Gingerbread Man //KookV// |EN EDICIÓN|

68

Taehyung bostezo con sus ojitos entrecerrados por el sueño.

—Hoy fue un día muy divertido, deberíamos vivir ahí.—Jungkook miró a Taehyung casi con miedo, puesto que él no se la había pasado tan bien.

El castañito lo traía de juego en juego sin ninguna parada, la única que hicieron fue para comer algo, después de una media hora Taehyung decidió que era buena idea seguir y el panadero como buen novio no pudo decir que no.

Ahora se encuentran caminando a casa, ya que se habían acabado por completo todo el dinero que el mayor llevaba.

Jungkook miró sus manos entrelazadas, como la pequeña manita de su novio era totalmente cubierta por la suya y le pareció realmente tierno, aún más cuando Taehyung levantó su vista para verlo.

—¿A dónde iremos ahora?—preguntó, sacándole una risita a su novio.

—A tu casa, Tae, ya es tarde.

—¡¿A MI CASA?!—pareciese como su todo el sueño que tenía se hubiera esfumado. —¡No quiero! ¿Por qué el día se pasó tan rápido?

—Mañana podemos vernos otra vez.

—Eso dijiste hace una semana y media, ¡y mira; oh sorpresa no te vi en más de una semana!—Taehyung se zafó del agarre del panadero y comenzó a caminar más rápido.

—¿A dónde vas, Taehyung?—preguntó el mayor desconcertado, apretó el paso siguiéndolo por detrás.

—A tu casa.—respondió fuerte el aludido para que su novio lo escuchara. –Y si no me abres me voy a quedar ahí afuera a dormir.

Bien, el castaño estaba haciendo un berrinche. Claro que Jungkook se sintió mal y no dijo nada más ya que era realmente cierto lo que dijo.

—Pero no le has pedido permiso a tus papás.—Jeon a veces se sentía como de unos diecinueve años cuando estaba con Taehyung.

Y es que bueno... estar con el castañito era de otro mundo, porque era demasiado enérgico y lo traía de arriba para abajo, incluso cuando hacían el amor... ¡él no se cansaba!

Luego estaban los días que se sentía viejo a su lado pero bueno nueve años son nueve años.

—No tengo que pedirle permiso a nadie para ir a casa de mi novio.—era tan gracioso porque el castaño seguía caminando de forma rápida con su novio por detrás persiguiéndolo.

—Pero no puedes no avisar, ¿y si se preocupan?

—¿Preocuparse? Están más preocupados por la boda del poste con patas, no se darán cuenta si no regreso.

Taehyung disminuyó su paso cabizbajo.

—¿O no me quieres en tu casa?—susurró preguntando.

Jungkook se quedó en silencio detrás de él cuando se detuvo y dejo de caminar.

—Que más feliz estaría yo.—tocó el hombro del pequeño con su mano dando leves caricias en su cuello después. –Sólo no quiero que después tus padres piensen que no es buena idea tenerme como novio...

—No pensaran eso, ellos no serán los que vayan a tener la relación contigo. Mis padres dicen estar siempre al pendiente de nosotros pero eso es mentira, están más preocupados por alguien que no es su hijo que por los suyos propios...

—Tus padres te aman, Tae, y les importan.

—No digo que no lo hagan, simplemente les importan otras cosas por sobre nosotros.

Ambos se quedaron en silencio por unos segundos, hasta que el menor se volteó para mirar al panadero, quien abrió sus brazos para abrazarlo.

Rápido se fundieron en un cálido abrazo, Jungkook paso sus manos por detrás de los muslos de Tae y lo cargó, obligando a este enrollar sus pierna en su cadera.

—Vayamos entonces a casa.

El lindo castañito sonrió con una sonrisa triunfante, su Jungkookie no le podía negar nada. NUNCA.

—Eres un consentido.—dijo después de unos minutos.

Taehyung jugaba con su cabello como solía hacerlo o dejaba besitos en su cuello.

—Eso es porque tú me conscientes.

—Porque si no lo hago te enojas.

—Yo no me enojo...—miró a su novio a los ojos y sonrió nuevamente.

Tomó el rostro del panadero entre sus dos manitas y apretujó sus mejillas mostrándole su hermosa sonrisita rectangular.

—Eres muy guapo, mi amorcito.—y es que por todos los cielos. ¡ESO HASTA UN CIEGO PODIA NOTARLO!

Jeon Jungkook era el hombre más guapo de la faz de la tierra y él... pues tenía salud.

El "amorcito" se sonrojo deteniéndose un momento en su caminata para mirar al menor quien seguía muy sonriente.

—¿Quieres enamorarme más o algo así?—preguntó mirándolo a los ojos.

—No, sólo creí que sería lindo llamarte así, digo... eres mi amor, ¿no?

El panadero no estaba muy seguro de si podía enamorarse más de su noviecito.

—A partir de ahora me dirás así siempre.

—¿Amorcito?—el panadero sólo asintió y continúo caminando hasta su hogar.

Caminaron así por unos diez minutos más en los que Taehyung tarareaba canciones o contaba alguno que otro chiste sin sentido, algo que hacía reír al panadero porque le recordaba a cierta persona.

Eran observados por algunas personas, luego unas chicas que pensaron en que Jungkook era el chico más guapo que sus ojos hayan presenciado y sonrieron enternecidas al ver al pequeño Tae en sus brazos, pensaron que era su hermano, pero que equivocadas estaban...

De vez en cuando el menor daba besos al mayor.

Cuando llegaron al ascensor para subir al departamento del mayor Taehyung junto sus labios con los del mayor, comenzando un beso al inicio lento.

Unos minutos después el panadero adentró su lengua a la boquita del menor, quien abrió esta jadeando.

—¿Vamos a hacer el amor hoy?—preguntó el castañito con sus mejillas sonrosadas.

—¿No estás cansado?—el panadero estaba sorprendido, su bebé estuvo corriendo de un lado a otro en el parque y aun le quedaban energías para hacer el amor.

—Nop.—respondió cantarín.

El sonido del ascensor les indicó que ya habían llegado a su respectivo piso.

Jungkook salió de este aun con Taehyung en brazos, dio unos cuantos pasos hasta que a la distancia logro divisar a alguien esperando fuera de su puerta, disminuyó su paso intentando reconocer a la persona.

Se detuvo cuando vio a la rubia mirándolos sorprendida, el castañito se giró para encontrarse con ella fulminándolo con la mirada.

Taehyung abrazó al panadero con algo de temor, aun recordaba bien que ella estuvo a punto de pegarle, lo que no comprendía es que hacia ella aquí, fuera del departamento de Jungkookie.