Estaba nerviosa, hoy vendrían a cenar a su casa toda su familia, no estaba nerviosa por el hecho de que su familia vendría, estaba nerviosa por el hecho de que era la primera vez que iba hacerlo sola, llevaba 2 años de casada con Harry y era la primera Navidad que iban a pasar en Godric's Hollow.
Se levanto temprano, pero Harry se había ido antes, cuando despertó se metió a la ducha, acto seguido salió y se recogió el pelo en una coleta alta para ponerse al día con las tareas. No iba a entrenar, tenía vacaciones y además estaba negociando con Dean para un puesto en el Ministerio, claro que Harry no sabía nada.
Pasaron las horas y Ginny ya tenía todo preparado, galletas, pastel, pavo, chocolate, de todo, incluso pensó que se había pasado. Justo cuando sacó la bandeja del horno, agitó la varita y los platos y los vasos acompañados por los cubiertos se colocaron sobre la mesa cubriendo un sitio.
Cuando todo estuvo listo, subió a su habitación, y preparó su vestido, ese que tanto l gustaba a Harry, sonrió pues recordó la primera vez que se lo puso. También le preparó el traje a Harry para cuando viniera, no tardaría, hoy saldría antes del Ministerio.
Después de media hora, ya estaba peinada, vestida y maquillada, solo le quedaba ponerse pintalabios, pero no tenía prisa, sabía que si se lo ponía ahora después tendría que volverselo a poner porque Harry se lo quitaría a besos.
La puerta se abrió, dando señal de que Harry acababa de llegar, Ginny bajó escaleras abajo y vio a Harry colgando su chaqueta en el perchero al lado de la puerta.
-Harry.- dijo la pelirroja.
El azabache se giró y la miró de arriba abajo, estaba asombrosa, sonrió.
-Hola pecas- la besó.- me encanta este recibimiento.
Ginny se rió.
-Te he echado mucho de menos.- volvió a besarlo mientras subían a su habitación.
-Yo también a ti.- dijo Harry.- el día se me ha hecho más largo de lo normal, y eso que Ron no se ha despegado de la silla que tengo frente a mi escritorio en todo el día.
Ginny rió, se imaginaba a Harry soportando a su hermano todo el día, pobre.
Cuando Harry terminó de ducharse y vestirse, ambos bajaron, arreglaron unos pequeños retoques y esperaron a que llegaran todos.
La cena iba estupendamente y Ginny se había lucido, una vez dadas altas horas de la madrugada todos regresaron a sus hogares. Mientras Ginny se despedía de su madre y de Hermione, Harry recogía la mesa y fregaba las platos.
-¿Qué haces?- preguntó Ginny recostada en el marco de la puerta.
-Recoger.- contesto.
Ginny se acercó a Harry, loe cogió de la mano y lo besó.
-Ven, quiero darte algo.
Harry, confuso siguió a su mujer hasta la sala de estar, donde bajo el gran árbol lleno de adornos y luces de todos los colores había un regalo, era pequeño pero llamaba la atención, ya que era el único que estaba bajo el árbol.
-Gin, se supone que los regalos no se abren hasta mañana al despertar.- dijo Harry mirándola.
-Lo se, pero yo quiero que tú abras el tuyo esta noche- dijo la pelirroja.
Harry sonrió, y con las manos entrelazadas a la pelirroja, se acercaron los dos y se sentaron frente a la chimenea que estaba encendida con las pocas ascuas que quedaban.
Ginny cogió el regalo, y se le entrego a Harry, estaba muy emocionada.
-Abrelo- dijo la pelirroja.
Harry la miró, y Ginny lo besó en señal de que todo estaba bien.
-Anda Harry, no te va a comer.- dijo Ginny en tono sonriente.
Harry abrió por fin el regalo, y se encontró con un pequeño pijama de bebé dentro del paquete.
-Gin, ¿Que significa esto?- preguntó Harry sin quitar la vista del pijama de bebé.
La pelirroja estaba al borde de las lágrimas y cogió la mano de Harry.
-Harry, esto significa que vas a ser papá. Estoy embarazada- dijo ella mirando a su marido.
Harry quitó la mirada del pijama y miró a su mujer, y una gran sonrisa de oreja a oreja se le formó en la cara, abrazó a Ginny y empezó a llorar.
-Harry.- dijo la pelirroja.- mi amor.
-Gin, soy tan feliz, gracias por todo.
Y la besó, la besó como nunca, le había dado felicidad, un hogar, una familia y ahora empezaría una con ella, volvió a bajar la mirada al pijama de bebé, y se atrevió, con mucho cuidado aunque sabía que aún no notaría nada a poner su mano en el vientre de Ginny, dando la bienvenida a su futuro hijo.
Hola, tenía muchas ganas de escribir y bueno, aquí está.
Espero que os haya gustado y espero vuestros votos y comentarios
Nos leemos pronto,
Inés.
