Mellizos (2) ( Trilogía Generaciones)

Primera Clase (Maratón 1/5)

Emma's POV

— Bueno, lo primero que tienes que hacer es posicionarte al lado de la la escoba, luego pasar una mano encima y decir "arriba" — Dijo Draco, como si fuera lo más normal del mundo.

— Si claro, súper fácil. ¡Arriba! — Dije y la escoba subió a mi mano rápidamente — Wow...

— ¿Ves? No es tan difícil — Dijo con su escoba ya en mano — Ahora solo móntate en la escoba y listo.

— Draco...

— Vamos Emma, haré toda tú tarea de Defensa.

— Está bien...

Pasé una e mis piernas sobre la Nimbus 2001 (Que Draco me había conseguido) y se elevó unos pocos metros.

Draco subió y se puso a mi lado, sonriéndome.

— No era tan difícil, Emma.

Esto se siete genial...

Incliné un poco la escoba y salí volando hacia el otro lado de la cancha, con Draco siguiéndome obviamente.

— ¡Esto es genial!

— ¡Te lo dije!

— ¿Carrera hasta el castillo?

El asintió y ambos salimos volando hacia el castillo, yo iba en la delantera.

— ¡Ja! Te gané.

— Te dejé ganar — dijo bajándose de su escoba.

— Si claro, y Hermione no es una sabelotodo.

Draco rió y se puso a mi lado.

— ¿Nos sentamos o nos quedaremos aquí parados viéndonos las caras?

— Sentémonos — Afirmó él.

Nos dirigimos hacia un árbol frente a el lago negro.

— Me gustan tus ojos — Comenté — Son tan fríos... grises y fríos. Pero parecen tan cálidos que....

No pude terminar porqué sentí una presión sobre mis labios.

Era Draco.

Y me estaba besando.

Y yo le estaba siguiendo el beso.

Y se siente demasiado genial...

Puso una de sus manos en mi nuca impidiéndome separarme de él, aunque no tenía intención de hacerlo.

Nos separamos por falta de aire. Maldito Oxígeno. Juntó su frente sobre la mía y nuestras miradas se conectaron.

— ¿Qué... qué acaba de pasar?

— No lo sé — Respondió — Pero me encantó.

— A mi... también — Respondí bajando mi mirada.

— ¡Emma Potter!

Mierda, mierda y más mierda mierdosa. Es Harry.

Draco se alarmó y se separó de mi rápidamente poniéndose de pie.

— Draco... yo que tú corro. Nos vemos en la sala común y hablamos de esto — Dije.

— No, Harry de molestará contigo, además que Viene con el Weasley. No dejaré que te insulte.

— Gracias Draco pero...

— ¡Emma! ¡¿Cómo te atreves?! — Me gritó Ronald tomándome por el brazo, tratando de alejarme de Draco.

Hizo tanta presión que me empezó a lastimar.

Solté un pequeño gemido de dolor, que Draco y Harry notaron.

— Ron, suéltala — Dijo Harry.

Pero Ron no desistió, apretó más fuerte.

— ¡Ronald! — Le grité

— ¡Weasley suéltala en este instante! —Gritó Draco y Ron me soltó.

— ¿Qué te pasa idiota? A mí no me vuelves a tocar.

Ron estaba rojo de la furia.

— Ron, cálmate — Dijo Harry. Pero Ron solo se molestó más.

Empezó a despotricar contra Malfoy y contra mi casa pero solo lo ignoramos.

— ¿Estás bien, Emma? — Preguntó Harry preocupado tomando mi brazo.

Un gemido de dolor salió de mis labios y Harry apartó la mano.

— ¡Le doblaste la muñeca estúpido! — Dijeron Harry y Draco al mismo tiempo.

— ¿Qué pasó? — Preguntó Alison entrando en escena.

— Weasley pasó — Dijo Draco señalando mi brazo.

— ¡Ronald Weasley! ¿Tú hiciste eso? – Cuestionó y Ronald asintió.

Ahora era Alison que despotricaba contra Ronald.

Luego de un rato llegó Ginny y repitió lo mismo que Alison.

Y luego llegaron los gemelos que se pusieron cada uno a mi lado.

— ¿Por qué estamos molestos? — Me preguntó Fred en mi oreja.

Yo solo le señalé mi roja muñeca.

— Mamá estará muy molesta, Ronald — Le regañó George.

— ¡Tocaste a Emma! ¡Quebraste las reglas! — Le reclamó Fred.

— ¿Qué reglas?

— Nadie puede hacerle daño a las chicas de la familia.

– Mmm... ¿Sigo siendo de la familia? — Pregunté y sembró el silencio.

— ¿Por qué dices eso?  — Preguntó Harry arqueando una ceja.

— Yo solo... quedé en Slytherin, me junto con Draco, yo... Creo que eran suficientes razones para que me odiaran.

— Nosotros no te odiamos, Emma — Dijo Alison dándome un abrazo.

— ¿No?

– Nop, te queremos mucho. Puede que seas una Serpiente, pero eso no quita el hecho de que seas mi hermana — Dijo Harry abrazándome.

Lo que empezó por un buen día terminó en un desastre...

Pero luego del desastre viene la tormenta?... ¿Así era el dicho? Ya no me acuerdo.

Así no es, Emma. Es Luego de la tormenta viene el arcoíris.

Ñe, es lo mismo.