Avada Kedavra (Maratón 1/4)

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Luego de una semana donde los gemelos huyeron de la escuela habiendo una broma genial (la cual no me pidieron ayuda para hacerla, sigo molesta por ello), y tuvimos los TIMOs sin la vieja amargada, mi quinto año (y el primero) acabó.

Sabía que venían tiempos difíciles, más muertes, más visiones y por supuesto menos tiempo con Draco.

- ¿Vendrás a casa para las vacaciones? - Preguntó Draco.

Esta vez si tenía la respuesta, no.

- Draco este año será mejor... las cartas - Dije tratando de ser lo más sutil - Tal vez podemos vernos en el callejón Diagon o algo así.

El bajó la mirada y asintió.

- Si, será mejor.

- Recuerda que en Enero es nuestro aniversario, de un año juntos, espero mi regalo - Le dije con una sonrisa.

- No te preocupes, no me olvidaré - Dijo besando mi mano - Nos vemos hermosa princesa.

- Nos vemos luego de vacaciones guapo príncipe.

Me despedí de Draco y me acerqué a Harry que me esperaba de brazos cruzados junto a mi equipaje.

- ¿Tenemos que ir con los Dursley o nos quedaremos con Sirius? - Le pregunté a Harry guindándome en su brazo derecho.

- Emma tú pesas.

- Y me interesa por que...

- Porque me quedaré sin brazo por tú culpa - Dijo empujándome - Y respondiendo a tu pregunta, no, no vamos a ir a la casa de nuestros tíos, nos quedaremos con Sirius y luego iremos una semana a la Madrigera.

Uf, no quería ir con las morsas.

Cuando llegamos a Grimmauld Place subí a mi habitación con Harry y me lancé a la cama, quiero un lindo, hermoso y largo sueño.

(...)

Frente a mi tenía a Dumbledore, Draco a mi lado tomaba mi mano y le apuntaba con su varita. La risa escandalosa de Bellatrix estaba presente y afuera había una tormenta.

No podía controlar mis acciones, era otra visión.

Lloraba mientras sostenía el brazo de Draco firmemente y con mi otra mano sacaba la varita de mi bolsillo.

Harry estaba al lado de la habitación, con la capa de invisibilidad, pero aún así podía verle bajo un Petrificus Totalus.

Apunté a Dumbledore mientras el me miraba con ojos de súplica, pero no para vivir, si no, ojos de súplica para que lo matara.

Tenía las palabras en mi boca, pero no podía, no era capaz de hacerlo.

Respiré hondo y me preparé para el hechizo. Quise detenerlo, quise hacerlo, pero lo que sucedió después fue más rápido.

Snape se había puesto a mi lado y también le apuntaba al Director con su varita.

- Severus... por favor.

Snape no dudó mucho en lanzar la maldición la cual le dio exactamente en el pecho al director.

Quise gritar, y lanzar una maldición a Snape, pero solo podía llorar y aferrarme más a Draco que lloraba conmigo.

Desperté sudando y llorando, Harry seguía durmiendo así que solo me hice bolita en mi cama y solté una y otra lágrima.

Era un hecho, Dumbledore moriría, Snape lo haría y yo casi lo hacía.

¿Qué es lo que verdaderamente sucedió en esa visión?

Mellizos (2) ( Trilogía Generaciones)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora