detention room || lee jeno

ciento veintiuno.

Caminé en silencio, cada vez más cansada, y más cansada, y más cansada. No veía la hora de llegar a casa y dormir por fin. Maldije el hecho de que mañana tendría que levantarme pronto, y de que solamente dormiría cuatro horas. Pero aquello valió la pena. Desde luego que valió la pena.

Poco a poco los demás fueron separándose, hasta que quedamos Jeno, Johnny y yo. Mis ojos se cerraban por momentos, sin poder evitarlo. ¿Por qué siempre era tan inoportuna?

Seguimos caminando y cerré los ojos de nuevo. Pero esta vez no volví a abrirlos.

*********************

"¿Está despierta?"

"Sí, creo que sus ojos se mueven."

"Joder, estaba preocupado."

"Desde luego, no olvidemos esa vez en la que casi te desmayas cuando llegamos al hospital."

"¿Por qué siempre tienes que revivir los malos momentos? Y pensar que eres mayor que yo..."

"No revivo malos momentos, ha pasado media hora."

"Como digas."

Abrí los ojos y una potente luz me invadió. Volví a cerrarlos de golpe. Encontré a un par de chicos mirándome desde arriba. Eran Johnny y Jeno.

"Te dije que despertaría, idiota." dijo Johnny.

"¿Pero por qué me insultas?" replicó el menor. "Jiyoon, ¿estás bien? ¿Te sientes mareada?"

"¿Eso no debería preguntarlo el médico?" se quejó Johnny.

¿Pero qué demonios acababa de pasar?

"¿Y qué más da eso?" replicó Jeno, indignado.

Me moví ligeramente en mi lugar. Estaba en una cama, en una habitación blanca; una habitación de hospital.

"¿Qué ha pasado?" pregunté.

"Te desmayaste." respondió Johnny.

"¿Qué hora es?"

"Las cuatro. Tardaste poco en despertar." respondió de nuevo.

"Quiero ir a casa antes de que mi madre descubra que estoy aquí."

"Tranquila, saldremos de aquí en cuanto el médico lo permita, y fue leve, así que podremos irnos ya." me tranquilizó.

Miré a Jeno, quien miraba hacia el suelo con aquella sonrisa avergonzada, de nuevo.