Parte V: Capítulo 40

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Nicole caminaba de un lado a otro, ella estaría muerta, y seguramente Stephen y Shannon ya lo estaban. La incertidumbre de no saber que diablos estaba pasando le estaba cansando mentalmente.

De un momento a otro Xavier la sacaba del edificio de Gino y su padre se llevaba a Megan mientras Stephen y Shannon disparaban en dirección a Gino. Xavier le había encerrado en una habitación completamente sola luego de llegar a una bodega y ya comenzaba a sentir como las paredes se cerraban cuando por fin volvieron a abrir la puerta, era Shannon junto a Xavier.

Lo primero que hizo fue abrazar a la mujer que le cuidó, verla le había calmado un poco al saber que ella estaba viva y se encontraba bien.

—Estoy feliz de verte.

—Me alegra escucharlo, pensé que me querías muerta luego de lo que pasó con tu novia. —Nicole negó.

—Nunca te asesinaría por algo así, tengo mis límites. —Shannon acarició su mejilla alegre de ver que Nicole también se encontraba bien. —¿Dónde están los demás?

—Megan está en la sala, le dimos un poco de marihuana en un pastelillo para que se relajara. —Xavier se encogió de hombros. —Stephen le cuida.

—Muchas gracias, Xavier. —Nicole le dijo sinceramente.

—No hay problema, para eso está la familia. —Él puso su mano sobre su hombro. —Hablando de familia, hay alguien que quiere tener una conversación contigo. —Nicole miró a Shannon quien le asintió.

—Avisadme cuando Megan despierte, ella tendrá muchas preguntas y a veces puede ser un dolor de cabeza. —Shannon asintió. —Y madre, por favor no le digas nada, ¿Si?

—Esta bien, cariño. Ve con tu padre. —Shannon besó su mejilla antes de irse por el pasillo.

Nicole siguió a Xavier en la dirección contraria, vio que el chico tenía algunas vendas en sus brazos, probablemente heridas de bala de ayer. Supuso que no era primera vez que pasaba por algo así para estar tan tranquilo, lo que le hizo preguntar qué clase de pandilla lideraba su padre.

—Adelante, princesa.

—Ya, en serio, no me llames así.

—Eres como la princesa de la pandilla, te guste o no, linda. —Nicole soltó un suspiro antes de pasar por la puerta que Xavier le señaló, al entrar vio a su padre.

Era casi igual al último recuerdo que tenía de él, la única diferencia era que tenía algunas canas en su cabeza, pero él permanecía siendo un hombre alto y delgado.

Ella se sentó frente a él, Alberto mantenía una sonrisa mirando a su hija y notando por fin frente a él los cambios en su hija. La última vez que le había visto de tan cerca fue la última vez que la mujer le visitó en la cárcel, en aquel entonces era sólo una adolescente y hoy frente a él tenía a una mujer que era la viva imagen de su ex esposa.

—Ha pasado mucho desde la última vez que te vi, Nico. —Nicole le miró indiferente.

—Si, la verdad es que la última vez que te vi me dijiste que si quería que Shannon me adoptara tendría que darte dinero. —Él hizo una mueca.

—Eso tiene una explicación.

—Si me la vas a dar ahora, espero que también me expliques todo lo que está pasando. La verdad es que me considero una persona inteligente, pero no entiendo que está pasando. —Nicole se cruzó de brazos mirando atentamente a su padre, quería asegurarse de que él no mintiera.

—Siempre he querido lo mejor para ti, en ese momento, lo mejor para ti era estar con Shannon y lejos de mi por esas mismas razones. Luego de que Shannon te llevara a su casa insistite con venir a mí, yo no podía ponerte en ese riesgo.

—¿En qué clase de lío te metiste? —Nicole preguntó confundida, sabía que él hablaba en serio y que la situación parecía más grave de lo que ella se imaginaba. —Sólo fue algo de drogas, ¿No?

