-Atala y que no se mueva.- dijo Raul a otro mortífago cuando llegaron a la casa.
-Si Raul.
-Llama a Barty y a Rabastan.- dijo el rubio a su compañero.
Ginny seguía llorando, tenía las manos atadas y la boca con un hechizo silenciador para que hablara ni gritara.
-Ronald,¿me estás diciendo que Ginny, nuestra Ginny está desaparecida?- preguntó llorando Molly.
-Si mamá.- dijo el pelirrojo.- yo también estoy asustado.
-¿Y Harry?.
-Buscándola como loco, es normal, yo he venido a deciroslo para que os quedéis con James, me ha dicho que no le digáis nada, igualmente que va a comprender, tiene 2 años.- dijo Ron mirando a su sobrino.- me voy con el mamá, te mandaré un patronus con lo que sea.
-Tened muchi cuidado por favor.- dijo Molly abrazando a su hijo.
-Harry.- dijo Ron detrás de el.- la encontraremos.
Harry estaba mirando una fotografía de Ginny que siempre llevaba con el, no se movía, solo estaba ella sonriendo.
-Ron, he enviado a todos los aurores a buscarla, he ido al lugar donde se le había caído la varita, todo esto es por mi culpa.- dijo el azabache, llevando la foto a su pecho y maldiciendo en porque no le habían secuestrado a el.
-Harry, sabes que nada de esto es tu culpa, lo que tenemos que hacer es seguir buscándola, día y noche sin parar, ¿o te vas a rendir?
Harry le miró.
-¿Estas loco? Jamás, jamás se me ocurriría abandonar a Ginny, nunca, yo sin ella no soy nada.- dijo el azabache mirando a su mejor amigo fijamente.- Vamos a buscarla.
-Raul,¿que quieres?- peguntó Barty.
Raul señaló con la varita hacia el otro lado de la habitación para que Barty mirara.
-¿Quien es?.- preguntó Barty con una sonrisa.
-La mujer de Harry Potter, ya podemos traerle hasta aquí y matarlo.- dijo Raul acercándose a Barty que se había acercado a Ginny.
-Me gusta como piensas Raul, me gusta.- dijo Barty.- Bien, enviad una lechuza a Harry Potter diciendo donde tenemos a su mujer y lo que queremos para que salga de aquí viva.- dijo.- Pero antes, quiero divertirme un poco.
Barty se acercó a Ginny y empezó a tocarla la cara, ésta la apartaba como podía.
-¿La habéis puesto un hechizo silenciador en la boca?- preguntó.
El rubio asintió.
Barty sonrió y se le quitó.
-Soltadme malditos bastardos.- fue lo primero que dijo la pelirroja.
-Escuchame bien pelirroja.- dijo Barty agarrándola de la barbilla.- si tu querido marido te quiere tanto como duce, vendrá hasta aquí y le mataré.- Barty se reía en la cara de Ginny.
-Harry vendrá a salvarme si, pero nunca podrás matarlo.- dijo Ginny escupiendo en su cara.
-Así que esas tenemos ¿no pelirroja?- dijo el morano.- Como tu quieras. Soltadla.
Raul rápidamente soltó a Ginny haciendo que gimiera de dolor por haber caído boca abajo.
Barty dio a Ginny la vuelta bruscamente mirándola de arriba abajo, cuando se detuvo al observar su vientre.
-Raul, ven un momento.
-Digame.
-Puedes llegar a ser imbécil.-dijo Barty tirándole hechizos silenciosos.- ESTÁ EMBARAZADA.-gritaba el morano viendo a la pelirroja.- no me sirve para nada.- se calló.- o mejor dicho, me sirve par amucho.
Barty agarró a Ginny y la bajó al sótano encerrándola y dejándola a oscuras, Ginny, lloraba pero no por ella si no por su bebé.
-Enviad una lechiza a Harry Potter ahora mismo, YA!.
Harry y Ron se habían recorrido medio Londres buscando a la pelirroja, preguntando en todos lados por ella y cada vez que preguntaban se llevaban un "no la he visto" de respuesta.
-Harry, vente a casa a tomar algo y a comer algo- dijo el pelirrpjo preocupado ppr Hermione.
-Ron, vete con Hermione estará preocupada, yo tengo que seguir buscando.- dijo el azabache.
-Harry, por fasvor, haz caso de lo que te digo, creeme que yo también quiero seguir buscando a mi hermana para debemos de coger fuerzas.
-Está bien, pero algo rápido.
Antes de que Ron pudiera contestar, una lechuza se paró enfrente de ambos, tirando del pico una carta en manos de Harry, cuando se la tiró se marchó.
-Harry.- dijo Ron.
Harry rápidamente abrió la carta y la leyó.
"Tenemos a tu mujer, si quieres volverla a ver a ella y a tu futuro hijo vente aquí y cambiate por ella".
-Barty.
Harry arrugó la carta lleno de ira.
-Sé donde está- le dijo al pelirrojo, con los ojos llenos de ira,
Holaa, lo prometido es deuda y aquí tenéis la segunda parte de este relato.
Os propongo una cosa, si esta parte llega a 20 favoritos y 10 comentarios, subo mañana la última parte LO PROMETO!.
Nos leemos pronto,
Inés.