-Ya veo, así que esa es tu situación.
Ishizu hablaba serenamente con sus manos juntas encima de su escritorio. Observaba a Tea detenidamente la cual no paraba de mirar la enorme oficina donde estaba girando los ojos de un lado a otro; se notaba que el ambiente empresarial era nuevo para ella.
-Por favor señorita, debo hablar con el dueño de la compañía. Es importante que sea pronto.
-Yo soy la persona más cercana al jefe de KC. El señor Seto Kaiba confía plenamente en mí.
-Entonces ¿hay una posibilidad de que usted hable con él?
La voz de Tea imploraba, rogaba que se hiciera algo por salvar su hogar. Ishizu no podía evitar pensar que Tea tenía valor al venir a una organización tan grande sólo para defender sus derechos.
-Escucha, ¿sabes a qué clase de persona te enfrentas?
Tea pensó antes de responder. Sabía que el dueño de KC era un hombre severo, cruel e incluso despiadado con los demás; esos eran los rumores que corrían sobre su persona, pero no le importaba. Lo que realmente le interesaba era salvar el hogar de los niños necesitados.
-Sí, lo sé-afirmó con un movimiento de cabeza.
-¿Sabes que Seto Kaiba es un hombre con un carácter bastante duro y complicado de tratar?
Ishizu pensó que probablemente la joven no tenía ni idea de lo que decía.
-Sé la clase de hombre que es. Todos los que leemos el periódico o vemos noticias sabemos que Seto Kaiba es un hombre en ocasiones difícil de tratar, pero no puedo temer. Para mí lo más importante son los niños y quiero que estén seguros.
La determinación de Tea hizo que Ishizu sonriera sintiendo una oleada de orgullo. Aunque la castaña era una desconocida para ella, tuvo que admitir que un sentimiento de admiración la cubrió al comprender que era una chica capaz de dar todo por sus seres amados. Incluso enfrentarse en el fuego del infierno por proteger lo que más ama.
-De acuerdo. Arreglaré que hables con Seto hoy mismo.
-¿En serio?-Tea no pudo contener la felicidad.
-Claro, tendrás que ser directa y franca con él, pero te advierto que no es un hombre fácil de convencer. Cuando toma una decisión es más firme que una montaña.
Con un movimiento de cabeza afirmativo y decidido, Tea asintió mientras Ishizu se comunicaba por teléfono con Kaiba.
.
.
Kaiba estaba fatigado por tanto pensar en lo que vendría a su futuro cuando Ishizu faltara a su vida. Estaba muy nervioso, inquieto por el miedo que ocultaba al mundo el cual pensaba en él como alguien fuerte con sentimientos duros, pero la realidad era diferente. Era una persona con un grado de sensibilidad que en ocasiones lo hacían flaquear, como en esos instantes en que recordaba las pesadillas.
Esos momentos en que escuchó disparos y cuerpos cayendo al suelo, su propio cuerpo derrumbándose débilmente en la alfombra sin poder moverse tras recibir un disparo en la espalda. Su mano tocó un charco de sangre al caer, su hermano yacía sin vida en medio de esos cadáveres.
Se llevó las manos a la cabeza moviéndola de un lado a otro, esforzándose en vano porque esas imágenes se borraran de su mente, de su corazón. Ni su amante Ishizu había logrado en 5 años tranquilizarlo de esos traumas provenientes de su tierna infancia.
Sonó el teléfono, pero ni aún el sonido chirriante del aparato lo calmó. Tras verificar que se trataba de Ishizu respondió con la respiración agitada.
ESTÁS LEYENDO
Identidad Perdida
FanfictionUna niña japonesa es separada de su nación y de sus conocidos para vivir otra vida completamente distinta. Todo parece ir bien hasta que ambas vidas se entrelazan. Mi séptimo fanfic.