Capítulo 19: Quiebre.

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LOREN:

Después de no días, sino meses intentando llamar su atención a cada puto instante, es en el cumpleaños de Madison que me quiebro. Había hecho cada maldita cosa en el planeta por ver esa sonrisa de regreso en su boca, la más brillante, y esa mirada, que gritaba que me amaba tanto como yo a ella, sin obtener ningún tipo de respuesta, que simplemente cedí en la desesperación.

Todo comenzó cuando la vi llegar con Luc, su mejor amigo, a los minutos de que yo lo hice. Ella malditamente me negó que la fuera a buscar porque tenía cosas que hacer antes de venir. No entendí. Yo no tenía problemas esperando veinte minutos, treinta, cuarenta, dos horas si era necesario, por Ana. Pero bien, acepté, si se trataba de que quería espacio, lo tuvo. Ahora, viéndolos entrar entre risas al salón de fiestas, entiendo a qué tipo de cosas se refería o a la razón por la que no me invitó o habló de ellas. Luc y yo no somos precisamente compatibles. Lo respeto, pero cada vez que me reúno con ellos termino sintiéndome como el tercero cuando se supone que soy su primero. Sin embargo, es algo que guardo para mí mismo porque sé lo importante que es para Belle.

Realmente estaba de acuerdo con que fueran amigos, lo que la hiciera feliz me hacía feliz a mí también, pero no se suponía que esa fuera la forma en la que funcionara. A fin de cuentas era un hombre y no dejaban de molestarme muchas cosas. Como en ese momento, por ejemplo, la manera en la que su brazo se enrollaba alrededor de su cintura, resaltada por el vestido de encaje que usó en la cena que preparé para nuestro segundo aniversario, o en la que sus ojos se enfocaban en ella. Eso me traía nervioso desde que me enfoqué en ellos. Mi radar para con Anabelle seguía funcionando a pesar de su distanciamiento, no desaparecería jamás, y los vi a penas aparecieron. Al hacerlo definitivamente lo único que quería hacer era tomarla y llevarla lo más lejos posible de él. El sujeto podía estar más cerca del altar que nosotros con otra persona, pero nadie me sacaba de la cabeza que, en el fondo, anhelaba algo con mi chica.

─... entonces le pregunté a nuestra secretaria por qué se paró la impresora ─rió John bebiendo su bourbon importado por e-bay─. Y ella no supe responder, así que le dije lo que pasó.

Diego, con los ojos en blanco, cayó en su maldito chiste malo preguntando─. ¿Qué le pasaba?

Lo hacía en cada puta reunión. No sé cómo no lo había oído antes. Imaginaba que era porque en cada maldito lugar donde hubiera alcohol lo único que hacía era emborracharse por su ex, Cleo, que lo botó por irse a vivir a Alemania porque nunca le propuso nada serio. Hice una mueca mientras bebía directamente de la botella de mi whisky. Mientras unos eran tan estúpidos como para dejar ir al amor de su vida por medio al compromiso, otros que lo deseábamos con fuerza éramos malditamente pasados por alto una, y una, y una, y una y otra vez.

─Eh. ─El rubio se rascó la cabeza con una sonrisa. Contuve el impulso de tapar mis oídos. Aquí íbamos de nuevo─. Pues que tuvo una impresión muy fuerte.

Diego se quedó en silencio. Yo también. A John, que no le daban risa sus chistes, sino torturarnos con ellos, estalló en carcajadas al ver nuestras caras. Gruñí, alejándome, cuando empujó mi hombro. Si no fuera porque en el resto del salón todos estaban jugando como niños para ganarse los regalos que Rachel compró, como si malditamente todos los hijos de esos snobs, como yo, lo necesitaran, estaría en otra parte. Además, ellos dos y yo éramos los únicos tan malditamente patéticos que bebíamos como adolescentes en un cumpleaños para niños de seis años. Incluso Nathan no se rebajaba a eso, al menos no desde que rompió la piñata del segundo cumpleaños de George antes de tiempo cayendo sobre ella.

─Joder, Loren, ¿esa no es Anabelle? ─preguntó un ya ebrio Diego señalando a la feliz pareja sentada en una de las mesas riendo y hablando como si no pudieran para de hacerlo. Siento el vidrio de la botella protestar en mi mano─. Mierda, hombre, lo es. ─Negó con su estúpida cabeza. También quiero joderlo a él por joderme con ellos─. Ese sujeto luce como si quisiera algo con tu chica. Deberías frenarlo.

Deseos prohibidos © (DESEOS #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora