ENGLISH MAFIA II: RESURRECTION | Harry Styles

Everything To Fight For

En el pasado deseaba tanto que la mujer que amo con locura dijera esas palabras. Que con una sonrisa en el rostro me diera la noticia de que al fin nos convertiríamos en padres.

Recibo esa noticia de otra mujer, una a la cual no amo y no amaré nunca. No sé qué sentir, no puedo encontrar una emoción que me indique lo que debería decir. Lo único que sé, es que esto no va hacer que la ame. Si lo hizo a propósito su plan va a fallar rotundamente.

—¿Estás segura?— es lo único que puedo decir.

—Por supuesto— responde con una sonrisa— papá hizo la prueba.

—¿Tu padre lo sabe?— maldición.

—No iba a ocultarle algo así a mi padre.

Y creo que yo tampoco podría haberlo hecho. No tengo el corazón ni la cobardía como para dejarla sola con esto. Ambos lo hicimos, y ambos debemos tomar responsabilidad.

Todavía trato de procesar todo, pero el momento de tomar decisiones es ahora y no después. Por supuesto que voy a responder por el bebé. Es mío también después de todo.

—De acuerdo— asiento— haremos esto Melanie, pero el que vayas a tener un bebé no significa que debemos estar juntos.

—Pero...

—No te amo— sentencio— seré el padre de ese bebé y nada más.

—No puedes hacer eso— las lágrimas en sus ojos aparecen de nuevo— yo te amo Harry, éste bebé es fruto de nuestro...

—No lo digas— la interrumpo— no te hagas esto.

—¡No!— chilla— ¡No me hagas esto!— me abraza de nuevo y no puedo hacer nada para apartarla— no le hagas esto a tu bebé. Te va a necesitar mucho.

—Y ahí estaré.— mascullo— no le va a faltar nada.

—Por favor Harry— alza su rostro para mirarme— te amo.

—Ya lo dijiste, pero no significa nada para mí.

—Déjame hacer que signifique todo.

—Ya basta— logro apartarla de mí— espero que el embarazo no haya sido una táctica para hacer que me quede a tu lado. No se juega con la vida de un inocente.

—No lo hice ¿cómo puedes pensar eso?

—Sólo sé que eres capaz de hacer cualquier cosa para obtener lo que quieres.

—Ella ya no te ama— dice de pronto— no después de todo lo que le hiciste.

—Eso no lo sabes— sus palabras me afectan, pero no permito que se dé cuenta.

—Lo sé, y tú también— ya no hay señal de tristeza en su rostro, ahora luce enojada.— ¿por qué estás tan obsesionado? ¿Qué tiene ella que no tenga yo?

—Todo— responde— lo tiene todo.

—No puede darte la familia que siempre has querido— me toma de la mano y la coloca sobre su vientre— vas a tener eso conmigo. Puedo darte los hijos que quieras.

—Jamás quise tener un hijo contigo— digo, a pesar que es demasiado cruel— no eres la mujer que amo y jamás lo serás.

Aparto mi mano con violencia y no dejo que su expresión herida me afecte. No puedo evitar sentirme culpable por todo esto. No debí buscarla, no debí descargar mi dolor con ella, fue tan egoísta e irresponsable.

Odio que use todo lo que alguna vez le dije contra mí. Estaba demasiado ebrio como para darme cuenta de lo que hacía, el dolor y la desesperación me hicieron hacerlo.