ENGLISH MAFIA II: RESURRECTION | Harry Styles

Senses

Debo mantener la calma. El pedirle a Harry explicaciones sobre por qué no me dijo que Draco está con él sería un grave error.

Muy grave

No sabría explicar si es que pregunta cómo es que sé que Draco esta aquí si se supone que sólo sé las cosas que me ha dicho. Y definitivamente no voy a decirle que Hannibal trabaja para él vendiendo drogas y matando gente.

Estoy en el medio de una situación que si se sale de control sería el fin del mundo. Harry es peligroso, no dudaría ni un segundo en tratar de hacer algo contra Hannibal y Hannibal no va a permitir que eso pase.

Ambos son de cuidado.

Y no me perdonaría que por abrir la boca dé inicio a un caos irreparable.

Sé que acordamos no tener secretos entre nosotros y que yo estoy faltando a ese acuerdo al no decirle la verdad sobre Hannibal. Pero trato de encontrar una razón poderosa por la cual no me dijo nada acerca de Draco.

No le veo el problema, Draco dejó de ser una amenaza para mí desde que ayudó a Harry a sacarme de ese horrible lugar. Y aunque debo admitir que al principio me daba mucho miedo que estuviera cerca, después de un tiempo me di cuenta que gracias a él mi estadía en ese lugar no fue como el de las demás chicas.

Siempre me decía lo que tenía y no tenía que hacer cuando Alexander estaba presente, cuando callar y a no hacerme la valiente.

Debo agradecerle por eso, a pesar de que a veces me negaba a seguir sus órdenes por puro orgullo.

No he hablado con Harry desde que Hannibal me trajo a casa, lo cual hará que se enoje, porque me dijo que lo llamara una vez que estuviera aquí.

Y es entonces que me doy cuenta de que no va a servir de nada el quedarme callada si a Draco se le ocurre decirle a  Harry que nos encontramos. Y no sólo eso, sino que fue en el apartamento de uno de sus matones.

¡Maldición!

De verdad le pido al cielo que Draco sea muy discreto respecto a eso. Porque entonces habrá problemas y me asusta pensar en lo que podría pasar.

Tomo el móvil y de inmediato busco su nombre en la lista. Lo selecciono y toco la opción de llamar.

—Amor— responde al primer timbrazo.

 —Hola— lo saludo con cierto entusiasmo.

—¿Ya estás en casa?— pregunta. Pero más que una pregunta, sonó como si fuese una afirmación y que si obtiene una respuesta negativa se molestara.

—Sí, ya estoy aquí— respondo— ¿Dónde estás tú?

—Justo al pie de la acerca, debajo de tu ventana

Me levanto de la cama totalmente pasmada y camino hasta la ventana. Hago a un lado la cortina, y en efecto. Esta parado en la acera con el teléfono en su oreja y en cuanto me ve, una hermosa sonrisa se dibuja en sus perfectos labios.

—¿Cuánto tiempo llevas ahí?

—No mucho— ríe— ¿puedo entrar?

—¿Desde cuándo pides permiso para entrar?

—Tienes razón— se encoje de hombros— creí que te resultaba interesante que entrara sin permiso.

—¿Y eso qué significa?

—No lo sé— ríe de nuevo— desde que me confesaste todo lo que te hago sentir las perspectivas cambiaron.

Sus palabras logran que todo en mí se remueva con violencia. Es increíble la capacidad que tiene para hacer que olvide mis problemas por un momento.