No había canal que no estuviera transmitiendo la detención de Steve Collins, por fin los hermanos habían conseguido lo que querían. Ahora tenían el pase libre para seguir con el favor de Gino mientras Steve era encarcelado.
El ataque "sorpresivo" a Nicole y su fiscal había ayudado para que mientras se realizara la investigación del caso, Steve permaneciera en la cárcel pues era considerado un peligro para la sociedad y para la testigo fundamental del caso. Megan había apresurado las cosas por la preocupación de que pudiera pasarle algo a la latina, ella había sentido mucho miedo aquella noche, pero no habían hablado de aquello. A decir verdad, a penas habían hablado.
—Me gusta el departamento. —Healy se tiró sobre su sofá, pero Megan apenas le prestó atención. Estaba pendiente de la televisión. —Gran trabajo por cierto, lo lograste. Ahora relájate un poco.
—No puedo.
—Lograste que congelaran todas sus cuentas, él no podrá hacerle nada a tu novia.
—No es mi novia. —Megan le miró seriamente y Healy sólo sonrió.
—Buen punto, ni siquiera le has hablado. Es de mala educación besar a alguien y luego ignorarle. —Megan sólo le miró mal.
—He estado ocupada.
—Ahora ya estás un poco más libre. Podrías llamarle.
—No sé si sea buena idea. —Hizo una mueca. —Yo... —Y antes de que la fiscal pudiera seguir diciendo algo, su teléfono sonó y era aquella latina. —Es ella.
—Contesta. —Megan negó, pero Healy fue quien le robó el celular y contestó el teléfono.
—¿Megan?
—No, soy Healy. —Megan le miró sorprendida.
—Oh, ¿Megan está por ahí?
—Si, está aquí. Dame un segundo. —Healy le entregó el teléfono y la miró por un momento antes de que la rubia se llevara el celular al oído.
—¿Nicole?
—Dios, por fin contestas. —Megan notó algo de desesperación en la voz de Nicole. —Necesito tu ayuda o algo, no sé qué hacer.
—Nicole, cálmate. ¿Qué ha pasado?
—¿Puedes venir?, En serio necesito que estés aquí.
—Voy para allá. —La llamada finalizó y la rubia rápidamente fue por su bolso.
—¿Pasó algo?
—Eso veré.
Megan ahora vivía mucho más cerca de Nicole pues era un buen lugar para vivir, aún así tomó un taxi para llegar lo más rápido posible, estaba preocupada por lo que pudo haberle pasado a la latina. Cuando llego al edificio pasó rápidamente y el portero ni siquiera le interrumpió, lo cual agradeció. Cuando llegó al piso de Nicole escuchó unas risas provenientes del departamento, cuando tocó la puerta y la latina abrió se quedó sorprendida, ella sólo tenía su cara rayada.
—Uhm...
—Ven. —Nicole tomó su mano obligándole a entrar, cuando vio el salón vio a Grace jugando junto a una niña rubia.
—¿Qué es lo que pasa? —Preguntó confundida, no entendía lo que pasaba.
—Vamos a mi estudio. —Asintió. —Grace.
—Yo me encargo, tranquila. —Grace le sonrió, pero le dio una mala mirada a Megan antes de volver a jugar con la niña. Cuando ambas mujeres entraron, Nicole se tiró sobre el sofá que tenía en su estudio.
ESTÁS LEYENDO
Killer Love
Teen FictionNicole García creció en las calles del Bronx teniendo una niñez llena de violencia y maltrato, cuando cumple 12 años decide dejar su casa para escapar de aquel infierno entrando a otro. Cuando por fin piensa encontrar ayuda con una joven mujer que d...