Dejo claro que este relato es parecido al anterior pero esta vez con Harry. Gracias y disfrutad.
Harry era un buen cazador, quizás uno de los mejores que había en todo gryffindor por años. Incluso siglos. Pero cuando el joven dejó de jugar en su sexto curso, a penas tuvo tiempo a partir de ahí a jugar quiddictch e incluso a volar. Así que cuando le ofrecieron jugar un partido benéfico en el ministerio al principio se negó, llevaba sin jugar como 6 años y no le daba tiempo a practicar. Pero al final tuvo que aceptar, no podía dejar que esos niños murieran de hambre solo porque el se negaba a jugar.
Al principio Ginny había puesto el grito en el cielo, ella sabía que Harry no jugaba desde hace mucho y no quería que se arriesgara. Pero conocía a Harry demasiado bien y sabía que el iba a jugar si por ayudar a la gente se refiere.
Ella estaba en las gradas, viendo como Harry intentaba localizar la pequeña bola dorada conocida como snitch dorada, al principio lo había visto un poco desorientado, y perdido, pero se había recuperado. Ella no quitaba la vista del campo, concretamente no quitaba la vista de Harry, el comentarista estaba todo el rato diciendo que la snitch estaba cerca y que Harry no la veía, eso la ponía nerviosa y furiosa, ¿quien se creía el para decir eso?. Pero en un abrir y cerrar de ojos, vio a Harry volando deprisa, había visto a la pequeña bola dorada e iba tras ella, Ginny solo podía rezar a merlín para que todo saliera bien y Harry la atrapara antes de que lo hiciera su contrincante. Era una tarde fría de invierno y la nieve hacía difícil ver cualquier cosa, apenas podía verse el propio campo por la intensa niebla. Pero todo pasó muy deprisa, Ginny pudo divisar a lo lejos a Harry, con la snitch en sus manos y bajando al suelo para dar fin al partido, cuando una quaffle le dio en la cabeza haciendo perder el equilibrio en la escoba y caer al suelo a una velocidad que nadie podría ver el cuerpo. Ginny que había visto todo muy deprisa bajó corriendo al campo y apartando a la gente, vio la figura del cuerpo de su novio en el suelo, sin moverse, con los ojos cerrados y a penas respirando. Lo peor le cruzó por la mente. Y las lágrimas no tardaron en salir.
-Harry por favor. - Le cogió de la mano. - por favor mi amor despierta.
-Ginny. - Ron apareció detrás de ella mirando a Harry tendido en el suelo. - Ginny deja que los medimagos hagan su trabajo. - la cogió por la cintura--por favor.
La pelirroja abrazó a su hermano llorando.
-Le dije que no era buena idea, el llevaba mucho tiempo sin jugar. - dijo sollozando.
Ginny volvió a girarse, a Harry se le estaban llevando a San Mungo.
-Esperen- dijo a los medimagos. - yo... No voy a dejar solo a Harry.
Ginny siguió a los medimagos hasta San Mungo.
-Señorita no puede pasar. - la paró un chico. - estará bien. - la dijo. - espere aquí por favor.
Ginny se sentó en el suelo contra la pared que estaba en frente de la puerta por donde se habían llevado a Harry. Ella empezó a recordar todo su viaje que llevaba con Harry. Como estaba ilusionada con aquel mago en su primer curso. - sonrió. - que inocente fue, como un diario pudo poseerla, y como gracias a él ahora estaba aquí. Empezó a recordar cuando el empezó a fijarse en ella en su cuarto curso, en el DA cuando practicaban. Como en su quinto curso, - sexto para el- todo cambió, además de que ella nunca dejó de quererle, el empezó a sentir cosas por ella, y se lo demostró, con aquel beso después de ganar la copa de quittdich, como todo después cambió y pasó tan deprisa, un día el se fue un año y luego volvió, derrotó a voldemort y empezaron a vivir, felices, y ahora estaba ahí, esperando a verlo, a verlo de nuevo sonreír, a verlo de nuevo todos los días a su lado. Porque ella cuando ve llegar a Harry todos los días a su casa después de una misión, ella ya puede respirar tranquila. Puede vivir. Volvió a llorar y se limpio las lágrimas. - odiaba hacerlo- negó con la cabeza, maldito Potter cuando despertara iba a regañarlo. Se lo aviso.
-Ginevra.
Ginny miró hacia arriba. Un medimago estaba parado delante de ella. Se levantó deprisa y lo miró.
-El esta bien. - sonrió.
Ginny cerró los ojos y sonrió. Harry estaba bien. Y volvió a sentir como se tea quilizaba, como volvió a vivir.
-Está en la habitación que hace esquina, puede pasar solo una persona. - dijo. - tienes 20 minutos.
-Gracias. - dijo la pelirroja corriendo hacia la habitación.
Cuando llegó, se quedó en la puerta un momento. Harry estaba con los ojos cerrados, respirando, esta vez mejor que antes, y tranquilo, o eso parecía. Entró y se sentó en la silla que estaba al lado de la cama, lo cogió de la mano y empezó a jugar con sus dedos.
-Maldito Potter. - fue lo primero que dijo. - me has dado un susto de muerte, y espero que por tu bien no vuelvas hacerme algo así. - entrelazo sus manos. - casi me da algo cuando te vi allí tirado, pensaba que ibas a dejarme ¿sabes?, Harry no se si lo sabes, pero yo sin ti me moriría, no puedo vivir sin ti - tumbó su cabeza en un lado de la cama. - Harry te amo, y no quiero que nunca me dejes. - la pelirroja se quedó dormida con sus manos aún entrelazadas, con sus corazones latiendo al mismo tiempo, y con Harry a su lado, sonriendo.
Hola, los fallos serán corregidos en su debido momento.
Gracias.