detention room || lee jeno

cuarenta y uno.

"¿Dije algo que no debí haber dicho?" dije, mirando al chico del pelo rojo fijamente. Seguramente había dicho una estupidez.

Algunos comenzaron a caminar, así que nosotros también caminamos hacia donde quiera que fueran. Yo seguí hablando con los que parecían más mayores, ya que éstos parecían ser los más comprensivos respecto a que yo no entendía del todo lo que hacían.

"No, no es eso. Es que nosotros no hablamos con otros grupos. Solo nos juntamos entre nosotros" respondió.

"Lo hicimos hace un tiempo, pero no funcionó. No eran como nosotros, solo buscaban popularidad mediante pegar gente sin razón. La gente les tenía respeto por eso. Nosotros no queremos eso" añadió un chico de pelo negro y una nariz muy bonita -extraño, pero lo era-, también de los más mayores, al parecer.

Asentí con la cabeza, sorprendida, seguramente ojiplática, ya que aquello era muy diferente a lo que yo pensaba de ellos.

"Vosotros también hacéis esas cosas, ¿verdad?" quería asegurarme de que lo que la gente decía sobre ellos era cierto.

Llegamos al parque en el que había estado con Jeno, y nos sentamos en un círculo de bancos en los que podríamos sentarnos todos. Supuse que ellos se sentaban ahí frecuentemente, ya que ninguno dijo nada cuando llegamos. Era un buen lugar, estaba algo escondido, apartado de los demás.

"¿Qué tipo de cosas?" preguntó el chico del pelo naranja, quien también se unió a la conversación. Los demás simplemente escuchaban; a veces, los que tenían la edad de Jeno, lo miraban sonriendo.

"Ya sabes. En la ciudad se dice que hacéis pellas, pintáis paredes, robáis tiendas locales, e incluso que peleáis con otros chicos" dije, bajando la voz a medida que avanzaba.