-Última oportunidad para comer pelirroja.- dijo Raul con un plato de comida en la mano.
-No tengo hombre.- dijo Ginny, que ovbiamente mentía, pues se moría de hambre y necesitaba nutrientes para su bebé.
-Como quieras pelirroja, pero como sigas así cuando llegue Harry Potter ya habrás muerto, recuerda que sois dos.
Raul se dio la vuelta y antes de salir volvió a darse la vuelta, miró a Ginny y la dejó el plato a una distancia donde ella lo viera.
Cuando salió del sótano, Ginny se acercó a la comida y empezó a comérsela.
-Harry, ¿seguro que es aquí?.- preguntó Ron.
-Si Ron, este es el lugar donde tienen a Ginny.- dijo Harry.- Vamos no perdamos ni un minuto mas.
-Jefe, Harry Potter y otra persona están fuera.- dijo Rabastan.
-Que entren, me da igual los que sean, tenemos un trato.
Las puertas que conducían a la gran mansión se abrieron y Harry delante de Ron, echó a correr, quería ver a Ginny, quería besarla y ver si estaba bien.
-Harry Potter.- dijo Barty nada mas ver al azabache.
-Donde está.- fue lo primero que dijo Harry al ver a Barty.
-Tranquilo Potter.- se rió- la peliroja está bien, ¿tienes lo que te he pedido?.- preguntó Barty.
Ron, que estaba confuso habló.
-Harry, ¿que has hecho?.
Harry cerró los ojos, lo hacía por Ginny.
-Sí, lo tengo.
Harry sacó su capa de invisibilidad, para entregársela a Barty.
-Harry, ¿estás loco?- preguntó Ron.
-Lo que hago por Ginny.
Una vez que le entregó la capa, Barty cumplió con el trato.
-Traed a la pelirroja.- mandó.
Rabastan y Raul, se dirigieron al sótano y cogieron a Ginny por los hombros para no lastimarla.
Harry, cuando la vio se quedó atónito, estaba débil, con la piel blanca,ycon moratones bien marcados en la cara, eso lo llenó de ira, y cogió a Barty por el cuello.
-DIJISTE QUE NO LA HABÍAS HECHO NADA.- gritó el azabache.
Barty se rió.- Potter, tu crees que después de enterarme de que estaba embarazada no la haría algo, me llené de ira, tienes suerte de tener a esta diosa en casa, que pena que ya esté esperando un hijo tuyo, sino creeme que ahora mismo estaría esperando uno mío.
Harry tras escuchar esas palabras no pudo mas y se tiró a Barty, lo quería matar con sus propias manos, sin usar magia, sin usar hechizos.
-Harry basta!.- gritó Ron.
El pelirrojo miró a su hermana, y con la kirada le decía que parara a Harry, Ron se emcaminó hacia su amigo y lo separó de Barty.
-Ron déjame, tengo que matar a ese malnacido.- gritaba Harry lleno de ira.
-Potter.- se levantó Barty.- ya tengo lo que quería, ahora tu también tienes que cumplir, tu por ella.
Ron y Ginny abrieron los ojos como platos.
-¿QUÉ?-gritó Ginny.
Harry que le daba igual lo que Barty le había dicho, se acercó a Ginny y la besó.
-Prometeme Gin que hablarás a nuestro hijo de mí.- decía el azabache acariciando su mejilla.
-harry.- lloraba.- no, te tienes que venir conmigo.
-Ginny, no puedo, era lo único que podía hacer para salvarte a ti y a nuestro hijo, recuerda que te amo mas que a mi propia vida.- dijo Harry mirándola.- y a ti, aunque no vaya a conocerte nunca también te amo.- dijo besando el vientre de Ginny.
-Harry.-volvió a repetir la pelirroja.- por favor, vente conmigo.
-Ginevra.-suspiró.- no puedo, por favor vete con Ron, y recuerdame siempre.- la besó, como cuando la besó en las escaleras de Hogwarts en la última batalla, pero ahora sabía que era la última vez que iba a poder besar sus labios rosados, que iba a ser la última vez que olería el aroma de su pelo, que era la última vez que vería sus ojos, la quería demasiado como para que la hicieran daño.- dile a James que le quiero y que nunca se olvide de su padre.
Ginny continuaba llorando.
-Vale Potter, es hora de que bajes al sótano, tengo que pensar en cuando debo de matarte, no te preocupes ya has estado ahí abajo antes.
-Ron.- dijo Harry siendo sujetado por los mortífagos.- Cuida de Ginny y de mis hijos, y de Hermione.
Ginny seguía llorando, sentía que iba a caerse, a romperse, le habían arrebatado al amor de su vida, al chico del que se enamoró con tan solo 11 años, al padre de sus hijos, a ella misma, ahora, Ginny no volvería a ser la misma.
Holaaa, bueno porfin el esperado relato.
Quizás cuando terminéis de leerlo me mataréis por como ha acabaado, creo que le dije a alguien que acabaría bien, pero pienso que no siemore todos los finales tienen que ser felices.
Espero vuestras opiniones y favoritos.
Nos leemos pronto,
Inés.
