Cuando creí que ya no podría suceder algo más en mi vida, que haya sido diagnosticada con esa extraña enfermeda hace que me pregunte la razón de mi existencia.
¿A qué vine a este mundo? ¿Cuál es mi propósito?
Según el doctor, el tipo de Endometriosis que padezco es de la menos agresiva. No es posible curarla, pero se puede controlar con tratamiento y tal vez, si el problema no mejora como se espera, tendré que someterme a una cirugía y podré llevar una vida normal.
Pero no será normal para mí, porque me han arrebatado la ilusión más grande de mi vida.
El poder tener bebés.
Aunque hay una mínima probabilidad de que pueda concebir, no es suficiente, dos por ciento es como una en dos millones, y tomando en cuenta mi historial de malas rachas la probabilidad esta totalmente descartada.
No puedo creer que todo en mi vida se caiga a pedazos sin piedad alguna. Siempre que algo bueno pasa termina en tragedia, o no dura mucho. Se me han arrebatado muchas cosas en tan poco tiempo que ya tengo miedo de vivir.
Tengo miedo de ilusionarme por cualquier cosa relativamente buena que pase en mi vida. Tengo miedo de que ya nada vaya bien de hoy en adelante.
No he salido de mi habitación desde que llegamos. Tampoco he dejado de llora y siento que mis ojos van a explotar. Es de noche y estoy pensando muy seriamente en no ir a la dichosa cena con Harry.
No quiero verlo, él es un recordatorio de todas esas ilusiones que me llenaban de esperanzas. Él me recuerda esa agradable sensación que sentía en el pecho cada vez que hablábamos de formar una familia.
De alguna forma, aunque sé que es estúpido, siento que le he fallado. Se veía tan feliz ante la idea de que pudiera darle un bebé, jamás le había visto de esa forma, era un Harry diferente. Y me encantaba ese Harry.
Y si no se hubiera ido, si no me hubiera dejado; si todavía estuviéramos juntos, no podría darle la dicha de ser padre.
No sería capaz de mirarlo a los ojos sin sentir que todo mi mundo se cae a pedazos. Porque aunque ya no estamos juntos, esa ilusión era de ambos, y el ya no poder compartirla me parte el alma.
¿Cuál sería su reacción si se lo dijera?
No debería importarme, pero me aterra que sea capaz de gritarme en la cara que ya no sirvo como mujer sólo por ese simple hecho. Y es triste, porque es verdad, no puedo hacer lo que una mujer se supone que puede hacer.
Pero creo que sería descortés no ir. El haberlo perdonado también trajo consigo mi liberación y ya no debería guardarle rencor. Es tiempo de superar lo que pasó, y a pesar del dolor que me aqueja, debo tratar de seguir adelante.
Me levanto de la cama con todo el pesa. Las piernas me duelen, la cabeza me duele, el vientre me duele, el corazón me duele. Y creo que el simple hecho de existir, me duele.
Camino hacia el baño, me desvisto y entro en la regadera.
El contacto cálido del agua contra mi piel me regala una sensación de alivio que calma un poco el agobiante dolor que amenaza con matarme en cualquier momento. Recorro con mis manos cada centímetro de mi cuerpo, sintiendo los huesos de mis caderas, mis costillas, todas aquellas áreas que antes estaban bien proporcionadas.
Es triste darme cuenta cuánto he cambiado, mi aspecto físico es algo que siempre me ha preocupado y ahora no sé cómo sentirme al respecto. Estoy delgada, pero de nuevo, no de la forma correcta y sana.
Zayn tiene razón, luzco enferma, sin vida. Parezco un muerto viviente.
Tallo mi rostro con fuerza en un intento por borrar la evidencia de las interminables horas de llanto. Me veo terrible, lo sé, porque así es justamente como me siento.
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ENGLISH MAFIA II: RESURRECTION | Harry Styles
Fiksi Penggemar"(... )Así pues, refrenó las inclinaciones de su corazón y no se permitió concesiones a la piedad. El siguiente sentimiento que se apoderó de su alma fue una absoluta maldad".