Emma Alessandra Potter Evans.
Hija de dos de los mejores brujos del mundo mágico: Lis y James Potter.
Aunque ella no lo sabe...
Luego de catorce años viviendo en un orfanato, siendo la burla de parte de todo el orfanato, un hombre llega a buscarla.
...
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Narrador Omnisciente
Emma sostenía su varita fuertemente en su mano mientras veía por una de las ventanas. A su lado estaba Astoria haciendo más o menos lo mismo que ella.
Se podía ver a lo lejos los Mortífagos atacando la escuela por fuera, por como los hechizos protectores caían lentamente... hasta que lograron entrar al castillo y las dos chicas se pusieron Alertas.
Emma tenía una copia de todas las horas de muerte, cada una tenía un nombre al lado. Y por si se preguntan... Emma no lo anotó en una hoja, lo hizo en su brazo. Sip, la flojera de pararse a las tres de la mañana a buscar un pergamino. La primera muerte sería a la de Fred, pero primero tenía que ayudar a los demás.
— Tenemos que movernos de aquí. Están acatando arriba y abajo, tenemos que ayudar — Dijo Tory.
Emma asintió y las dos corrieron hasta el séptimo piso, antes estaban en el sexto.
Un hechizo pasó justo al lado de la cabeza de Emma, lo esquivó justo a tiempo. A Tory también le llegó un hechizo que logró bloquear, pero era del otro lado.
Las dos voltearon y vieron a dos Mortífagos. El primero tenía cabello castaño igual que sus ojos, se veía un poco viejo pero para su edad era tan guapo como Sirius Black.
Una ira creció dentro de Emma al reconocerlo. Ashton Manner, quien asesinó a su tía.
El otro Mortífago era nada más ni nada menos que el padre de Theo.
— Manner es mío ¿Ok? — Dijo Emma y Tory asintió.
Dio unos cuantos pasos hacia delante y Manner se acercó.
— ¡Bueno! Al parecer la pequeña Potter tiene agallas — Dijo Manner riendo — Idéntica a su madre.
Emma apretó su varita aún más fuerte y lanzó el primer hechizo que se le ocurrió. Manner logró esquivarlo.
— No — Lanzó un hechizo — Te atrevas — Lanzó otro más — A nombrar — Y otros dos — A mi madre.
Manner esquivó todos los hechizos, pero el último si cayó sobre él haciendo que chocara contra una pared dejándolo inconsciente.
Emma se acercó al cuerpo inconsciente de Manner y decidió hacer algo... al estilo muggle.
Tomó su cabeza y la chocó contra el suelo y luego lo pateó tres veces en el estomago. No le importaba si estaba inconsciente. Solo quería golpearle, que cuando abriera esos ojos sintiera dolor, mucho dolor. Quería que se arrepintiera, por insultarla a ella y a su madre, que se arrepintiera aún más por mencionarla enfrente de ella y más por haber asesinado a su tía, el primer amor de su padrino.
No le importaba si alguien la atacaba or detrás, si mataba a Manner sería mejor, aunque alguien decidió que ella parara de golpearlo. Tory no había podido, Emma se soltó y siguió golpeándolo.
— ¡Hey cálmate fiera! — Le gritó una voz desconocida para ella apartándola de Ashton.
— ¡Suéltame! ¡Aborto de mono con retraso mental! ¡Déjame ir!
El castaño rodó los ojos y la soltó cuando sintió que se calmó.
— ¿Quién eres? — Preguntó Emma viéndole por fin a la cara. Le veía cierto parecido con alguien...
— Regulus, Regulus Black.
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¡He aquí otro capítulo! Si si, estaba feliz y pude terminar este capítulo a escondidas de mis padres para ustedes. Lo hice con ganas de golpear a alguien...
Puede que este sea el último de la semana... ya veremos.
Por las que les interesa... ¡Hoy empecé clases! Es un fastidio, pero todo es beneficiado al llegar a la clase de Baile. El baile es otro de mis talentos escondidos. Y no creo que les importe... pero hice teatro, ballet, gimnasia, toco guitarra, un poco de piano, flamenco, soy buena cocinando postres y según yo soy mala escribiendo, pero algunos de ustedes dicen lo contrario.
Bueno, aprecio los comentarios hermosos y amorosos tanto como los sarcásticos.
