Mellizos (2) ( Trilogía Generaciones)

¿Qué hiciste?

(Este capítulo es luego de una semana, Draco y Emma siguen sin hablarse y cuando Katie llega de la enfermería) (Publiqué 3 capítulos por que llegamos a los 10K en esta historia y a los 50K en Una Quinta ¿Merodesdora?)

Cuando entré al Gran Comedor en la mañana para el desayuno, no vi a Draco. En el almuerzo estaba hablando con Tory como mayormente lo hacía desde que Draco y yo nos peleamos.

Hasta que las puertas se abrieron y ahí estaba mi rubio.

Cuando entró se fijó en Katie, me dirigió una mirada y salió corriendo. Harry lo notó y fue detrás de él.

Mierda esto es malo, muy muy malo.

Salí corriendo detrás de ellos dejando a Tory con la palabra en la boca.

De correr y correr perdí el rastro así que merodeé por el castillo para encontrarlos.

Escuché gritos en el baño de chicos y me apresuré a entrar.

Cuando entré, me sorprendí demasiado.

Harry le apuntaba a Draco con la varita mientras este estaba en el suelo sangrando.

— ¡Harry! ¡Oh por Merlin! ¿¡Qué hiciste!? — Le grité.

— Emma yo...

Corrí hasta Draco y me puse a su lado, no me importó que todo el suelo estuviera mojado.

Harry trató de acercarse pero le apunté con mi varita.

— ¡Vete! ¡Vete antes de que te haga daño! — Le grité — Y ahora... olvídate de que soy tu hermana.

Harry me miró fijamente y salió del baño.

Draco no paraba de sangrar.

— Draco por favor, ahora no me dejes, por favor...

— Señorita Potter aléjese — Dijo Snape.

— ¿Severus?

— ¡Quítese!

Le hice caso y me alejé nada más un poco de Draco.

Con su varita limpió la sangre y reparó sus heridas.

Draco despertó sobresaltado y yo me apuré a ayudarlo en levantarse.

— ¿Estás bien? ¿Dime que te hizo Harry?

— Nada Emma, no pasó nada — Dijo Draco.

— Creo que ya me puedo retirar — Dijo Snape y desapareció.

— Ven, déjame ayudarte.

Draco asintió y lo llevé hasta la sala común para luego llevarlo a su habitación de prefecto.

Busqué unas vendas en mi cuarto, alcohol y algodones para curar las heridas en su cara, las únicas que Snape no había arreglado.

— Mataré a Harry en cuanto lo vea... ¿Qué hechizo usó él? Estas heridas son muy profundas... — Tomé el frasco de Alchol y mojé un poco el algodón.

— Sectumsempra — Dijo.

La botella de alcohol deslizó de mis manos y cayó al suelo, gracias a Dios era de plástico y estaba cerrada.

— ¿Q-Qué?

— Usó un Sectumsempra.

— Esa es magia negra muy peligrosa.

— Lo sé, por eso me sorprende que San Potter lo sepa...

— Lo sé... pero esto es imperdonable. Casi te mata Draco...

— Eso también lo sé. ¿Has descubierto quiénes son Barbara y Alessandra?

— Algunas veces las veo en mis sueños, Alessandra tiene cabello pelirrojo y ojos Esmeraldas, Barbara tiene el cabello
castaño también solo que sus ojos son avellanas.

— ¿Descubriste que son para ti?

— No lo sé... pero según lo que vi en el sueño ellas tenían algo que ver conmigo, Harry y mis padres.

— ¿Y si eran tus hermanas?

— Eso... no lo había pensado.

— Tal vez ellos no te quieren contar sobre ellas por que... fallecieron. — Dijo refiriéndose a Remus y a Sirius que seguían sin responder mi carta luego de casi dos semanas.

— Hubiera algún signo de que n mi casa vivieron dos bebés más.

— Tal vez murieron en el vientre de tu madre.

— Tampoco había pensado en eso — Le dije — Pero mejor concentrémonos en curarte estás heridas y dormir.

Draco sonrió y asintió.

Cuando terminé de curarlo. Recogí mis cosas y le dispuse a salir del cuarto. Pero el brazo de Draco no me lo permitió.

— Quédate — Dijo.

Asentí un poco nerviosa y dejé lo que llevaba en una mesa al lado de su cama.

Draco se acostó del lado izquierdo de la cama y me hizo un espacio al lado de él.

Me acosté a su lado todavía con mi uniforme puesto.

— Quítate la túnica, quédate nada más con la falda y la camisa — Dijo y asentí.

Me quite la capa y me volví acostar a su lado. Aunque estaba muy separada de él.

Draco pasó su brazo por mi cintura y me pego contra él.

— ¿No estabas molesta?

— Ñe, molesta estaré mañana, con Harry.

— Buenas noches princesa.

— Buenas noches hurón.