ENGLISH MAFIA II: RESURRECTION | Harry Styles

Black And White

Tengo miedo. Pero es un miedo que no había sentido antes y no sé cómo interpretarlo.

La dolorosa escena de la madre de Hannibal removió muchas cosas en mí que no soy capaz de controlar.

Es increíble lo que una persona puede llegar a sufrir. Primero, su padre se convierte en un alcohólico violento y lo maltrata a él y a su madre por años. Después, ya habiéndose liberado de ese infierno, su madre es diagnosticada con leucemia y esta a punto de morir.

¿Por qué existe el sufrimiento?

Estoy de acuerdo que puede ser necesario para hacerse fuerte, para afrontar la vida con los retos. Pero hay veces que el sufrimiento es tanto, que en vez de hacerse fuerte, lo único que quieres es rendirte y acabar con todo.

O al menos así lo es para mí.

El sufrimiento es diferente para cada persona, pero todo termina en un mismo lugar.

Aunque cabe resaltar que unos sufren más que otros.

Debo admitir que la formar en la que Hannibal y Harry lidiaron con el sufrimiento fue algo impresionante. Se podría decir que pusieron todo a su favor, supieron sacarle provecho al dolor forjandose una personalidad fuerte, admirable, invencible.

Temo por Hannibal, sin embargo. Sus palabras fueron capaces de ponerme la piel de gallina. Jamás lo había visto de ese modo, tan decidido, tan frío. Tengo miedo de lo que pueda pasar después de que su madre muera.

Ahora ya no encuentro una manera de decirle que las cosas entre nosotros no pueden ir más allá de una amistad. Sé que va necesitar de mí más que nunca una vez que su madre ya no esté, y no me perdonaría que nuestra amistad se arruinara si es que él no llega a aceptar que lo nuestro no puede ser.

¿Cómo es que caigo en estas situaciones?

Cada vez me desconozco más, es como si ya no supiera quién soy realmente y eso me aterra.

Todavía no puedo encontrar el equilibrio en mi vida y temo que todo se arruine de nuevo.

Le llamé a Harry en cuanto Hannibal me trajo a casa y estoy a la espera de que llegue. Lo necesito, necesito besarlo, abrazarlo, necesito decirle cuánto lo amo. Quiero que me diga de nuevo que todo va a estar bien y así poder seguir adelante.

Porque a pesar de que esta de nuevo conmigo, siento que no puedo con todo esto. Todavía tengo que arreglar mis conflictos, mis inseguridades, todas esas cosas que no me permiten avanzar.

El ruido de la ventana hace que me levante de golpe de la cama.

Harry entra sin ningún problema y antes de que pueda decir algo, corro hacia él y lo abrazo.

En cuanto me toma en sus brazos, una paz casi inimaginable se apodera de mí. Siento como si todo el peso se fuera, dándole paso a la tranquilidad.

—¿Qué ocurre?— pregunta de pronto.

—Sólo quiero abrazarte— recargo mi cabeza en su pecho y suelto un suspiro cuando escucho el latido de su corazón— Dios, amo tanto ése sonido.

Acaricia mi cabello con sus dedos mandando escalofríos a centímetro de mi cuerpo. Se siente tan bien, todavía me cuesta un poco de trabajo admitir cuánto lo necesité en todo éste tiempo.

Después de pretender que ya no me hacía falta y que podía continuar mi vida. Después de hacerme la fuerte, y de que el orgullo hiciera de las suyas, de nuevo estoy en sus brazos.

Mi lugar favorito en el mundo.

Me aparto un poco de él y me paro en puntas para besarlo.

La calidez de sus labios me hacen caer en un trance del cual no quisiera salir nunca. Son tan suaves, tan adictivos, que quisiera besarlo por el resto de mi vida.