Mellizos (2) ( Trilogía Generaciones)

Espada de vidrio

Suspiré al sentir una mala vibra al frente de la casa. Me había enterado de este lugar por Remus y Sirius, dejan escapar cosas igual que Hagrid.

Entre a la casa evitando llorar. La sala era grande, aunque me llamó la atención unos caramelos que estaban en el suelo.

Me agaché y recogí uno, dejando la primera lagrima salir. Claro, treinta y uno de octubre, Halloween. Recogí los demás caramelos y ordené un poco los cojines que estaban sobre el suelo.

Me levanté y fui a la cocina, en una repisa había una Foto. Estaba un poco alta pero logré agarrarla. El marco de la Foto estaba roto pero aún así se podían ver las figuras de una pelirroja y un azabache sonrientes. Ambos se veían muy felices.

Abrí mi bolso y con mucho cuidado dejé que la Foto cayera. Salí de la cocina y me dirigí a las escaleras. Las subí lentamente, deteniéndome en cada paso que daba. No quería subir, pero la curiosidad era mayor.

El primer cuarto que abrí tenía una cama grande, un armario, un closet y alguna ropa todavía quedaba entre las cosas.

Abrí el closet y vi un suéter de color gris, lo tomé entre mis manos dejé que más lágrimas cayeran al saber que era de mi madre. Por el simple recuerdo lo guardé en mi bolso y dejé que más lágrimas cayeran.

La siguiente habitación supe cuál era al ver dos nombres en la puerta, "Emma y Harry". Abrí con cuidado la puerta del cuarto temiendo que encontraría ahí.

Esta era la habitación más desordenada, y donde supuestamente "la explosión" ocurrió

Había una pluma en una repisa de la esquina, también había tinta seca sobre el suelo. La pequeña cuna tenía la mitad rota y las sabanas azules y rosadas estaban manchadas de algo oscuro.

En la esquina del cuarto habían unas mantas tiradas por el suelo, lo único "fuera de lugar" en esa habitación. Me acerqué por instinto y pude ver una carta abierta sobre esta.

Remus, Sirius. Sé que encontrarán esta carta... tal vez sea demasiado tarde cuando la encuentren pero mejor tarde que nunca.

Mi hija, tú ahijada Remus, está en un orfanato en Wilburd Drive de la 95. No le dijimos a nadie por temor de que se enteraran de su paradero.

Necesito que la busquen, confío en ustedes.

Los ama...

Lis Potter.

Tapé mi boca con una mano y aprecié la caligrafía de mi mamá. Era bonita, pero algo desordenada como la suya. Unas lágrimas cayeron sobre el papel y prolijamente la doblé y la puse dentro de mi bolso.

Bajé a la sala y suspiré viendo la casa, solo me falta ver las... no lo diré, no puedo hacerlo. No soy lo suficientemente valiente para hacerlo.

Tal vez por eso no quedé el Gryffindor, por qué no era lo suficientemente valiente.

Caminé por las calles, era de noche ya la mayoría dormía. No tenía un reloj para decir que hora exactamente, pero no me importaba.

Caminé y caminé, viendo casas y casas hasta que llegué a mi destino.

Había una pequeña puerta para poder pasar, la abrí y entré.

Busqué entre las columnas con la mirada hasta caer en un nombre conocido.

Lis Potter
Madre, mejor amiga y esposa
1960-1981
"El último enemigo que será vencido es la muerte"

Justo al lado de ella estaba otra lámina que decía:

James Potter
1960-1981
Padre, mejor amigo y esposo.
"El último enemigo que será vencido es la muerte"

Con un movimiento de mi varita hice aparecer dos ramos de rosas blancas como la nieve y las dejé sobre la tumba.

Y luego me derrumbé.

Lloré y lloré. Por ellos, por Draco, Por Harry, por todo esto.

No soy lo suficientemente fuerte para aceptarlo, y temo que si algo más pase yo termine de romperme.

Por que ahora mismo soy una espada de vidrio, estoy completamente bien si no me usan mucho... hasta que empiezo a romperme pedazo por pedazo. Luego de un tiempo no podrás hacer nada ya que estaré completamente rota.