—Al principio lo fue. Cuando eras bebé tuviste algunos problemas médicos, no tenía el dinero y era lo único que conocía, empecé a vender algunas drogas que me conseguí y me fue mejor de lo que esperaba. Cuando mejoraste, pude empezar a mejor nuestra calidad de vida y el dinero fácil me gustó, así que conseguí mejores contactos y algunas personas que vendieran por mí. No pasó mucho cuando compré la casa, un taller mecánico y tenía lo suficiente para vivir sin que nadie se diera cuenta, empecé a ahorrar para tu futuro y todo parecía bien, hasta que Gino me buscó. Yo y mis chicos eramos quienes tenían el mercado de las drogas en el Bronx, sin medir consecuencias disfrutamos de eso, nos olvidamos de que era el negocio de Gino y nadie se debe meter con él. —Nicole asintió, sabía la reputación de Gino y empezaba a comprender todo lo que pasaba. —Yo me atreví a enfrentarlo cuando me dijo que lo mejor era dejarle el negocio a él, a la semana la policía llegó y encontraron drogas duras, ni siquiera vendía ese tipo de drogas. Él me tendió una trampa por enfrentarle y los chicos que trabajan por mí en aquel entonces trataron de vengarse de él, así que asesinaron a su hijo.

—¿Gino tenía un hijo?

—Supongo que no le gusta hablar del tema, nunca estuve de acuerdo con eso, así que decidí que si iba a tener una pandilla no podía trabajar con chicos así, era mejor trabajar para que tuvieran un futuro y no tuvieran que arriesgar sus vidas para mantener sus vidas y las de otros. Por eso cambie el sentido de la pandilla, muchos se fueron, algunos se quedaron.

—¿Y cómo se mantienen?

—Ahorré bastante para pagar algunas universidades, ellos ahora me devuelven el dinero. Soy casi un prestamista y mantengo el taller, si alguien necesita trabajo pueden estar en uno de los talleres e invertí el dinero en algunas otras cosas.

—Ahora entiendo algunas cosas. —Nicole soltó un suspiro. —Gracias por sacarnos de ahí.

—Por nada, pequeña. —Nicole se sintió algo incómoda. —Lamento haberte dejado sola y en ese ambiente, pero supe que Carmen te protegería y Shannon también.

—Tuve suerte.

—Y se lo agradezco, ninguna de las dos quizo aceptar mi dinero, aunque cuando me enteré del trabajo de Shannon me preocupé un poco.

—Yo también trabajo con Shannon.

—Lo sé. —Él le miró seriamente. —Es por eso que tengo una propuesta para ti.

—¿Una propuesta?

—Supe que viviste en Inglaterra un tiempo, creo que sería bueno que vuelvas por un tiempo mientras solucionamos todo aquí y claro, tratamos de asegurarnos de que Gino no te haga nada.

—¿En serio crees que Gino me haría algo? —Él abrió uno de los cajones de su gran escritorio y sacó una bala de ahí poniendola sobre la mesa. Nicole algo confundida la tomó y se dio cuenta que esta estaba grabada con su nombre. —Okay, eso es un mensaje claro, pero no puedo simplemente escapar.

—¿Es por la fiscal?

—Y Valery.

—Le quitaremos la custodia a Steve y será legalmente tu hija. —Nicole soltó un suspiro. —¿Crees que ella quiera estar contigo al enterarse de todo?

—Ella no me importa. —Nicole mintió. —¿Y mi madre?

—Me preocuparé de que ese estúpido no se vuelva acercar a ella, eso te lo aseguro.

—Yo...

—Nicole, ella despertó y está algo alterada. —La puerta fue abierta de golpe por Shannon, Nicole se levantó rápidamente para correr por el pasillo. Shannon miró a Alberto seriamente. —Ella no te hará caso, es muy terca.

—Es mi hija después de todo.

—Uhm, si. —Ella hizo una mueca. —Solo hay una forma para que ella se vaya.

—No le romperé el corazón, creo que ya lo ha pasado lo suficientemente mal, ahora ella se ve feliz. Incluso cuando no lo quiere admitir.

—La verdad prefiero que ella conozca a otra persona en Inglaterra antes de que termine muerta.

—Buscaremos más soluciones.

—Quiero ver cómo lo haces cuando Megan tiene toda una vida aquí y cada vez se da cuenta de la verdad que le rodeó toda su vida.

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