Capítulo 35

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La gente comenzaba a sospechar que había algo más allá entre el CEO, Seto Kaiba, y la secretaria Tea Gardner. La amabilidad que mostraba para con ella y el aumento de su sueldo pronto se convirtió en el tema de conversación y recelo por parte de los empleados de KC.

¿En qué momento Kaiba se volvió un hombre blando y comprensivo? ¿Por qué sólo tenía esa actitud con Tea y a los demás los trataba igual o peor?

En poco tiempo, Tea fue un blanco vulnerable de ataques por parte de sus compañeros envidiosos, especialmente de mujeres.

Llegaba al trabajo y era atendida de forma áspera, no le contestaban cuando dirigía la palabra a alguien, algunos no atendían sus llamados. Era muy obvio que nadie la quería allí.

Decidió buscar al único trabajador que la trataba normal: Roland.

-Roland ¿puedo preguntarte algo?-interrogó Tea intrigada.

-Por supuesto. ¿Qué desea, señorita?

Roland se veía nervioso. Sabía cuál era la pregunta de Tea. Él estaba al tanto de la situación.

-¿Sabes por qué todos los que trabajan aquí me tratan mal?

El hombre tragó saliva y sudó frío.

-Temo decirle que no entiendo de qué me habla, señorita Tea.

-Estoy segura que tú estás enterado de todo.-dijo Tea enojada-Sé que los empresarios me odian, pero no entiendo el motivo. Necesito saberlo.

Volvió a tragar saliva con el nerviosismo visible.

-Bueno...-Tea le indicó con una seña que hablara-Bueno...lo que sucede es que...

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Azotó la puerta con tal fuerza que vibraron las paredes. Kaiba estaba sentado en la sala esperando a Tea y se sorprendió enormemente cuando la vio entrar con esa furia notable en ella.

-¿Qué sucedió?

-Lo saben.-fueron sus únicas palabras antes de sentarse bruscamente en el sofá frente a Kaiba.

Tiró agresivamente su bolsa en el piso perfectamente limpio. Desde que ella y Kaiba se volvieron pareja, Tea ya no se encargaba de la limpieza del hogar; todo volvió a la normalidad para los encargados del aseo.

-¿De qué estás hablando?-preguntó Kaiba también comenzando a enojarse.

-Tus empleados.-dijo Tea enfurecida al tiempo que sus manos formaban puños-Saben que tú y yo andamos juntos.

-¿Cómo lo averiguaron?-arqueó una ceja Kaiba impresionado.

-Alguien averiguó lo del aumento, nos estuvo vigilando y llegó a la conclusión de que andamos juntos.

-Técnicamente es cierto. Eres mi novia.

Aunque hablaba de forma serena, Kaiba también se veía un poco molesto de que la gente se metiera en su vida privada.

-No lo entiendes.-refunfuñó Tea-Dicen que soy tu amante y que me estoy aprovechando de que eres un hombre rico y atractivo para sacarte dinero.

La gota que derramó el vaso. Kaiba apretó la mandíbula claramente enojado.

-Vaya. Así que aparecieron los metiches.

-Es curioso.-habló más tranquila-Hemos ocultado muy bien mis visitas aquí desde que me encargaba de asear tu hogar y ahora resulta que nos descubren.

-Dicen que los enamorados se vuelven tontos.

Tea quedó atónita ante el comentario de su novio. Kaiba no era expresivo sobre sus sentimientos, al menos no como otras personas.

Identidad PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora