Hermione y Ginny se habían ido a la casa de Hermione como había dicho Ron. No querían ir a La Madriguera para no alarmar a sus padres, ya tenían suficiente con los niños de ambos.
-Yo ya no puedo esperar más.- se levantó Ginny para encaminarse a la chimenea.
-Hey hey hey, ¿a donde crees que vas?.- preguntó Hermione.- Ginny yo estoy igual que tu, estoy aterrada por lo que pueda pasarle a Ron y a Harry, pero ¿que piensas hacer? ¿presentarte allí y correr el riesgo de que te mate?.
-Prefiero correr el riesgo de que me maten a estar aquí con los brazos cruzados y sin hacer nada sin saber que les puede estar pasando.- dijo la pelirroja.
-Ginny.- dijo Hermione.- mírame.
Ginny obedeció a su amiga.
-Yo también me muero de ganas por salir corriendo a enfrentarme a ese malnacido, pero ellos son aurores saben lo que hacen, yo confio en ellos Ginny.
A Ginny le temblaban las manos, quería salir corriendo a buscar a Harry, el estaba allí poniendo su vida en peligro y la de su hermano por su culpa, tenía que salir de aquí.
Un ruido en la ventana hizo llamar la atención de las chicas.
Hermione abrió la ventana y la lechuza pasó dando a Ginny el sobre que llevaba en el pico para acto seguido marcharse.
-Que raro, las lechuzas siempre esperan a que le des la respuesta.- habló la castaña.
Pero Ginny no la escuchaba, solo se dispuso a abrir la carta y comenzar a leerla sin pestañear.
Cuando terminó de leerla las lágrimas estaban cayendo por sus mejillas, acto que hizo a Hermione acercarse a Ginny.
-¿Que pasa?- preguntó Hermione cogiendo la carta.
-Están bien.- dijo Hermione.- están bien.
Hermione miró a Ginny que seguía llorando y con la vista fija en todas partes.
-¿Porque no están aquí?- preguntó la pelirroja.
-Ginny en la carta dice que han llevado personalmente a Dolohov a Azkaban, en cualquier momento estarán aquí.
La pelirroja abrazó a Hermione, lloraba de felicidad, Harry y Ron estaban bien, por fin todo había terminado.
Antes de que las chicas pudieran separarse, Harry y Ron aparecieron en la sala.
-Harry.- dijo Ginny tirándose a sus brazos para besarle.- por Merlín estas bien.
-Tranquila ya estoy aquí.- dijo Harry abrazándola.- ese imbécil se pudrirá en Azkaban.
Ginny abrazó a su hermano y respiró tranquila, siempre temía por la seguridad de Harry y de su hermano y hoy, todo había salido bien.
-Vámonos a casa a curarte esas heridas.- dijo Ginny.- Hermione gracias por todo.
Las chicas se despidieron y Ginny y Harry se aparecieron en su casa.
-Ginny.- la llamó Harry.- Hey, no llores más, estoy aquí contigo.
Ginny se había arrodillado en frente de Harry para curarle las heridas que tenía en la cara.
-Estoy llorando de felicidad Harry, siempre temo por ti, por si te puede pasar algo, y yo no sería nada sin ti.- dijo la pelirroja curando el labio de su marido.
Harry limpió las lágrimas de Ginny.- lo importante es que estamos bien, los 3 lo estamos.- sonrió sabiendo la suerte que había tenido en tener a su lado a alguien como Ginny.
Ginny besó a Harry.- te quiero muchísimo.
-Y yo a ti Ginevra.
Holaaaaa, bueno después de una semana sin subir aquí estoy, con la segunda parte de este relato.
Me va a ser un poco complicado subir la próxima semana ya que tengo varios exámenes pero voy hacer todo lo posible por traeros un nuevo relato.
Tengo muchísimas ideas en mente y quiero compartirla con vosotros.
Espero que os haya gustado y nos vemos en el próximo shot.
Un saludo,
Una persona más.