Parte II: Capítulo 16

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Megan salió furiosa de la corte y evitó completamente a la prensa, Steve Collins había pagado la fianza para estar con arresto domiciliario mientras el caso seguía su curso. La fiscal subió a su auto cerrando la puerta fuertemente, poco importándole que su lujoso auto podía estar dañado. No era un secreto que Megan era una persona competitiva y ella se tomaba los juicios como una competencia, pero esta vez la razón de su enfado iba más allá, era por Nicole.

Megan sabía que el hecho de que Steve Collins estuviera con una libertad condicional en su casa, era peligroso para Nicole, mucho más de que si el empresario estuviese encerrado en alguna cárcel. Al menos había conseguido que Nicole estuviera vigilada las 24 horas del día, pero eso no le dejaba tranquila.

—Que enojada que estás. —Healy le molestó cuando entró a la oficina de su mejor amiga. —Supongo que no vienes por una consulta para tu mascota imaginaria.

—¿Es que no has visto las noticias? —La castaña negó.

—No, no quería ver tu cara de orto hoy. Supongo que las cosas no han salido como tu querías. —Megan suspiró cayendo rendida al sofá de la oficina de su mejor amiga.

—Él quedó con arresto domiciliario y con una orden de alejamiento, ¿Pero de qué mierda sirve eso?, todos sabemos que ese mal nacido tiene aún su dinero para contratar a alguien para que le mate.

—Nunca te había visto tan enojada por un caso. —Megan le miró. —Normalmente sólo estás preocupada.

—Sabes que es por el hecho de que esperaba esta oportunidad de encerrar a Steve Collins desde que lo vi relacionado con otro caso. —Megan se justificó.

—Pero, ¿En serio es sólo eso? —Healy le miró fijamente y la rubia desvío la mirada. —¿Ya se han acostado?

—¿Qué? —Megan le volvió a mirar. —Yo no he engañado a Francis.

—Rayos. —Megan le miró seriamente. —Solo bromeo. Bueno, quizás no tanto.

—Ni siquiera le conoces.

—Sé que debe ser una buena chica para haberte llamado la atención. —Healy se encogió de hombros. —Le conoceré cuando ya te decidas a ser feliz.

—Si empezaremos a hablar acerca de mi compromiso prefiero irme.

—Pues hazlo. —Healy se encogió de hombros. —Tú sabes muy bien que pienso de todo esto, creo que esta es tu oportunidad para terminar tu compromiso.

—Le quiero.

—Le quieres, pero no lo amas. —Healy suspiró. —La vida sigue, esta no va a parar para que aclares tus ideas. ¿Crees que Francis aceptará esperar que termines otro caso de este nivel? —Megan guardó silencio. —Exacto, él está planeando la boda para realizarla una vez que termines el caso. Deberías descubrir lo que está pasando en ti.

—Ella perdió a lo que parecía ser la mujer de sus sueños, de todas formas, no hay manera de que algo pasara entre nosotras.

—Eso tú no lo sabes. —Healy le sonrió. —A veces la ley de la atracción es mucho más fuerte de lo que crees. —Megan se levantó y tomó su bolso. —¿A dónde vas?

—Lejos de ti. Eres como la parte malvada de mi consciencia. —Healy sólo rió.

—Okay, que tengas un lindo viaje. Espero no me recuerdes cuando estés besándote con tu clienta, mucho menos pienses en mí mientras follan. —Megan le enseñó su dedo de al medio antes de irse.

—Eres insoportable.

—Me amas. —Healy le siguió molestando hasta que se fue de la clínica veterinaria de su mejor amiga.

Megan tenía mucho que pensar, aunque aún no se lo quería confirmar a Healy. Ella se sentía muy atraída por Nicole García, pero era un tipo de atracción diferente al cual ella había experimentado. Tenía miedo de sus sentimientos y hasta donde podía llegar por estos, sabía que debía pensar en ello por Francis, no quería lastimarle.

Cuando llegó a su departamento vio a Francis en el sofá una idea pasó por su mente, antes de que el cirujano pudiera decir algo, ella le estaba besando. Ella sin esperar mucho se sentó sobre su regazo, pero por primera vez eso se sentía mal.

—Uhm, cariño. —Francis se separó. —Debo terminar con mi trabajo, ¿Podemos dejarlo para mañana? —Megan le miró y asintió antes de volver a levantarse. Una ola de valor se apoderó de ella y volvió a tomar su bolso. —¿Dónde vas?

—Recordé que tengo una reunión con mi cliente.

Francis sólo asintió volviendo a prestarle atención a su investigación y Megan tomó las llaves de su auto, condujo unas calles hasta que llegó al edificio tan conocido. Cuando estaba lista para subir al ascensor, el recepcionista le detuvo.

—Lo siento, ella no tiene una visita agendada con usted hoy. —El joven se disculpó. —Pero le llamaré. —Megan asintió impaciente. —Señorita García, su abogada está aquí... Ya... Okay.

—¿Qué ha dicho? —Preguntó una vez que el chico colgó el teléfono.

—Puede subir. —Y eso fue lo que hizo, estaba impaciente, esa ola de valor estaba disminuyendo mientras más cerca estaba del departamento. Cuando tocó la puerta y la latina le miró con una sonrisa se sintió más relajada.

—Megan, que sorpresa verte aquí. Adelante. —La abogada entró viendo el lugar que estaba perfectamente ordenado. Nicole ahora sólo estaba utilizando un bastón para ayudarse a caminar.

—¿Te dijeron? —Asintió. —Lo lamento.

—No es tu culpa, sé que hiciste lo mejor en el caso de hoy. No te preocupes, estoy tranquila. —Ambas se sentaron en el sofá. —¿Sabes?, podías sólo haber llamado, no me molesta tu presencia acá, pero de seguro podrías usar este tiempo para estar con tu prometido. —Nicole le sonrió algo tímida, lo cual había encantado a Megan. Nicole sabía porque la abogada estaba aquí.

—Quería asegurarme de que en serio estuvieras bien, me aterra pensar que Steve puede hacer algo en tu contra.

—Tengo policías vigilandome las 24 horas del día, simplemente debo hacer una llamada y ya está. Además de algo físico, lo único que puede hacerme Steve es... No lo sé, tratar de inculparme a mí y mi hermano.

—Eso sería absurdo, todas las pruebas nos llevan a él. —Megan hizo una mueca. —No tienes de que preocuparte, me encargaré de encerrarlo por todo lo que ha hecho y de que tú puedas vivir en paz.

—Muchas gracias, Megan. —Nicole posó su mano sobre la de la fiscal haciendo que la rubia bajara su vista a su mano, ese tacto tan simple le había hecho agitarse un poco. Cuando miró a Nicole esta tenía una adorable sonrisa y no pude dejar de mirar sus labios por un largo rato, cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo miró a los ojos de la morena para descubrirle haciendo lo mismo, le estaba mirando su boca.

Cuando ellas empezaron a acercarse lentamente fue como si el mundo se detuviera un momento para ellas, incluyendo a Nicole que estaba esperando esto hace un tiempo y ahora que iba a poder conseguir su plan la imagen de Beatrice apareció en su mente. Nicole cerró sus ojos tratando de no pensar en ello para enfocarse en la fiscal, pero sólo recibió de su parte un beso en la mejilla y un abrazo, lo cual en serio le había sorprendido. Usualmente sus víctimas solían tener cierto patrón que se repetía, Nicole pensó que esta noche, era la noche en donde Megan venía a cumplir sus deseos, pero se vio sorprendida cuando la rubia la atrapó en un abrazo que en ese momento sin saberlo se dio cuenta que en serio lo necesitaba.

Megan se golpeaba internamente por desaprovechar su oportunidad de besar a Nicole, pero cuando sintió como los brazos de la latina se envolvían en su cuerpo correspondiendo aquel abrazo supo que había hecho lo correcto. Ella estaba comprometida, Francis siempre había sido bueno con ella y no podía hacerle eso, si bien ella había descubierto ese día que ella no estaba lista para su boda, sabía que de todas formar estaba engañando a Francis porque ella no le quería, ella ahora mismo solo quería descubrir que era todo lo que estaba pasando y estos sentimientos tan fuertes que tenía hacia la latina.

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