detention room || lee jeno

ochenta y uno.

Y allí estaba, subida en un coche rodeada de chicos que hacían estupideces. A decir verdad, me estaba riendo demasiado. Desde luego, Jeno no era el único que tenía sentido del humor.

Yo estaba sentada junto a Jeno, y a mi otro lado estaba la puerta. Junto a él estaba Taeil, con quien yo había estado hablando durante todo el camino. Doyoung tenía una especie de micrófono de juguete con el que fingía ser un presentador de televisión, o algo así, y Taeyong lo imitaba. No podía verlo demasiado bien, ya que estaba en la última fila de asientos y era bastante bajita de altura, pero con solo escucharlo era genial. En aquel coche éramos siete. Ya que lógicamente no cabíamos catorce personas, se dividieron en dos coches. En el que yo iba, éramos Taeil, Jeno, Haechan, Ten, Taeyong, Doyoung y yo.

Lo que más me había extrañado era que yo fuera la única persona que los acompañó, pero no me importó especialmente.

Después de una hora de viaje, la cual no se me había hecho larga para nada, llegamos a una zona en la que solo había campo, y algunos edificios abandonados. Era interesante, porque no había visto a una sola persona. Estaba prácticamente desierto. No había casas, ni tiendas, ni siquiera las típicas fábricas que hay junto a las carreteras; solo había edificios abandonados. El coche se paró después de un rato más.

"Señores, hemos llegado." anunció Ten, quien iba conduciendo. Habían hecho un juego para ver quién conduciría de entre todos los que tenían carnet de conducir, y le tocó a él.

Salimos del coche y estiré las piernas después de haber estado casi dos horas sentada. Admiré el paisaje. Era hermoso. Era muy natural, no había nada urbano, como mucho los edificios abandonados, pero eso lo hacía aún más bonito e interesante.

Lo que no me esperaba era lo que estaba a mi espalda. Me di la vuelta, y vi el mar. Sí, el mar. Pensaba que estaba mucho más lejos, pero no. Estábamos junto a la playa, y a pesar de ello no había nadie. Era genial.