Mellizos (2) ( Trilogía Generaciones)

¿Tú? ¡Yo te conozco!

~ Emma ~

Al entrar pasamos por un pasillo algo tenebroso, tipo el de las películas de terror que tienen una sola luz y esa luz parpadea y eso... Ok me desvié de tema.

Luego de ir por el pasillo del terror, Remus me empujó a través de una puerta y ahí habían muchas personas. Todas se callaron al verme entrar.

Me sentí un poco incómoda y bajé la mirada. No es que sea tímida, al contrario, pero no me gusta que tantas personas me miren.

— Hola cariño, bienvenida. Mi nombre es Molly — Dijo una señora, su cabello era pelirrojo y venía de cocinar.

— Un gusto Molly – Dije con una pequeña sonrisa – Mi nombre es Emma.

— Si cariño, eso lo sé.

— ¿Quién eres tú? — Preguntó un chico pelirrojo tomando una pata de pollo de la mesa.

— ¡Ronald Weasley! ¡Eso no se pregunta! — Le regañó Molly, que creo que es su madre.

— Tranquila Molly, no pasa nada — Pasé mi mirada hacia el pelirrojo — Bueno, Ronald, por si no te diste cuenta mi nombre es Emma, se lo acaba de decir a la que creo que es tu madre. Por cierto, tienes un trozo de pollo sobre tu camisa — Dije con una mueca de asco.

— Bueno, ella es Emma — Se adelantó a decir la señora Molly — Harry, cariño, ¿Por qué no vas y le muestras la habitación de Hermione para que ponga sus cosas?

Un chico flacucho, ojos verdes como los míos y cabello azabache rebelde (también como el mío) y una cicatriz en forma de rato en la frente, se levantó de la mesa.

Espera... ¡Yo te conozco!

— ¡Yo te conozco! — Dijimos el y yo al mismo tiempo — ¡Íbamos a la misma primaria! — Volvimos a decir, otra vez al mismo tiempo — ¡Eres el primo de el gordo morsa amorfa Dudley!

— ¡Y tú la que explotó su casillero!

— ¿Se conocen? — Preguntó un señor algo mayor con cabello largo hasta los hombros y un poco rulo.

— ¿No es obvio?/ Si — Respondimos Harry y yo al mismo tiempo, obviamente el sarcasmos fue obra mía.

— Bueno, creo que es hora de dar las noticia – Empezó a decir Remus por primera vez — Ella es Emma, Emma Potter.

Todos, excepto los adultos, gritaron un sonoro "¿¡Qué!?" Y Harry se desmayó, y cayó sobre mi.

— ¡Auch! ¡Quítenmelo! ¡Quítenmelo! — Grité y una chica pelirroja me lo quitó de encima — Para ser flacucho si que pesa...

La chica pelirroja rió.

— ¿Cómo que Potter? ¡Ella no tiene la cicatriz en la frente!

— ¿Se refieren a esta cicatriz? — Pregunté levantando la manga de mi hombro derecho, mostrando mi cicatriz también en forma de rayo.

Harry, que ya había despertado, bufó.

— Por lo menos tú la puedes ocultar – Dijo el levantándose el flequillo – Yo la tengo en la frente.

— ¿Entonces tú eres mi mellizo? — Pregunté.

— Eso parece — Dijo y yo lo abracé para luego soltarlo.

— ¡Si! ¡Tengo una familia! — Grité y ahora abracé a Remus.

— ¿Y para mí no hay abrazos? — Preguntó el señor con el cabello largo.

— El es como tu tío, su nombre es Sirius y es padrino de Harry.

— Abrazo para ti también — Dije con una sonrisa y lo abracé.

Tengo una familia, no estoy sola, como yo pensaba.