Capítulo 49

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Entró en la tienda llevando consigo la maceta que contenía la flor blanca Lilium. Grande fue su sorpresa cuando Mai lo recibió en la puerta.

-¿Puedo preguntarte qué te sucedió hace unos momentos?

Mai sonaba desafiante, olvidando su papel de empleada y tomando su personalidad como la amiga más confiable de Yami.

-Necesitaba tomar aire fresco para despejar mi mente.-se excusó Yami, más sin embargo Mai sabía que no era cierto eso.

-¡No trates de jugar conmigo!-dijo Mai exasperadamente sorprendiendo a Yami-Sé cómo eres y tú cuando te comportas así es por algo más.

-Ya te dije que no es así.

Yami sabía que Mai era intuitiva y que conocía bastante sobre hombres, y sobre todo de él mismo.

-Si es verdad, tendrás que hablar con Serenity. Está muy preocupada por ti.

Con un dedo, Mai señaló en dirección de la oficina de Yami y esté no supo que decir al comprender que su comportamiento afectaba emocionalmente a Serenity. Apresuradamente, se dirigió a su despacho donde Serenity lo esperaba sentada en el sillón frente a su escritorio.

Cuando llegó, ella lo miró con un semblante que denotaba preocupación y miedo.

-¿¡Serenity!?

La pelirroja se puso de pie y sus ojos brillaron con un destello de amor mezclado con intriga.

-¿Qué te sucedió? ¿Dónde has estado?

-Fui a comprar unas flores para ti.-mintió Yami mostrando el Lilium que llevaba entre sus manos.

Serenity achicó los ojos con su rostro serio: no podían engañarla con facilidad.

-¿Por qué me miras de esa forma?-preguntó Yami extrañado.

-Mientes.

Yami quedó boquiabierto.

-Dime ¿qué te sucedió?-Serenity sonaba mortificada-Tú te comportas así; jamás dejas tu negocio de esa manera tan despreocupada y estoy segura que te pasó algo.

-No es nada. Te lo prometo, Serenity.

La joven parecía desconfiar.

-Sé que has vivido cosas terribles, pero quiero ayudarte a superar lo malo que pasaste durante esa guerra.

Yami se mordió los labios; Serenity estaba al tanto de que la guerra afectó mucho a los niños de ese entonces y estaba segura que Yami también fue lastimado en ese entonces. Pero aún había algo en su corazón que la alertaba de que Yami no se encontraba del todo bien con aquel pasado que parecía atormentarlo aún.

-Yami, por favor. Estoy segura de que algo te alertó y por eso te fuiste. No tengas temor de decirme la verdad.

Lágrimas se derramaron de los ojos de Serenity, Yami no resistió más y se acercó, dejando la maceta encima de su escritorio y estrechó en sus brazos a su prometida.

-Serenity, te he dicho varias veces lo importante que eres para mí.

Yami acarició el cabello rojo de la joven, suavemente. La joven correspondió al abrazo pasando sus brazos por detrás del chico y aferrándose a su espalda.

-Te prometo que no hay secretos guardados para ti. Estoy bien y es todo gracias a ti.

Yami era sincero con excepción del tema de los secretos: no podía contarle a Serenity sobre Anzu. ¿Para qué? De cualquier forma, Anzu estaba muerta y la chica que vio momentos antes sólo era alguien muy parecida a ella.

Identidad PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora