Harry y Ron se encontraban en el ministerio de aurores en la reunión que tenían con todos los que trabajaban ahí presentes.
-Señor Potter, tenemos que atrapar en cuanto antes a Morder (nombre inventado por mí).
-Lo se señora Hamilton.- decía el azabache suspirando.- haré todo lo posible e incluso mas de lo que he hecho para atraparlo.
-Eso espero- dijo la ministra de protección.
Todos los presentes se levantaron y salieron de la sala de reuniones excepto Ron y Harry.
-Tío no estés mal estas haciendo todo lo posible para atrapar a ese imbécil.- decía el pelirrojo.
- Lo sé Ron pero es que tiene razón, no quiero que esto se vuelva como cuando vivía Voldemort.- dijo Harry.
-Harry, no será igual ni mucho menos.
Los dos amigos salieron de la sala de reuniones camino al despacho de Harry y éste cogió unos papeles para acto seguido cerrar con llave la puerta de su despacho.
-Anna- dijo Harry a su secretaria.- me voy a casa, si alguien viene que te deje el recado y mañana me lo das vale?
-Como usted diga señor Potter- dijo la chica poniéndole ojitos.
-Tío la tienes loquita.- dijo Ron.
-Si ya bueno- dijo el chico- lo único que quiero ahora es irme a casa con mi mujer y acerla compañía a ella y a mi hijo.
-Yo también debería irme a casa Hermione se pone histérica los viernes, ya sabes cena "romántica"
Los amigos caminaban hacia sus coche cuando una sombra apareció delante de ellos haciendo que ambos se cayeran al suelo.
-Bueno mirar a quien tenemos aquí a Harry Potter- dijo.- y con compañía.
-Morder- dijo Harry juntando los dientes.
-Parece qyue te sabes mi nombre Harry.- y tu, quien eres?- preguntó dirigiéndose a Ron.
-Alguien que te odia.- dijo el pelirrojo
-Me estas vacilando?- dijo Morder alzando su varita contra Ron.
-Morder no se que será lo que quieres, pero deja ir a Ron y cógeme a mi, pero dejale ir a el por favor.- dijo Harry suplicando
-Y cual es la razón por la que debería dejarlo marchar?- preguntó el villano.
-Su mujer está esperando un hijo, por favor Morder se que dentro de ti hay un corazón aunque sea pequeño.- dijo Harry.
Ron lo miró sorprendido.
-Es cierto eso?- preguntó Morder a Ron.
El pelirrojo miró a Harry y este asintió con la cabeza ya que ambos estaban atados.
-Sí. dijo Ron.
-Esta bien te liberaré y te irás a tu casa con tu mujer y no contarás nada a nadie, estamos?
-Estamos.
Morder soltó a Ron con la varita y este miró a Harry que con un giro de cabeza la dio a entender que tenía que irse.
-Mira Harry sin rodeos vale?- dijo Morder.- estás aquí porque voy a matarte, y como no quiero luchar no voy a soltarte.
-Hazlo, hazlo venga no le tengo miedo a nada.- dijo Harry.
-Me parece muy injusto lanzarte un Avada Kedavra así que empezaré por algo menos doloroso.- dijo Morder.-Crucio!
Harry emitió un gemido de dolor que provoco que se desmayara y lo unicó que alcanzó a oír fue un Avada Kedavra de alguien.
Ron rápidamente fue corriendo hacia Harry con Hermione ya que había ido a buscarla transportándose y la contó todo.
-Ron, no responde, hay que llevarlo a casa.- dijo Hermione nerviosa.
-Yo creo que habría que llevarle a San Mungo no crees?- dijo el pelirrojo arrodillado al lado de su mejor amigo
-Cariño y cuando nos preguntes que le han hecho una maldición Crucio que les respondemos mi amor?- dijo la castaña mirando al pelirrojo.
-Le llevamos a casa.
Ron y Hermione cogieron a Harry y lo llevaron a casa con el coche de Ron.
-Pobre Ginny estará muy preocupada por Harry.
Y así era Ginny estaba dando vueltas por el salón nerviosa porque Harry se retrasaba, la estaba empezando a doler la espalda pues tener ella nervios le provocaba al bebé que tenía en vientre estar nervioso.
-Harry donde estás?- dijo ella acariciándose el vientre.
Ginny oyó como llamaban a la puerta y rápidamente abrió.
-Ginny necesitamos ayuda.- fue lo primero que dijo Ron cuando entro con Harry aun desmayado
-Ha...Harry- dijo Ginny.- que ha pasado?- preguntó la pelirroja poniéndose de rodillas y cogiendo la mano de Harry.
-Luego te lo cuento, ahora tenemos que despertar a Harry.
-Voy a llevarle a San Mungo, avisa a todos para que vayan para alla- dijo Ginny.
-Alto Ginny- la cogió Hermione.- no podemos llevarle a San Mungo.
-Pero porque...?- decía Ginny apunto de llorar.
-Ginny confia en mi.- dijo Hermione.
Ginny se tocó el vientre y volvió a arodillarse al lado de su marido y le volvió a coger de la mano.
-Por favor Harry despierta.- decía la pelirroja.- por favor
Harry sintió como la voz de su pelirroja sonaba en sus oídos y el, tenía que hacer un esfuerzo por despertarse, por ella, por su hijo, por los dos.
-Ginny.- dijo Harry abriendo los ojos.
-Harry, oh Harry.- dijo Ginny acercándose mas a el y besándole.- no vuelvas a darme esos sustos vale? o te mataré yo misma Potter.- Ginny volvió a besarle.
-Ginny.- volvió a decir Harry, pues eso era lo único que quería a su pelirroja y a su hijo.- esta bien Ginny.- posó su mano en el vientre de su mujer para notar a su hijo.
-Hary nos alegramos de que estés bien.- habló de repente Ron.
Harry su sobresaltó de repente.
-Morder.- se levantó corriendo.
-Heeeey Harry, tranquilo, Morder ya es historia- lo tranquilizó Ron.
-Pero como?- preuntó Harry a lo que Ron sonrió- Tu?
-Si Harry, yo he matado a Morder.- dijo Ron.- ahora descansa, mañana ya hablamos y te cuento vale?
Harry atónito asintió y volvió a tumbarse en la cama con Ginny al lado.
-Harry.- lo besó- no vuelvas a hacerme esto, no sabría que hacer sin ti.- dijo la peliroja mirándolo.
-Ginny, tranquila, yo no me iré, estaré siempre contigo y con nuestros hijos, los que vengan, te amo Ginevra Potter.- la besó y se quedó dormido sobre el vientre de su mujer
