Todo se había parado, el estadio con la gente gritando estaba en completo silencio, como si estuviera vacío y no hubiera ni un alma por allí, el campo estaba en silencio también, cuando hace unos minutos lo único que se oía era la euforia del equipo ganador. Hasta el intelecutor estaba en silencio cuando había unos instantes había celebrado en voz alta el gol de la victoria de las arpias de Hollyhead. Era el último partido de la temporada y habían marcado un gol. Ginny Weasley había marcado el gol de la victoria, pero lo único que vio Harry cuando se levantó a celebrar fue a su novia cayendo desde lo más alto hasta el suelo. Vio como su cuerpo chocaba con el césped verde y como todo el equipo gritaba, vio a Ginny en el suelo, como si estuviera muerta y eso fue lo que le hizo salir corriendo hacia allí, como alma que le lleva el diablo.
Cuando llegó a Ginny se tiró de rodillas y le dio la mano.
-Por favor Gin por favor. - duplicaba- reacciona Gin.
La pelirroja no se movía, no abría los ojos, incluso el llegó a pensar que ni siquiera respiraba.
Los medimagos venían corriendo a anteder a la pelirroja, empujaron a Harry, se pusieron en círculo sobre ella y el no pudo contener las lágrimas, estaba temblando cual niño pequeño cuando se perdía, ahora sólo le venían los buenos momentos vividos con ella, se arrepentia de haberla gritado esa mañana y de no haber podido hacer las paces. No quería perderla, no podía, era lo único que le quedaba, era su vida, y la quería más que a su propia vida.
-Señor Potter. - Harry levantó la mirada. - Me temo que hay que llevarla a un hospital maggle. Aquí no tenemos los medios para curarla.
-Y se puede decir que voy a decir cuando me pregunten que la ha pasado?- preguntó - qué estaba jugando quidditch y se cayó de la escoba?
-Harry, estas muy nervioso. - dijo una compañera suya. - tranquilizante. Buscarán algo.
Harry cerró los ojos y acompañó a los medimagos a un hospital en Londres. No se que habían dicho a los médicos de allí pero nada más llegar y sin que Harry pudiera ver a Ginny se le llevaron por unas puertas en las que no se permitía el paso.
Se sentó en la sala de espera y esperó.Empezó a recordar como salvó a Ginny de la cámara de los secretos en su segundo año, como empezó a sentir cosas por ella en sexto, como se alegró cuando cortó con Dean Thomas, lo tonto que estaba enamorado, como sentía que cada vez que lo hablaba no podía articulae palabra, se acordó de su beso, su beso con ella, de su beso el día de su cumpleaños - sonrió - de aquel día que se enfrentó contra voldemort y fue la última en la que le pensó, en como fue a buscarla cuando sobrevivió, en como no hizo falta que ninguno de los dos volviera a separarse, en como empezaron a vivir juntos, en como hace dos días la había pedido matrimonio, en la discusión de esta mañana. - cerró los ojos. - pensó en todo.
-Harry Potter?
Harry se levanto sobresaltado, no había estando dormido.
-Soy yo. ¿Como está Ginny?
-Ella está bien, se ha dado un fuerte golpe en la cabeza pero algo a amortiguado la caída y no ha sido mucho. - dijo el médico - ha tenido mucha suerte una caída así nunca deja buenos resultados. Ahora mismo está sedada, pero puede pasar a verla.
-Gracias doctor.
Harry pasó a la habitación de Ginny. La vio tumbada conectada a la máquina de las pulsaciones. Se acercó y la miró. Había sido un estúpido por haberla gritado. La cogió de la mano y vio su anillo en el dedo anular.
-Perdoname Gin, perdoname por haberte gritado. - dijo mientras se quedaba dormido con la mano de Ginny cogida.
-Te perdono mi amor. - dijo la pelirroja sonriendo acariciandole el pelo y quedándose ella también dormida.
Hola a todos.
Los fallos serán corregidos en su debido tiempo. Gracias.