detention room || lee jeno

veinte.

De un momento a otro, Jeno se levantó de su silla y comenzó a caminar por la habitación. Realmente lucía seguro de sí mismo. En parte, eso era bueno, me gustaba. Pero eso también podía significar algo malo. Quién sabe.

Cuando volví a mirar, se había subido a una mesa. De pie. Sin ningún miedo alguno, caminaba por las mesas del aula. No parecía que tuviera miedo. Ni siquiera miraba hacia el suelo para saber si pisaba correctamente.

Mientras "caminaba", se le cayó una flor del bolsillo. Era una pequeña margarita. Por alguna razón, tenía una gran curiosidad por saber la razón de que tuviera una margarita en el bolsillo. Bajó de la mesa de un salto y la volvió coger. He de añadir que las mesas eran altas. Eran las típicas mesas de instituto, las cuales no estaban hechas para saltar desde ellas al suelo. Quiero decir, yo me caería si hiciera aquello.

Se quedó unos segundos mirando la planta, como asegurándose de que no tenía ningún rasguño.

Volvió a su sitio y apoyó la cabeza en la mesa cuando se sentó, mirando hacia mí. Otra vez sonriendo. Cambió de postura y apoyó su cabeza sobre su mano. Le sonreí tímidamente de vuelta y me concentré en mi dibujo. Hasta que escuché su voz.

"¿Por qué no sales conmigo?" preguntó, como si fuera lo más normal del mundo.

¿Aquello era real? ¿Había escuchado eso realmente? ¿O simplemente me lo había imaginado?

No levanté la cabeza, simplemente dejé de dibujar. ¿A qué venía eso? ¿Lo decía en serio?

"No te conozco." fue lo único que se me ocurrió decir. No es que no quisiera, pero no lo conocía y no podía salir con alguien de quien no sabía nada. Y menos, un chico que está en una banda. No es que no quisiera salir con alguien así, no quiero ser malinterpretada; no me molestaba lo que hiciera, es solo que quería saber lo que hacía y conocerlo primero.

Además, nunca fui de esas personas que salían con alguien solamente por su físico. Aunque admito que lo que dije fue cortante.

"¿Y si me conocieras?" dijo, de manera simple. Lo miré y le sonreí ligeramente. El timbre sonó y me levanté. Wow, salvada por la campana. Salí de la clase.

¿Cómo podría responder a eso?