El café humeaba mientras Tea no le quitaba los ojos de encima. De des en cuando volteaba de reojo a ver a su madre que no había abierto la boca desde que la oyó hablando consigo misma. El silencio era incómodo; una atmósfera pesada se adueñaba del ambiente de la cocina.
-Martha...
-No me lo digas.
Tea calló, se mordió los labios para no continuar hablando. Seriamente, Martha se sentó frente a ella en la mesa.
-Así que estaba en lo correcto cuando supuse que tenías novio.
La joven dudó antes de responder con un movimiento de cabeza afirmativo.
-¿Puedo saber por qué no me dijiste nada?
Las manos de Tea apretaron la taza llena de café. Buscaba las palabras correctas para decir la verdad.
-Quería decírtelo.
-Eso no me parece que sea cierto.
Los ojos de Tea la miraron suplicantes. Pidiendo que confiara en ella otra vez.
-Es verdad.
-Por lo que veo llevas tiempo ocultando esa relación.
Martha frunció el ceño enojada. Se mantenía serena por los niños, pero estaba seria y con un aura de inconformidad.
Para Tea ese momento fue el peor; las mentiras no eran posibles. Agachó la cabeza y asintió. Martha se enfureció, así que tomó aire para no gritarle.
-¿Hace cuánto son novios?
-Hace dos meses.-respondió cabizbaja.
-Yo recuerdo que te arreglabas mucho antes de dos meses.
La memoria de Martha era mejor que muchas. En ocasiones, Tea deseaba tener esa memoria para recordar su pasado borroso.
-Es que trabajé en su casa por un tiempo antes de que nos volviéramos pareja.
-¿Trabajaste con él?
Martha no tardó en saber todo. Abrió los ojos sorprendida.
-Espera...¿acaso es...?
Tea levantó el rostro y le sostuvo la mirada mientras asentía. El semblante de Martha se puso más frío e inexpresivo que antes.
-Tea, temo que no puedo aceptar algo así.
El corazón de Tea se paralizó.
-¿Por qué no?
-Sabes muy bien todo lo que nos hizo ese hombre. Es un monstruo.
-No lo es. Aún no lo conoces.
-Todas las chicas que se enamoran dicen eso.
Martha hablaba tranquilamente; controlando su ira interna.
-Kaiba y yo vamos en serio. Él fue el que me pidió que hablara contigo sobre nuestro noviazgo.
Los pequeños ojos de Martha se encogieron más de lo que ya estaban.
-¿Va en serio? Entonces por eso dijiste algo sobre "esposa" ¿no es cierto?
Tea la miró en silencio y asintió. La mandíbula de Martha se tensó.
-¿Él ya te pidió matrimonio?
-Hoy lo hablamos. Nos queremos casar y nos gustaría tu bendición.
-¿Crees que aprobaré que te cases con un hombre como él?
-Yo también creí que era malo, pero cuando lo conocí pude ver que no es malo.-dijo Tea casi en un grito que trataba de ahogar en su garganta-Él es una buena persona. Siempre es amable conmigo y me contó su historia. Es parecido a mí.
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Identidad Perdida
FanfictionUna niña japonesa es separada de su nación y de sus conocidos para vivir otra vida completamente distinta. Todo parece ir bien hasta que ambas vidas se entrelazan. Mi séptimo fanfic.