Parte III: Capítulo 21

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La fiscal pestañeó varías veces para adaptarse a la luz luego de que le sacaran la venda otra vez, al ver a la persona frente a ella se quedó sorprendida. Ella no podía estar aquí. Megan se empezó a mover en su asiento desesperada hasta que la latina tomó sus hombros con fuerza y le miró seriamente antes de quitarle la mordaza de la boca.

—¿Qué mierda?

—No estoy para sermones de que no debería estar aquí, no es el lugar ni el momento. Ya he llamado a la policía, los hombre se fueron hace 20 minutos y no sé cuándo volverán, me demoré un montón en encontrarte así que ahora te desataré y nos iremos antes de que ellos vuelvan.

—Es que... Eres idiota. —Ella sólo me dio una mala mirada antes de empezar a desatarme. —No has pensado en las consecuencias como siempre, eres fundamental en el caso, Nicole García.

—Y tú también, Megan Robbins. No pienso perderte. —Nicole le miró a los ojos y Megan quedó sorprendida, no esperaba eso. —Ahora, vámonos. —Cuando Megan intentó levantarse se sintió débil y antes de que cayera rápidamente Nicole tomó su cintura. —Estupendo. —Nicole suspiró.

—Sólo déjame aquí, la policía va a llegar y...

—No confío en la eficacia de la policía, lo siento. —Nicole la tomó dejándole sobre su hombro. —Saldremos de aquí.

—Bien, pero me gustaría que no vieras mi ropa interior en el proceso. —Megan se ruborizó pues aún llevaba el vestido de la fiesta y sabía perfectamente que Nicole podía ver su ropa interior.

—No es un problema para mí y no creo que sea buen momento para pensar en eso.

—Te cansarás menos si me llevas en la espalda. —Nicole suspiró y le obedeció.

—Okay, ahora si nos vamos. —A lo lejos escucharon sirenas. —Esperaremos a la policía abajo, necesitas que te lleven al hospital lo más pronto posible y se formará un lío cuando lleguen esos tipos que te atraparon al edificio. —Dijo Nicole empezando a salir del gran piso en el que estaban.

Se encontraban en un viejo edificio propiedad de Steve Collins el cual se encontraba en Coney Island el cual sería destinado a ser un casino, pero el proyecto tuvo que ser detenido por la detención del empresario. El lugar era gigante y la única forma de salir de ahí era bajando por las escaleras, nadie se hubiera imaginado que tendrían raptada a Megan en una zona tan pública y en un lugar así. Cuando se acercaron a las escaleras una fuerte explosión retumbó en el lugar y aunque Nicole se encontraba algo mareadas se apresuró a retroceder para evitar caer a las escaleras que se derrumbaron.

—Mierda. —Gruñó, volvió atrás y miró por las ventanas. Estaban en un lugar muy alto.

—¿Estás bien? —Nicole asintió. —Estamos atrapadas y estoy casi segura que esa explosión fue en el edificio. —Nicole le miró. —Y obviamente tú sabes eso. Moriremos.

—No lo haremos. —Nicole volvió a donde había encontrado a Megan y le dejó en el mismo lugar para pensar, aunque en realidad sólo necesitaba hacer tiempo. —El fuego se escuchó desde arriba, no tardará en llegar aquí. El edificio es una mierda, yo lo estaba arreglando. —Nicole suspiró y se volvió a acercar a las ventanas.

—No estarás pensando en saltar, ¿No?

—Hay una ventana que da al mar y otra a la playa, saltar al mar desde esta altura sería peligroso, no sé que hay abajo. —Ambas se quedaron mirando y Nicole tomó su teléfono. —Necesito saltar desde el quinto piso, estamos en dirección a la orilla de la playa... Confíe en mi, detective. Usted sólo apresurarse. —Nicole colgó antes de acercarse a la fiscal. —Lamento involucrarte en todo esto.

—Eres una idiota. —Megan le miró enojada. —Hablo en serio, no has pensado en lo que podía causar esto y no hablo del caso. —Nicole le miró sorprendida, no esperaba eso. —Hablo de Valerie y tu hermano, idiota. Valerie lo ha perdido todo en tan poco tiempo, ella no puede perderte ahora cuando te necesita y tu hermano ya salvó tu vida una vez, deberías apreciar más tú vida antes de cometer locuras cómo estás sólo por mí. —Nicole simplemente seguía mirándole sorprendida. —¿Por qué me miras así?

—No es... Nada.

Nunca antes una mujer había tratado a Nicole como lo hacía Megan, ella simplemente era diferente a las demás. Y sin pensarlo Nicole le besó, Megan estaba sorprendida, pero aún así le siguió el beso hasta que empezó a sentir calor, literalmente.

—Nicole, el fuego. —Megan le alejó, ambas miraron el techo que se oscurecía, rápidamente Nicole miró la habitación encontrando una gran manta.

—Dame un momento.

—Nicole, no.

—Confía en mí. —La latina le sonrió antes de correr hasta unos cubos que se encontraban en el lugar, estos estaban rellenos de agua y no dudó mojar la manta para volver justo a tiempo para cubrir a Megan cuando el fuego llegó a la habitación. —Demonios. —Nicole se acercó a mirar la ventana, se estaban demorando más de lo que esperaba.

Un sonido se escuchó antes de que cayeran unas vigas en donde estaba la latina quien gracias a sus reflejos salvó su vida por suerte, era una mala idea jugar con fuego. El fuego empezaba a propagarse rápidamente y Nicole tomó a la fiscal en su espalda quien procuró arreglar lo mejor posible la manta para que Nicole no se quemara. La latina miró la ventana que daba a la playa, ir por ahí sería arriesgado pues llevarían restos que les afectarían en la caída, miró la otra ventana antes de suspirar, también estaba cubierta en fuego, pero el daño sería menor en el caso de que pueda manejar la caída.

—Nicole. —Le llamó Megan.

—Vamos.

Y la latina corrió hacia la mejor opción que tenía, cuando traspasó el vidrio poco el importó los trozos incrustados en su piel, se preocupó de abrazar el cuerpo de Megan y proteger con su cuerpo la caída al agua de la playa.

—Nicole. —Megan abrió sus ojos asustada viendo la habitación del hospital confundida, vio a su amiga que estaba a su lado leyendo un libro.

—Por fin despiertas.

—¿Cómo...

—Nicole te salvó, es una chica muy valiente, fuerte y estúpida. —Hayley cerró el libro con una pequeña sonrisa. —Esa chica saltó de un quinto piso para salvarlas, incluso te llevó a la orilla porque te desmayaste y luego se desmayó cuando te pusieron en una camilla.

—¿Dónde está ella?

—Oh, bueno... Ella está en otra sección. —Hizo una mueca. —A diferencia tuya ella tenía algunas quemaduras, cortes y algunas heridas más por la caída al agua, pero sobrevivirá, no te preocupes.

—Tengo que ir a verle.

—Tendrás que esperar, tú aún estás en observación y a ella la tienen medicada por el dolor.

—Juro encerrar a ese mal nacido.

—Te creo, pero ahora descansa. Tú también la has pasado mal y necesitas recobrar tus energías si quieres devolverle esto a tu novia superheroína.

—Ella no es mi novia.

—Ella lo será. —Hayley le sonrió.

—Eso espero.

Killer Love Donde viven las historias. Descúbrelo ahora