En Manos de Bellatrix Lestrange

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Narrador Omnisciente

Habían pasado más de tres semanas en las que Emma había estado escondida en la casa de sus padres.

Ya había pasado su cumpleaños y oficialmente tenía diecisiete años.

Draco y los demás no tenían ni idea de donde se encontraba, el más preocupado era Draco ya que le preocupaba que la encontraran y terminara en Azkaban o peor, en las manos de Voldemort.

Emma estaba en la casa completamente sola, bueno, ella y Lulu que se había metido dentro del bolso de Emma en vez de quedarse con Tory como le habían ordenado.

Aunque estando sola no había saciado su curiosidad para saber si los demás estaban bien, así que ese día Emma se había propuesto visitar la Madriguera, solamente vería de lejos y se largaría.

Recogió a Lulu y su bolso y se apareció cerca de la Madriguera.

Caminó un poco más hasta llegar frente la ventana de la cocina.

Ahí se podían ver a los Weasley.

Harry y Alison reían mientras que Ron y Hermione peleaban y Ginny era testigo de toda su pelea. Los gemelos hablaban con Sirius y Remus contando el anécdotas del pasado.

Y fue el primer momento en el que Emma sintió celos, celos de la felicidad que tenían. Celos de todos ellos.

Abrió la ventana solo un poco, lo suficiente para escuchar lo que decían.

Al menos sin ella eran felices, así era mejor...

De pronto todos se callaron y Harry puso mala cara.

- No, no sabemos donde está - Respondió Ron de mal humor.

Emma sintió una opresión en el pecho y lágrimas se acumularon en sus ojos.

- Es necesario que la encontremos, Voldemort no solo va por ti Harry - Le dijo Remus a Harry - Si la atrapan puede que la maten y todo iría muy mal...

- ¿Y a mí que me importa si muere? Es una maldita Traidora. Ojalá nunca hubieran encontrado esa carta y se haya quedado en ese orfanato de por vida...

- ¡Maldito! - Gritó Emma y luego se tapo la boca dándose cuenta de su error.

Cerró la ventana bajo la atenta mirada de todos y cuando trataban de seguirla ella se desapareció, volviendo a la casa de sus padres.

Entró dentro de la casa y se hecho sobre la vieja cama de sus padres llorando.

Quizá Harry tenía razón, nunca debieron buscarme, solo causé muchos problemas. Hasta para Draco.

(...)

~ Emma ~

- Emma tienes que irte, ahora.

Era mi madre, su voz sonaba preocupada y todo era negro.

- Pero... ¿Qué? - Dije tratando de buscarla.

Caminaba y caminaba, pero todo era igual.

- Tienes que irte, ahora. Estás en peligro.

- ¿Donde estás?

- Tienes que irte...

- ¡¿Donde estás?!

Desperté y saqué mi varita, conjuré mi Patronus y luego recogí mis demás cosas.

- Necesito ayuda, me encontraron.

Le mandé mi Patronus a Remus y a Sirius, quizás no me ayuden, pero tengo que tratar.

Acomodé mi ropa y corrí hacia la salida, pero unas cuerdas me detuvieron.

- ¿A donde crees que vas?

Mierda.

Me volteé y vi a Bellatrix Lestrange enfrente de mi.

Soltó una de sus risas de loca y me tomó por los brazos, clavando sus uñas en mi piel.

¿Desde cuando no se las corta?

- Vamos, tienes un largo camino que viajar.

- ¡Suéltame maldita perra! ¡Hija de puta! ¡Suéltame!

- Cállate. Iremos a la mansión Malfoy.

- Gracias por decirme a dónde voy, me ayuda mucho a decidir a dónde NO voy a ir.

- Ya veremos.

Estoy muerta.

Mellizos (2) ( Trilogía Generaciones)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora