Romilda Vane quien se había dedicado a escribir artículos para el Profeta llegó a la conclusión de que Harry Potter su antiguo compañero de colegio estaba obsesionado con las pelirrojas. De ahí a que terminara casado con Ginevra Weasley ahora Potter. Ella llegó a la conclusión de que esa obsesión llegaba porque no pudo tener contacto físico con su madre, Lily Evans en un pasado y estaba buscando una persona que se pareciera a ella.
Romilda estaba paseando por el Callejón Diagon cuando a lo lejos pudo distinguir perfectamente a Harry Potter, a pesar de los años, el no había cambiado nada, seguía con sus gafas redondas y la cicatriz en la frente, suspiró y se atrevió a acerarse a el.
-¿Harry?- el azabache la miró - ¿te acuerdas de mí? Soy Romilda Vane, estudiamos juntos en Hogwarts.
-Romilda - Harry sonrió.- claro que me acuerdo. Hace mucho tiempo que no nos vemos.
-Si, desde la batalla.- suspiró- oye, ¿podría preguntarte una cosa?
-Claro.- miró la hora.- aunque no tengo mucho tiempo, Ginny me está esperando.
-De ella quería hablarte precisamente.
A Harry se le cambió la cara.- ¿porque? ¿la ha pasado algo?
-No, quería decirte que tú te casaste con Ginny porque te recuerda a tu madre.
-¿Perdón?- dijo Harry sorprendido.
-Sí, ella es pelirroja al igual que lo era tu madre, y tienes una obsesión con las pelirrojas porque te recuerdan todas a Lily.
Harry se rió
-Me estás diciendo que yo me casé con Ginny porque al ser pelirroja me recuerda a mi madre la cual casi no conocí?- preguntó Harry
-Exactamente, tienes una obsesión con Ginny
-Mira Romilda, yo me casé con Ginny porque la amo más que a nada en este mundo y porque cuando estoy con ella estoy en paz. Y si, puede que tengas razón en una cosa, estoy obsesionado con Ginny porque ella es mi única obsesión. - dijo Harry antes de irse y dejar allí a Romilda.
Cuando Harry llegó a casa le contó todo a Ginny.
-¿Enserio te ha dicho eso?- preguntó la pelirroja.
-Sí, parece ser que me casé contigo porque eres como mi madre.- Harry la besó- En lo único que ha acertado es que tú eres mi única obsesión