detention room || lee jeno

ciento siete.

"Siéntate, será mejor." dijo, pero yo no sabía qué hacer.

Al ver que me quedaba de pie allí, sin hacer nada y mareada, apoyando mis manos contra la encimera de mármol, me cargó. Sí, de esa manera en que los novios cargan a las novias en su día de boda. De aquella manera.

No veía nada, tenía mis ojos entrecerrados y solamente veía el techo. Noté algo blando bajo mi espalda y supe que estaba tumbada en mi cama. Abanicó sus manos para darme aire. ¿Acaso necesitaba eso? No lo sabía, nunca me había pasado aquello. ¿Puede que me hubiera desmayado? Eso sería lo más probable.

Poco a poco comencé a recuperar la consciencia.

"Estás volviendo a tener un color normal." dijo, riendo.

¿A qué se refería? Notó mi cara de confusión y, como si me hubiera leído la mente, respondió.

"Tu cara era completamente blanca." respondió. "¿Estás mejor?"

"Eso creo." respondí. "¿Qué me pasó?"

"Te desmayaste, pero no entiendo por qué, ¿hiciste algo que lo provocara?"

"No, solo me levanté a bajar la persiana."

"Deberías dormir, seguramente sea por la falta de sueño." dijo, y se levantó de la orilla de mi cama para ir a la suya y volver a dormir.

"Jeno." lo llamé.

"¿Sí?"

"Duerme conmigo." dije, de manera simple. Quedó confuso un momento, pero después caminó hacia mi cama y se tumbó a mi lado. "Gracias." susurré, refiriéndome a haberme ayudado de aquella manera. "¿Habías hecho eso más veces?"

"Sí, más de una vez hemos tenido que ayudar a algún chico del grupo porque se había desmayado, pero no es nada grave, o eso espero." respondió.

Sí, yo también esperaba que no fuera nada grave.