Gingerbread Man //KookV// |EN EDICIÓN|

19

—TaeTae.

—Que no, hyung. Hoy no podré acompañarte.— Taehyung era molestado desde hace más de una hora por su hermano mayor, quien insistía en que lo acompañase a una convención de videojuegos.

—¡Vamos, pero si es nuestro juego favorito!— insistió nuevamente, tomó su hombro y lo movió con su mano haciendo sonidos extraños con la boca.

—Tienes veinte años, hyung. Compórtate como un adulto.— su hermano entrecerró los ojos con molestia, ¿cómo rayos le pedía que se comportase como un adulto? Ese TaeTae de ahí no era su hermanito.

—¿Qué le hiciste a mi hermano, monstruo del mal?

—Soy yo, hyung...

—¡MAMÁ! ¡TAETAE FUE POSEIDO!— gritó haciendo escándalo por toda la casa, saliendo del cuarto de su hermano menor en busca de su madre.

Taehyung bufó cansado. Era obvio que si no cedía ante su hermano no lo dejaría terminar el proyecto en paz, que gracias a Jimin ni siquiera había podido comenzar por pasar más tiempo con él que en casa.

Se había cumplido ya una semana de la competencia de natación. Después de su encuentro con el panadero decidieron ir a celebrar el primer y segundo lugar de la pareja Min a un restaurante de carne, Jimin no volvió a preguntar el porque Taehyung había tardado tanto, sin embargo Hoseok estuvo extraño con el castaño ese día y los siguientes días se comunicó poco con él y no han salido ni una vez desde ese jueves.

De algún modo no habría podido salir con él, pues las tareas habían aumentado de una forma que lo estaban agotando, pronto terminaría su semestre y deseaba obtener mejores calificaciones que el pasado.

Tampoco había podido ir a la panadería y aunque tenía aquel encuentro con Jungkook siempre en su mente no podía salir de su casa así como así, tenía responsabilidades y sus padres se lo habían dejado bien en claro, aparte de que Jimin seguía pegado a él como era de costumbre.

El aliento de su hermano le hizo dar un saltito en su asiento, parecía un perro respirando en su nuca, volteó a verlo con molestia mientras este le sonreía con gracia—¿Quién es Yun... Jung... cu-

Abrió los ojos con demasía y dirigió su vista al mismo lugar donde veía su hermano. ¡Había escrito el nombre del panadero en su trabajo!

—¿Y por qué está dentro de un corazón que está rodeado de corazones?

¡Demonios! Tendría que comenzar el bendito trabajo otra vez, ¿por qué lo tenía tan mal el panadero? Con esos brazos, esa sonrisa, esa voz... sus músculos, su cabello café oscuro... esas piernas... ¡Pero que está pensando! Debe solucionar aquel problema, su hermano podía comenzar a sospechar.

—¿Te gusta 'Jungcook'?— preguntó mirándolo de forma pícara. —¡Uh! Le diré a mamá que te gusta un chico...— más que nada parecía una amenaza y eso alertó a Taehyung.

Su hermano caminó de vuelta al pasillo para ir en busca de su progenitora, el menor lo interceptó tirándolo en el suelo antes de que pudiera soltar algo que sus padres no debían saber, no aún.

—Sí le dices algo, cualquier cosa a mamá o a papá, les diré que te gusta Chanyeol hyung desde hace tres años.

—Eres malo TaeTae. ¿Entonces me acompañas o no?

—Ya qué.

El lugar de la convención era grande y había muchas personas disfrazadas de diferentes personajes de cada videojuego. Tae admitía que le emocionaba estar en un lugar así, no era su primera vez pero se sentía como si lo fuese así, cada convención era diferente y era asombroso.

—¡Esto será asombroso!— exclamó encaminándose a el espacio donde los videojuegos.

—¿Competirás?— preguntó su hermano mayor.

—No, pero tú sí.— lo empujó hacia el montón de personas —Estaré comprando figuras de acción.

Era un vil mentiroso.

Sonrío con malicia mientras salía del edificio, su hermano había caído en su gran mentira, era increíble cómo podía ser tan hábil al momento de mentir, todo sea por ir a ver al panadero.

Ya estaba a unos metros del lugar, respiró hondo y pensó en lo que diría: primero, no estaba muy seguro de decirle que vendría a acompañarlo, pues lo más seguro era que Jungkook solo lo haya dicho por mera cortesía y no ser grosero, segundo; si iba a comprar pan sería un poco extraño, ya que pasaba del medio día y casi nadie compraba pan a esa hora, ¿por qué lo sabía? Bueno, estuvo espiando durante casi dos días seguidos que tan concurrido era el lugar. Pero era obvio el porque siempre iban ahí las mujeres.

Cuando miró por el ventanal no espero ver lo que vio.

Una chica muy hermosa, demasiado hermosa pasaba sus delicadas manos por los musculosos brazos del panadero. Parecía estar intentando enamorarlo, jugó con su largo cabello y sonrío coquetamente. ¿Oyeron eso? ¿No? Que bueno, porque fue su corazón rompiéndose.

¿Y el panadero que hizo? Nada, ¡NADA!

La dulce mirada que solía tener desapareció, no es como si pudiese hacer algo, de todos modos no eran nada. Molesto, abrió la puerta de la panadería con fuerza, la chica paso por su lado despidiéndose del panadero como grandes amigos. Todavía que venía desde muy lejos a verlo y le pagaba con esto...

Taehyung se quedó ahí parado mirándolo con molestia durante unos segundos, inhalo profundo y camino con pasos decididos hasta él, quien se encontraba tras la caja registradora.

—Vine por mi calcetín.— dijo sombrío. Pero que va, eso ni podía asustar a un niño, incluso hizo reír a Jungkook.

¿Por qué calcetín? Bueno, en si su billetera era un calcetín de osito que tenía cuando era más pequeño, que comenzó a utilizar para guardar su dinero ahí.

Jungkook sacó el calcetín con dinero dentro y se lo entregó a Taehyung extrañado.

—¿No te quedarás a acompañarme?— preguntó sonriéndole.

Demonios.

El castaño se sonrojó a más no poder, sintió en su estómago como las mariposas revolotean. ¿Por que era tan débil ante él? Se deshizo de sus pensamientos y contestó.

—Tengo cosas que hacer, adiós.— y decidido se apresuró a llegar a la puerta para salir lo antes posible de ahí, o si no el panadero podría ver su cara de jitomate y eso no sería bueno.

Pero ni dio dos pasos y ya Jungkook le había tomando del brazo y volteado a una velocidad impresionante, acercándose hasta quedar sus rostros a escasos centímetros.

¿Acaso quiere matarme o que rayos? Pensó Taehyung con los ojos bien abiertos. Si seguía ahí mismo moriría en cualquier instante. ¡Estaban tan cerca!

—Siempre serás mi cliente favorito, Taehyung.

Definitivamente Taehyung moriría en cualquier momento.