Capítulo 64

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-Entonces creaste la Juguetería "Anzu" para ayudar a los niños de escasos recursos.

Tea estaba admirada de todo lo que Yami le contaba sobre su vida.

-Así es. Después de la guerra me sentí triste por todo lo que pasaron los niños del internado. Eso me llevó a crear una juguetería con posibilidades para los niños de bajos recursos.

Una sonrisa se dibujó en los labios de Tea al darse cuenta que Yami era un hombre bondadoso. Pero pronto su rostro se ensombreció al recordar a Kaiba y lo que él había vivido en la guerra; la muerte de su hermano menor.

-¿Estás bien, Anzu?-Yami se percató del cambio de actitud.

-Todo bien. Sólo pensé en la guerra.

Entonces Yami también sintió como una sombra caía sobre su mente.

-Fue un momento muy doloroso.

-Sí, pero justo por lo que pasamos me di cuenta que me gustabas.

-Pero me rechazaste-Yami hablo en un tono ofendido en modo de broma.

-Después te dije que te quería-reprochó Tea también como broma.

-Y luego nos besamos-habló Yami con sonriendo pícaramente.

-Tú me besaste. Me tomaste por sorpresa.

Los dos se rieron con su plática mientras los recuerdos se agolpaban en sus corazones.

-¿Recuerdas como escapábamos para ver las estrellas?

-Claro, ¿cómo olvidar el túnel?-dijo Yami sonriendo.

-Era divertido escapar de las reglas de ese internado-dijo Tea sonriendo con gran alegría.

-Tú siempre me protegías.

-Te cuidaba de todos esos niños que se burlaban de ti. Ahora estarían humillados al verte.

-No lo creo-dijo Yami sonrojado.

-Claro que sí. Te apuesto a que se retorcerían al saber que eres mejor que todos ellos.

Al hablar, Tea adquirió un tono y personalidad muy similares a la Anzu pequeña que Yami conocía muy bien; aquello hizo que el corazón de Yami brincara de felicidad.

-Si me vieran ahora se arrepentirían de haberse burlado de mí-Yami también habló como un niño lleno de orgullo de sí mismo.

-Esos niños tontos no podrán contigo.

Volvieron a reír por las palabras de ambos.

-No puedo creer que estoy teniendo estas conversaciones contigo, Anzu.

-Yo tampoco.

-Extrañé mucho estar contigo, Anzu.

-Yo también te extrañé en aquellos momentos antes de escapar de la guerra.

Entonces un peso cayó sobre ambos; Anzu sólo lo extrañó mientras lo recordaba. Durante 18 años ni siquiera supo de la existencia de Yami.

Hubo un silencio incómodo en la banca del parque.

-¿Cómo fue tu vida después de la guerra?

-No me quejo. Viví en un orfanato toda mi vida hasta que me casé.

De nuevo silencio sepulcral. Ninguno se miró a los ojos directamente, sino que fijaron sus vistas en el suelo lleno de tierra del parque.

-Él...¿no te recuerda?

Yami en verdad quería saber sobre Tea con Kaiba.

-Él es de las personas que deja el pasado atrás.

-No me sorprende-Yami sonó despreciativo.

Identidad PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora