El ambiente estaba cubierto por un silencio incómodo en el despacho del CEO que no quitaba sus ojos de encima de la joven de cabellos castaños, la cual tampoco podía dejar de contemplarlo escrupulosamente. Tendría que trabajar juntos aun cuando no se llevaban bien, aun cuando algo en ellos no les gustaba mutuamente. Tanto Tea como Kaiba tenían una antipatía mutua el uno por el otro que no sabían explicar; simplemente no se agradaban y resultaría lioso tener que verse todos los días desde entonces.
Finalmente, uno de los dos debía romper el silencio.
-Si piensas que te resultará fácil estar a la altura de los empleados de esta compañía, estás muy equivocada.
-Lograré evitar que destruya el refugio. Se lo aseguro.
La firmeza con la que Tea se expresaba atrajo más a Kaiba por ella que frunció el entrecejo.
-Tus argumentos no tienen validez conmigo. Una simple mujerzuela como tú no puede estar al nivel corporativo de este empresa.
-Le daré una gran sorpresa cuando le demuestre mi potencial.
Tea no flaqueaba, a pesar de su miedo mantenía su postura fuerte y resistente; el empresario notó eso.
-Pues más vale que lo hagas.
Caminó a su escritorio pasando al lado de ella, sus miradas se cruzaron permitiendo que los dos pares de ojos azules se entrelazaran destellando un brillo único e imperceptible para cualquiera que no fuera ellos. Se sentó detrás del escritorio e hizo una señal con la mano para que se fuera.
-Retírate.
Tea continuaba mirándolo fijamente, pero supo que lo mejor era obedecer, así que se encaminó a la puerta. Unos momentos antes de salir, volvió a dirigirle la palabra.
-¿Qué día a qué hora quiere que me presente a trabajar?
-Ponte de acuerdo con Ishizu. Ese es tu asunto, no el mío.
Tea apretó sus labios molesta y salió cerrando la puerta tras ella. el CEO hacía esfuerzos vanos por tranquilizarse y dejar pasar el asunto.
-Es el colmo que esto haya sucedido.
.
.
-Ya veo.
Dejó su vaso medio lleno en la mesa y se concentró en su hija con el rostro sereno.
-Así que el lunes comenzarás a trabajar en la corporación Kaiba.
-Es correcto. La señorita Ishizu me pidió que me presente en su oficina mañana.
-Pues te deseo todo lo mejor.
-Haré todo lo posible por impedir que nos dejan sin hogar.
Martha se sorprendido de la valentía con la que su joven hija adoptiva estaba dispuesta a luchar por sus seres amados.
-Estoy muy orgullosa de ti por todo lo que estás haciendo.
Tea sonrió decidida y asintió feliz.
-Pero ¿soportarás la presión de estar junto a un hombre como Seto Kaiba?
Su semblante alegre cambió a uno más enojado.
-Ni me lo recuerdes. Ese hombre es un monstruo.
Tea sentía un desprecio especial por Seto, pero por el momento no era muy consciente de eso.
-Tendrás que ser cautelosa con ese tipo. No vuelvas a meterte en líos con ese hombre. Ahora tú estás bajo su dominio.
-Lo sé.-respondió Tea haciendo un puchero.
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Identidad Perdida
FanfictionUna niña japonesa es separada de su nación y de sus conocidos para vivir otra vida completamente distinta. Todo parece ir bien hasta que ambas vidas se entrelazan. Mi séptimo fanfic.