ENGLISH MAFIA II: RESURRECTION | Harry Styles

Tragic Issues

Por muy abrumadora, dolorosa, e increíblemente inesperada que es la situación, por alguna extraña razón, las lágrimas no han salido de mis ojos.

No he derramado una desde que éste hombre que está parado frente a mí dijo que es el amante de mi madre. Siento un dolor muy grande en el pecho, tan abrumador que casi no me deja respirar. Pero no hay llanto.

Siento como Harry se coloca detrás de mí y me sostiene, como si estuviese a punto de caer. Pero no es así, trato de mantenerme lo más firme posible y mantener la calma.

Necesito una explicación ahora mismo, y como mi madre no está aquí, éste hombre me la dará.

—Quiero que me lo diga todo— me sorprende que haya podido hablar— por favor.

El hombre parece conmovido de algún modo. Lo cual es absurdo, ya que, según yo, no le he dado razones para que sienta pena por mí. Y no lo haré, esta vez no voy a estallar en llanto y hacerme pequeña.

—¿Estás segura?— pregunta elevando ambas cejas.

—Por supuesto— mascullo— tengo derecho.

—Si así lo quieres— el hombre se encoje ligeramente de hombros.

Me muevo un poco para que pueda pasar.

—Amor— el tono suave en la voz de Harry me hace flaquear por un momento. Mis ojos amenazan con llenarse de lágrimas, pero hago todo lo posible por evitarlo. Me vuelvo hacia él y me mira con tristeza— ¿segura que quieres esto?

—Sí— sollozo— quiero saberlo todo.

—No creo que sea lo mejor.

—No estaré tranquila de ahora en adelante si no sé qué pasó entre éste hombre y mi madre— desvío la vista hasta el hombre que yace sentado en uno de los sofás— ojalá que lo que sea que vaya a decirme, no sea una razón para no querer ver a mi madre nunca más.

—¿Y qué es lo que esperas?— sus manos toman mi rostro y lo miro— lo que sea que vaya decirte, no es algo que te va a gustar. Y lo sabes.

Demonios. Claro que lo sé. Sólo que aún no puedo creer que esto esté pasando.

Quisiera que el hombre me dijera que esto es una maldita broma de muy mal gusto y se fuera pidiendo disculpas.

—Quiero afrontar esto— aparto sus manos de mi rostro— creo que estoy a punto de saber quién es en realidad mi madre.

Camino a la sala de estar y miro al hombre con mucha atención una vez más antes de sentarme. Parece ser un hombre con clase y muy bien parado. Tiene modos muy específicos y se mueve con gracia.

—Aún no estoy muy seguro respecto a esto— dice— no quiero causar problemas.

—Ya es muy tarde— mascullo— mi madre y yo teníamos problemas antes de que usted apareciera en esa puerta. Y ahora por favor le pido que hable.

Harry se coloca a mi lado, pero no se sienta.

—Tu madre y yo nos conocimos hace un año en un restaurante— empieza— estaba sola en una de las mesas más recónditas y lloraba.

No puedo evitar rodar los ojos. He visto a mi madre llorar, muy pocas veces de hecho, e imaginarla llorando en un lugar público me resulta demasiado ridículo.

—Yo no pude evitar acercarme y preguntar qué le ocurría. Al principio fue un poco fría, pero poco a poco se relajó y me dijo que sentía que su matrimonio no iba bien.

¿Cómo?

Eso es el maldito colmo.

No puedo creer que haya utilizado esa típica excusa. No recuerdo que mis padres hayan tenido problemas en su matrimonio, por muy impactante que eso sea, ya que mi padre tuvo varias razones por las cuales mandar a mi madre a volar.