Parte III: Capítulo 25

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Megan cruzó las puertas de la comisaría rápidamente y buscó al detective Queen quien estaba en la máquina de café preparándose uno con tranquilidad.

—¿Por qué la has arrestado?

—Ella se metió en una pelea. —Quinn la miró con poco interés.

—Quinn, ella tiene parte de su cuerpo recuperándose de quemaduras, algo debió pasar.

—Era su padrastro. —Megan soltó un suspiro. —Al menos, eso me dijo él. Al parecer no se llevaban para nada bien, se vieron y no pasó mucho antes de que una pelea empezara. Ten por seguro que sé que él inició la pelea, sé que es así, pero no puedo soltarla si no participa y ella pidió que llamarán a su abogada que al parecer eres tú.

—Vamos, déjala salir luego, creo que ya lo está pasando mal. —Megan entró al salón de interrogatorios y vio la cara de Nicole recordándole la primera vez que la vio, Megan no podía entender como esa mujer podía resistir tanto.

Sin duda no sabía nada de la latina, ella desde que Malcolm llegó a su vida para quedarse se había acostumbrado a las palizas.

Nicole terminó de arreglar la casa de su abuela Carmen con una sonrisa, por fin había terminado. Fue cuando cerró la puerta con su llave cuando escuchó gritos en la casa de al lado, ella sabía lo que estaba pasando y pensó en irse, pero cuando escuchó el ruido de vidrios rompiéndose no lo soportó más.

Abrió la puerta de una patada y no tardó en separar a Malcolm de su madre, ambos le miraban sorprendidos, pero el hombre aprovechó su oportunidad para desquitarse de Nicole luego de la última vez que se vieron. Empezaron una pelea y por la condición de Nicole no pudo pelear como quiso, la pelea duró hasta que la madre de la joven latina llamara a la policía pues temía separarlos y que le golpearan.

—Tienes que decir lo que ha pasado.

—Es claro que le patee el trasero, pero esa estúpida sólo lo defenderá y dirá que yo lo ataqué cuando mis intenciones fueron defenderla. —Megan notó la ira en la voz de Nicole.

—Nicole, debes decirlo y la policía hará su propia investigación.

—No lo hará, sólo estoy perdiendo mi maldito tiempo. Él siempre se sale con la suya de alguna forma, sólo sácame de aquí, te pagaré esto.

—Le dirás esto al detective, luego tú y yo hablaremos y así será como me pagarás. —Nicole se cruzó de brazos antes de apartar la mirada y asentir.

Luego de que un policía tomara su declaración y gracias a la influencia de Megan, Nicole estaba saliendo junto a la fiscal de la comisaría. Nicole le siguió hasta su auto y subió, estaba enfadada y en serio esperaba que la fiscal le distrajera, quizás por fin podría acostarse con alguien luego de todo este tiempo.

—Lamento lo de la otra noche. —Nicole asintió. —Fue algo que no debí hacer.

—No debiste, pero ya pasó.

—Te pido disculpas, por todo. —Nicole sólo volvió a asentir. —¿Puedo suponer qué él es una de las razones por el cuál Shannon Harris peleó por tu custodia?

—La verdadera razón fue la estúpida que se hace llamar mi madre, ella fue quien permitió que él me golpeara cada vez que quería. —Nicole se sorprendió al confesar aquello, ella no hablaba de eso. Sintió la mano de Megan tomar la suya, la apartó luego de unos segundos. —Debes dejar de hacer esto.

—Lo siento. —Se volvió a disculpar.

—¿De qué quieres hablar exactamente?

—Ya lo estamos haciendo. —Megan se encogió de hombros. —La verdad esperaba llegar hasta mi apartamento, pero bueno...

—¿Lo dañe demasiado?

—¿Te preocupa?

—Solo no quiero tener problemas serios, por Valerie.

—Tranquila, estoy segura que él no presentará cargos pues no sería conveniente para él. —Nicole asintió.

—¿Me podrías dejar cerca de mi casa?, debo arreglarme un poco pues no quiero que Valerie me vea así cuando mi hermano la recoja de la escuela, además tengo una cita.

—¿Qué? —Megan la miró cuando el semáforo estaba en rojo. —¿Tienes una cita?

—Si, creo que es lo mejor. —Nicole hizo una mueca. —Para ambas.

—Nicole...

—¿Qué quieres que haga, Megan? —Nicole le miró. —Es claro que no estaremos juntas en un montón de tiempo pues el caso tardará, yo sólo quiero volver a tener mi vida.

—Pensé que yo te gustaba.

—Es cierto, pero no puedo detener mi vida por ti. —Megan se quedó en silencio y Nicole notó que pasó su edificio. —Megan.

—Dame un momento. —Cuando entraron al estacionamiento subterráneo y Megan estacionó el auto, se miraron a los ojos. —No quiero que salgas con nadie que no sea yo.

—Eso es algo posesivo, sobretodo en la situación que nos has puesto.

—Pensé que querías que él estuviera en la cárcel.

—Y lo quiero, pero no eres la única capaz de eso, Megan. No tienes que tomar esa responsabilidad, menos cuando tú también estás siendo afectada y una víctima en esto, no es saludable para ti. —Megan soltó un suspiro.

—¿Qué me estás haciendo Nicole García?

—Espero que lo mismo que tú. —Ambas se miraron hasta que Megan atacó sus labios una vez más. Esta vez Nicole no se apartó, esperó hasta que Megan se separó para volver a hablar. —Debemos dejar de hacer esto.

—Lo haré. —Nicole le miró confundida, ella no esperaba esa respuesta. —Dejaré el caso.

—¿En serio? —Bien, eso la sorprendió aún más, esperaba darle unas semanas más. Había conseguido la suficiente información para saber que Megan se había hecho adicta a su trabajo, pero esto era nuevo. Megan asintió acariciando su mejilla.

—Nunca me había sentido de esta forma con nadie y no creo que sea el hecho de que seas una chica, nunca me había interesado alguien de la forma en que tú me interesas.

—Quizás sea el hecho de que saltamos de un edificio en llamas para salvarnos. —Megan negó levemente.

—Lo que siento ahora mismo es lo mismo que sentí hace años atrás cuando te vi por primera vez, pensé que nunca más volvería a verte, pero aún así estuviste en mi cabeza por un tiempo hasta que decidí que ya era suficiente. —Nicole sonrió levemente, aunque era una sonrisa falsa Megan no lo notó. —No quiero perder esto, menos por él.

—Lo haremos pagar de una de las formas que más le dolerá. —Megan le miró confundida. —Siendo felices. —Nicole capturó sus labios una vez más en un beso más lento.

De pronto la temperatura había empezado a subir y la mano de Nicole se posó sobre la pierna de la fiscal que parecía disfrutar de las caricias, pero cuando la latina intentó subir su mano peligrosamente, Megan detuvo su mano y se apartó levemente.

—No así. —Y es que a Megan no sólo le preocupaba que alguien les viera, sino que se preocupaba de la condición de Nicole y quería que ella ya estuviera recuperada para hacerlo.

—Bien. —Sonrió falsamente antes de dejar un beso en la frente de la fiscal. Nicole era muy buena para ocultar su frustración. —Ahora vamos a mi casa, debo cancelar una cita y Valerie te extraña.

—¿En serio?

—Claro, tienes un encanto natural que hace que le termines agradando a todo el mundo.

Killer Love Donde viven las historias. Descúbrelo ahora