —El abuelo de Megan intervino, Nicole asintió. —De verdad debes tener un corazón muy bueno.

—Si usted lo dice. —Nicole se encogió de hombros. —Solo trato de hacer lo correcto la mayor parte del tiempo, —Nicole posó su mano sobre la pierna de Megan sin que nadie lo notará, la fiscal dio un pequeño salto, pero al parecer nadie lo notó. —eso fue lo que me enseñaron. Pero también soy humana y como cualquier humano cometo errores y puedo hacer cosas malas. —Nicole acarició lentamente la pierna de la fiscal quien sólo mordió su labio.

—Eres una chica inteligente, de seguro debes encantar a las jovencitas. —Nicole sonrió subiendo su mano acercándose al entrepierna de Megan peligrosamente.

—La verdad no me interesa mucho eso, soy una persona que sabe lo que quiere y si alguien me gusta de verdad me concentro en una sola persona. Y ahora mismo, no me interesa nadie más que una persona. —Megan tomó la mano de Nicole deteniéndola y la miró seriamente antes de aclarar su garganta.

—Nicole, ¿Podríamos ir al jardín un momento? —Sus familiares le miraban confundidos y Nicole fingía estarlo. —Tenemos que hablar algo importante ahora, si nos disculpa la cena estuvo excelente. —Megan se levantó y Nicole le siguió hasta el jardín de la casa.

—Megan la mira como esa vez. —Comentó Edward tomando de su copa de vino.

—Y Nicole parece decidida con nuestra niña. —La anciana comentó con una sonrisa.

—Me agrada, además no todos los días encuentras a alguien que salte de un edificio en llamas para salvarte.

Megan la guío por el gran jardín hasta un árbol en donde subió por unas escaleras y Nicole mientras subía trató de no mirar hacia arriba por un poco de respeto por Megan quien lo notó, pero no dijo nada. Estaban en la casa del árbol que tenía Megan desde que era una niña, no era muy grande pero era lo bastante espaciosa para que ambas estuvieran ahí.

—¿Qué diablos fue eso?

—Uhm, yo sólo hablaba con tus abuelos y tu padre. Son bastante agradables.

—No me refiero a eso, me refiero a tu mano y el hecho de que estés aquí está noche.

—Oh, eso. —Nicole sonrió. —Solo quería molestarte un poco, pensé que te gustaba pues no parecías tener una mala cara. —Megan frunció el ceño. —Okay, mala respuesta.

—Nicole, ya lo hablamos.

—En realidad, sólo lo hablaste tú y lo decidiste tú. —Nicole miró el lugar viendo la cantidad de peluches que habían ahí. —Así que, ahora que estamos solas tendrás que escucharme.

—Nicole, es en serio.

—Bueno, si no quieres escucharme... —Nicole suspiró acercándose lentamente. —tendré que besarte. —Se quedó frente a frente a Megan quien no se movió. —Pero algo me dice que es eso lo que quieres.

—Yo...

—¿Quieres que te bese, Megan? —La fiscal miró sus labios. —Porque yo quiero besarte ahora mismo, no sabes cuánto extraño tus labios. —Nicole se acercó lentamente. —¿Quieres que te bese, Megan?

—Al carajo, si. —Fue Megan quien tomó el rostro de Nicole para besarle mientras la latina tomaba su cintura y pegaba su cuerpo a la pared.

Un beso ansioso empezó y Nicole festejaba por dentro, por fin volvía a tener a Megan en donde la quería. Megan había vuelto a caer en su hechizo y Nicole empezaba a sentirse segura de sus habilidades una vez más, sabía que nadie podía negarse a su juego.

Pero fue cuando las cosas empezaron a subir de tono y Nicole apretó el trasero de Megan que la fiscal la apartó rápidamente.

—No. —Dijo de repente. —Dios, no. Lo siento, ¿Te he lastimado? —Megan preguntó pues había tocado sus vendas, pero había lastimado algo más importante para Nicole, su ego. —Nicole, debes entender que esto es lo mejor para el caso.

—Me importa una mierda. —Nicole gruñó, debía jugar con todas sus cartas posible. —Ese imbécil me ha quitado todo lo que me ha hecho feliz y seguirá intentándolo, yo no perderé ante él, pero no quiero perderte. —Megan miró sus ojos. —No puedes hacerme esto.

Pero lo hizo, Megan simplemente se fue y Nicole ni siquiera se tomó la molestia de volver al comedor, simplemente se fue de la casa de los Robbins. Megan la había dejado y Nicole no podía creerlo, si eso sería así haría pagar a Megan hasta que se arrepienta de su decisión, nunca nadie había actuado así con ella. Ella no se rendiría hasta saber que el corazón de Megan estuviera en sus manos, pero Nicole no sabía lo peligroso que sería esta misión para ella.

Killer Love Donde viven las historias. Descúbrelo ahora