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La segunda vez que salió con Hoseok fue un poco más tranquila, durante ese tiempo no se había presentando a la panadería y en parte estaba disfrutando dejar de lado aquella dependencia que había tomado del hombre, no es como si el mejor amigo del novio de su mejor amigo sea una escapatoria o el plato de segunda mesa. No.

Durante un par de noches se martirizó, pensando en si estaba haciendo lo correcto, pero Jimin le había dicho que sí,  no había probabilidad con el panadero, debía aceptarlo ya.

—Te traje unas galletitas de avena que compre.— entregó amablemente el pelinegro. —Ayer fui y la muchacha dijo que era un postre nuevo que comenzaron a vender. Se veían buenas.

—Oh, gracias...

—¿Que pasó? Yoongi me dijo que Hoseok está bastante emocionado contigo, ¿no me digas que te has arrepentido?

—No, no es eso, solo que me siento un poco extraño, ¿sabes?

—¿A que te refieres con extraño?— preguntó con cautela Jimin sentándose frente a su amigo.

—Ya van varios días que no voy y estaba pensando...

—No, ¡ni lo intentes! Si haces eso todo el trabajo se irá por la borda.

—Vamos, Jimin, no exageres. Solo iré comprare un panecito y me devolveré.

—Te atreves y mató a ese peluche azul que tienes desde los seis, ¿entiendes?

—¡Pero, Jiminie! ¡Quiero verlo!

—¡Que no!— y se va sin decir más.

Por la tarde, Taehyung se mantuvo en su casa custodiado por su amigo cachetón quien en esos momentos jugaba en su consola otro juego de matanzas que había comprado la semana pasada.

Las clases no eran su fuerte y menos las odiosas tareas que los maestros se encargaban de dejar para el hogar, por eso aunque le haya pesado demasiado, se sentó al lado de Jimin y tomando el control de un segundo jugador se unió a la partida. Toda la tarde transcurrió en asesinar a grupos de jugadores o hacían equipos y jugaban con usuarios en línea, después de todo fue una tarde muy divertida, ambos maldijeron a la pantalla frente a ellos cuando uno de los dos perdía o cuando eran eliminados, aún eran unos adolescentes.

Hasta que el timbre de la casa de Taehyung sonó, alertando al par de que habían olvidado por completo la cita doble que habían acordado el día anterior con su pareja y pretendiente. Vaya, que despiste, de él se lo esperaría, en realidad casi siempre se olvida de todo, pero de Jimin no se lo esperaba, ¿cómo pudo olvidarlo?

Jimin por su parte corrió despavorido por todo el lugar buscando sus ropas ya que había hecho tanto calor al medio día que en cuanto llego a casa de su mejor amigo se despojó de todas las ropas quedando en calzoncillos solamente. Mientras tanto Taehyung tranquilo pausó el videojuego y se levantó para abrirles la puerta a sus invitados.

—¡Espera, Tae, no encuentro mi calcetín de Pororo!

Al aludido le valió un bledo y abrió la puerta, dos muchachos muy apuestos se encontraban tras ella esperando con una alegre sonrisa, hasta Yoongi estaba sonriendo.

—Hola, pasen.— dijo nervioso al fijar su vista en Hoseok quien lo miraba de vuelta con esa sonrisa alegre se siempre.

Yoongi pasó en busca de su pequeño Jimin, encontrándolo hincado buscando su calcetín bajo el sillón de la sala.

—¿Cómo estás Tae?— preguntó Hoseok adentrándose.

—Bien, ¿y tú Hobi?— se sonrojó fuertemente al percatarse de cómo le había dicho a su mayor.

—Excelente, ¿estás listo para esta noche?— inquietó nuevamente alertando al castaño, ¿que se supone que harían esta noche? Se preguntó a si mismo, mirando de reojo a Jimin quien era regañado por el mayor.

—S-Sí.— contesto titubeando.

¿Que harían exactamente esta noche?

Oh, bueno ya... Ya sabe que jamás podría confiar ni en Jimin, ni en su novio. ¿Nunca mencionó que le tenía miedo a las películas de terror, y más se trataba de aquel muñeco feo diabólico? Al parecer no, porque en esos mismos instantes se encontraba en el cine, junto con otros dos idiotas que estaban disfrutando de la función, ¡pero él no! ¡Ni Hoseok!

Yoongi había tenido la brillante idea de ir a ver una película de miedo y eso le iba bien a Jimin y a él. Pero Hoseok estaba peor que él, en serio, sus gritos lo asustaban a él y cuando intentó esconderse en él para sentir un poco menos de miedo este lo golpeó sin querer soltando un grito que llamó la atención de todos los presentes en la sala.

Que buena cita.

Se preguntaba, ¿cómo habría sido si Jungkook estuviera en el lugar de Hoseok en estos momentos? Tal vez él estaría riéndose de lo que hace el muñeco diabólico como lo hace la pareja que está al lado de ellos y le hubiera dejado abrazarlo como los novios frente a ellos, lo rodearía con sus fuertes brazos para que el mono ese no saliera debajo de los asientos para llevarlo. Se adentró tanto en sus pensamientos que jamás escuchó el grito que lanzó el castaño a su lado cuando la cara del pequeño asesino salió en toda la pantalla.

Era una idealización muy estúpida.

Estaba tan sonriente que incluso Jimin y Yoongi dejaron de mirar la pantalla por un momento para admirar la hermosa aura de alegría que emanaba en esos momentos el lindo castaño, ¿que acaso le había alegrado ver la horrible cara de ese muñeco?

Por otro lado el pelinegro de cachetes se estaba lamentando internamente, ¿cómo es que Hoseok tuviera más miedo que Taehyung?

Después de esa noche, Hoseok y Taehyung votaron por no volver ir a ver una película de miedo.

Gingerbread Man //KookV//  |EN EDICIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora