*Narrador Omnisciente*
Kobe, Japón
El ruido de las fuertes pisadas del chico resuenan por la enorme habitación. El anciano que yace sentado sobre la silla detrás del escritorio lo observa mientras el chico camina de un lado a otro.
Lleva un rato haciendo eso, y el anciano ya esta bastante harto de verlo ir por aquí y por allá.
Kenzo sabe que a pesar de que su nieto muestra ser un chico duro, no lo es.
La pérdida de su padre y su hermana fue mucho para un niño tonto que no da señales de madurar. No tiene la madera ni la fuerza para acabar con el hombre que le arrebato a su familia.
Y no podría sentir más pena por él.
—Deja de hacer eso— ordena el anciano golpeando el escritorio con el puño— estoy a punto de cortarte la cabeza.
Hiroshi se detiene en seco ante las palabras del anciano y lo mira de mala manera.
Kenzo nunca a mostrado ningún tipo de empatía con Hiroshi, y el chico tiene eso muy presente. Es mutuo, de hecho. Hiroshi sabe que ese hombre jamás fue un buen padre y mucho menos un buen abuelo.
Lo único que le importaba era el poder, no había nada más para él que eso.
Su familia sólo era algo que había concebido casi a la fuerza. Un matrimonio arreglado por los padres de el anciano es la causa por la cual Hiroshi existe.
—Cállate— espeta el joven— estás aquí por que yo lo he permitido. Pero si doy la orden, te echaran a la maldita calle.
—Ya te dije que no todo el poder es tuyo— protesta el anciano— deja que comportarte como un cretino y empieza a ser un hombre.
—¿Cómo tú?— Hiroshi ríe sarcástico— no gracias.
—Ni en otra vida podrías ser como yo— dice crudamente el anciano— o como tu padre. Eres una vergüenza para la familia y la organización.
—Que bueno que tu familia jamás te ha importado— Hiroshi hace un enorme esfuerzo por mantener sus emociones a raya— así que no te debo nada. No estoy aquí para hacerte sentir orgulloso.
—Eres tan blando— escupe el anciano con rabia— tu existencia es una deshonra.
—¡YA CÁLLATE!— explota Hiroshi— ¡cierra la boca maldito anciano o juro que serás la cena de los tigres esta noche!
—Eso es de lo que hablo— Kenzo se levanta de la silla— esa es la mentalidad de un Yakuza.
El anciano se acerca a paso lento hacia el joven. Hiroshi retrocede haciéndole saber que no se acerque.
—Sé lo que debo hacer Kenzo— asegura el joven— no necesito que me des órdenes o sugerencias.
—¿Y qué es lo que estás esperando?
—No planeo matarlo— responde— no al principio, eso sería demasiado fácil.
El joven considero muchas veces matarlo rápidamente y acabar con todo de una vez. Pero lo fácil que eso resulta es un insulto a la memoria de su padre y hermana.
Por supuesto que sería muy satisfactorio arrojar al desgraciado inglés a la jaula de los tigres y ver como lo despedazan sin piedad. O cualquier otro de los métodos de tortura que los Yakuza acostumbran. Pero él quiere algo más. Quiere a Harry Styles de rodillas suplicando el mismo que lo mate.
—Voy a hacerlo sufrir primero— habla dándole la espalda al anciano— voy a causarle tanto dolor que él mismo va pedirme que lo mate.
Kenzo vuelve con lentitud a la silla extrañamente interesado en las palabras del joven.
—Son sus debilidades las que tengo que atacar— se vuelve hacia el anciano— todo aquello que lo hace vulnerable.
Hiroshi sonríe para sí mismo, imaginando como sería tener a Harry Styles rogando por piedad.
—Todos aquellos que lo rodean son mis armas más preciadas— prosigue— voy a hacerle sentir un nivel de dolor y sufrimiento que ni siquiera puede imaginar.
—La debilidad de un hombre es la mujer que ama— dice Kenzo, mirando al chico con cierta hostilidad, no queriendo admitir que la idea en su cabeza es brillante— lo cual es un tanto patético, pero efectivo.
—La chica esta al principio de la lista— le informa el joven— pero para mi sorpresa, ella no es la única persona que le importa.
—¿Qué tanto has investigado?
—Demasiado. Estoy tan informado que podría decirte qué es lo que hace el bastardo en estos momentos.
—¿Cuándo llevaras a cabo todo?
—Pronto— sentencia— estoy siendo generoso y dejo que crea que su felicidad es para siempre.
—No tengas piedad— ordena el anciano.
—No la tendré— asegura Hiroshi— como ya lo dijiste, la mayor debilidad de un hombre es la mujer que más ama, y ten por seguro que la chica es la que se llevará la peor parte de todo.
A pesar de que el lastimar a una mujer va encontra de su moral y valores, Hiroshi tiene muy presente que Styles no tuvo piedad de su querida hermana.
La lastimó, la hizo pasar por muchas cosas hasta le momento de su muerte y decidió que pagarle con la misma moneda sería la venganza perfecta.
El anciano se levanta de la silla de nuevo y camina hasta su nieto. Y éste, por muy extraño que resulte, deja que se acerque lo suficiente como para terminar en un abrazo un tanto incómodo.
—No es tan difícil encajar, mi querido— susurra el anciano en su oído— sólo tienes que pensar con la cabeza fría y dejar tus sentimientos de lado.
Hiroshi asiente en respuesta.
Ahora lo sabe. Ahora entiende que para lograr lo que se propone tiene que ser crudo, como si nunca antes hubiese existido ese nido de sentimientos que lo hacían débil.
—Así será— dice al fin, correspondiendo a tan extraño gesto.
No recuerda la última vez que alguien le dio un abrazo, y, a pesar de que sabe que cualquier gesto de afecto que venga de su abuelo es falso, deja que el anciano crea que está de su lado.
Hiroshi también tiene planeado hacer que su anciano abuelo caiga.
A fin de cuentas, seguirá su consejo, y acabará con todos aquellos que han deshonrado a su familia.
Nota: Los capítulos de éste tipo serán muy cortos.
Besos. ♡
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ENGLISH MAFIA II: RESURRECTION | Harry Styles
Fanfiction"(... )Así pues, refrenó las inclinaciones de su corazón y no se permitió concesiones a la piedad. El siguiente sentimiento que se apoderó de su alma fue una absoluta maldad".